“Si abrieras tu propio restaurante, no sólo tendríamos la oportunidad de probar todas tus exquisiteces, sino que además te pagaríamos”. Esa frase fue la que hace más de 20 años le dijo un amigo extranjero a Bruno Sacco. Como buen italiano, siempre había estado ligado a la cocina, lo que lo motivó a abrir, en 1986, su primer restaurante: la Divina Comida.

Después de tres años se expandió y, bajo la ladera del cerro San Cristóbal, creó El Divertimento. Al poco andar tomó personalidad y su comida italiana comenzó a ser reconocida. Pero el dueño se dio cuenta que no había un buen lugar para probar comida criolla y que no tenía donde llevar a sus amigos extranjeros. “Hagámoslo nosotros”, dijo, y así en el segundo piso del Divertimento, creó el Comedor Chileno. Poco a poco, motivado por sus clientes, sus menús y sus nombres se comenzaron a fusionar y se convirtió en lo que es hoy: El Divertimento Chileno, donde predomina la comida criolla y una carta de vinos 100% nacional.

Artistas, políticos, turistas y actores son clientes frecuentes y Michèle Sacco, relacionadora pública y encargada demarketing del restaurante e hija de Bruno, se pasea por lasmesas durante el almuerzo saludando a los comensales por su nombre. En la cocina, Flaminia, la hijamenor de Sacco, es la chef y encargada de mantener los tradicionales sabores. Sus platos se caracterizan por ser contundentes, sabrosos y bien criollos. “Buscamos que el cliente reconozca los sabores y le generen algún sentimiento”, nos cuenta Michèle.

A pesar de estar ubicado en Providencia, se encuentra inmerso en un oasis donde el ruido y los tacos no alcanzan a llegar. En sus diversos salones es posible adentrarse al Chile más profundo.

www.divertimento.cl

Avenida El Cerro s/n esquina Pedro de Valdivia Norte, Providencia.

233 1920

• Los favoritos de los clientes son la plateada, el costillar, el pastel de choclo y la cazuela. De postre, destaca la leche nevada. Del rincón italiano, uno de los platos más pedidos es el spaghetti al cartoccio; con salsa de mariscos y terminados al horno dentro de un cartucho de papel.