El podio celebra con un baño de champaña que empapa a todo el equipo y seguidores presentes; es lo que se conoce como "champagne shower", una celebración que está presente desde hace décadas, específicamente de 1966 con la Fórmula Uno.

Si bien desde 1950 que este burbujeante brebaje formaba parte de los festejos de los ganadores de las carreras. Fue 16 años después cuando el histórico piloto Jo Siffert, feliz y dispuesto a celebrar su triunfo en las 24 Horas de Le Mans, y sin saber que la botella para festejar había estado a todo sol en el podio, procedió a descorcharla provocando que estallara, mojando a todos los asistentes.

Así, por 15 años, Pernod Ricard -dueño de marcas como Chivas, Absolut y The Glenlivet, entre otras- estuvo presente en la Fórmula Uno con su prestigiosa champaña G.H.Mumm. Y no precisamente con cualquier botella, sino con botellas especiales de 3 litros pensadas para estas ocasiones y traídas especialmente desde Francia, para que las hagan estallar los competidores en el podio.

Pero en 2016, la empresa francesa decide dar un giro y pasar de la Fórmula Uno a la Fórmula E. Y todo tiene que ver con un giro sustentable que Pernod Ricard está desarrollando a nivel mundial, donde se encuentra también la eliminación de todas las bombillas plásticas en los tragos y cócteles.

"La sustentabilidad está en el ADN de la empresa, por esta razón se generó una alianza con la Fórmula E. La utilización de autos eléctricos es una tendencia limpia y sustentable que podría beneficiar a Chile, por ende estamos muy contentos de apoyar este tipo de iniciativas", explicó Jean-Baptiste Mouton, General Manager de Pernod Ricard Chile.