
“Autopistas del agua” y plantas desalinizadoras: la estrategia de Marruecos para hacer frente a la crisis hídrica
Según el gobierno de este país del norte de África, “esta política nacional se inscribe en un enfoque humanista, donde el agua es percibida como un derecho fundamental y una palanca de justicia social”.

Como muchos países del mundo, Marruecos se enfrenta a una crisis de agua de una magnitud sin precedentes. Las sequías sucesivas, la disminución alarmante de las reservas de agua dulce, la presión demográfica y las crecientes necesidades agrícolas exigen una respuesta contundente que esté a la altura de los desafíos.
Bajo el liderazgo directo del Rey Mohammed VI, el país del norte de África se niega a sufrir las consecuencias de estos desafíos. Por ello, optó por una “acción reflexiva y a largo plazo”, como señala su gobierno. Frente a esta amenaza existencial, Marruecos está desplegando una estrategia “resiliente y proactiva” que rompe con la lógica de la dependencia de las lluvias para anclarse en un enfoque integrado de la seguridad hídrica.

Como parte de esa estrategia, Marruecos lanzó en agosto pasado la “autopista del agua”, un acueducto que conecta entre las cuencas de Sebou (norte) y Bouregreg (centro) con 67 kilómetros de longitud y un costo de 728 millones de dólares, que garantiza el abastecimiento de agua a 8 millones de habitantes.
Hasta principios de marzo, la “autopista del agua” había suministrado más de 700 millones de metros cúbicos de agua potable a la capital, Rabat, y del centro económico, Casablanca, según cifras oficiales.
En el futuro, planea aprovechar otros ríos del norte para extender el proyecto a la ciudad sureña de Marrakech, informa AFP.
Las autoridades afirman que el proyecto ha sido un éxito al evitar la amenaza inmediata al suministro de agua de la región más poblada del país. “Transferir el excedente de agua de la cuenca del Sebou, en el norte, nos permitió evitar que cerca de 12 millones de personas se quedaran sin agua”, declaró Mahjoub Lahrache, alto funcionario del Ministerio de Agricultura.

La construcción de plantas desalinizadoras es otra de las acciones estratégicas implementadas por Marruecos con el objetivo de movilizar más de 1.700 millones de metros cúbicos al año, y cubrir más de la mitad de las necesidades en agua potable en 2030 a partir de estas plantas.
Desde 2020, el país magrebí construyó nueve desaladoras con una capacidad global de 202 millones de metros cúbicos anuales -muchas abastecidas con energía renovable-, y otras seis están en proceso de construcción, entre las que figura la mega desaladora de Casablanca, adjudicada a la española Acciona junto a dos compañías marroquíes, que tendrá una capacidad de 300 millones de metros cúbicos, informa EFE.
Próximamente, Casablanca albergará la planta desaladora más grande de África. En 2027, la capacidad total de desalinización alcanzará los 560 millones de metros cúbicos al año, complementada con una capacidad de tratamiento de aguas residuales de alrededor de 50 millones de metros cúbicos. A ello se suma el ambicioso proyecto de transferencia entre cuencas, que une Sebou, Bouregreg y Oum Er-Rbia en 67 km, con un volumen transferible anual comprendido entre 350 y 470 millones de metros cúbicos.
Y en esta transición para fomentar fuentes alternativas, Marruecos apuesta en los últimos años por la reutilización de aguas residuales tratadas en el riego de espacios verdes públicos. Según datos oficiales, esta medida se ha implementado en 17 ciudades del país que permitió la movilización de 37 millones metros cúbicos anuales para el riego de 31 terrenos de golf y espacios verdes. En la región de Rabat, todas las áreas verdes están siendo regadas desde 2019 por agua reciclada.
A mediados de mayo pasado, un consorcio formado por tres entidades del sector público y privado firmaron tres protocolos de acuerdo con el gobierno de Marruecos para impulsar un ambicioso programa de infraestructuras energéticas e hídricas durante los próximos cinco años, con una inversión prevista de cerca de 12.480 millones de euros.

Los acuerdos fueron suscritos por la compañía emiratí TAQA Morocco, en consorcio con la empresa marroquí Nareva y el Fondo Mohammed VI para la Inversión, por una parte, y por el Ejecutivo marroquí y la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE), por la otra.
Según un comunicado conjunto de las partes firmantes, los proyectos tienen como objetivo reforzar la soberanía hídrica del país, mediante una mayor integración de energías renovables y el incremento de la capacidad de producción tanto de agua como de electricidad.
Entre los proyectos más destacados figura la construcción de infraestructuras para transferir hasta 800 millones de metros cúbicos anuales de agua entre las cuencas de los ríos Sebou y Oum Er-Rbia, así como la instalación de plantas desalinizadoras con una capacidad total de 900 millones de metros cúbicos al año, alimentadas exclusivamente por energías limpias.
Desde 1999, el Reino ha experimentado una profunda transformación de su infraestructura hidráulica. En un cuarto de siglo se han construido o están en construcción 42 nuevas presas, con una capacidad combinada de almacenamiento de más de 6.745 millones de metros cúbicos. “Una cifra impresionante, que supera ampliamente la capacidad de las presas construidas desde la independencia”, señalan las autoridades marroquíes.
Y esto es sólo el principio: en la ley de finanzas de 2025 ya están previstas tres nuevas presas, con una capacidad adicional de 1024 millones de metros cúbicos. El objetivo declarado es claro: alcanzar una capacidad de almacenamiento de 27.300 millones de metros cúbicos en 2027, situando así a Marruecos entre los líderes africanos en términos de capacidad hidráulica.
Según el gobierno de Marruecos, se trata de una decisión que “refleja la firme voluntad de garantizar a todos los ciudadanos un acceso equitativo y sostenible al agua, incluso en las zonas rurales más remotas”. “Lejos de ser un proyecto exclusivamente técnico, esta política nacional se inscribe en un enfoque humanista, donde el agua es percibida como un derecho fundamental y una palanca de justicia social”, aseguran.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.