Dicen que el amor llega en cualquier momento de la vida, cuando uno menos lo espera. Este es el caso de dos ancianos que se conocieron hace tres años en una casa de retiro en Pirassununga, al sureste de Brasil, donde viven en habitaciones separadas.

Ella, Valdemira Rodrígues de Oliveira, quien, a pesar de las recomendaciones de los médicos que le aconsejaban no someterse a emociones fuertes a su edad, decidió a sus 106 años casarse con su pareja a quien le lleva 40 años de diferencia.

Aunque ninguno de los dos había estado casado antes, ambos estaban seguros de su decisión.

Voluntarios de la casa de retiro, bajo una iniciativa llamada Proyecto de Sueños, organizaron la ceremonia en que Valda y Jaco cariñosamente intercambiaron anillos.

"Le preguntamos a Valda y Jaco por separado cuáles eran sus sueños. Ambos dijeron que casarse y tener una casita donde vivir juntos, pero los médicos advirtieron que la edad de la pareja y los problemas de salud les harían difícil la vida", asegura Fabiane Zaffalon, una de las voluntarias.

Nunca es demasiado tarde

Valdemira Rodrígues, demostrando que no es tarde para estar con su alma gemela, dijo: "Me enamoré de él. Me gusta mucho él. Si muere, yo también muero… Sé que no va a suceder, pero me hubiera encantado poder lavar la ropa de Jaco, cocinar sus comidas y cuidar de él como una esposa".

Con 66 años, Jaco tiene una parálisis en el brazo izquierdo. Después de ser desamparado y desempleado, ha estado viviendo en el hogar de ancianos por 19 años. "Le pedí que se casara conmigo y siempre creímos que iba a pasar, pero estar comprometidos es un paso adelante para nosotros ahora mismo".

"Me enamoré de Valda desde el momento en que la vi. Sé que es un poco mayor que yo, pero eso no importa porque me hace muy feliz", dijo el anciano que desde años perdió el contacto con su familia.

Después de una breve ceremonia en la que intercambiaron los anillos, la feliz pareja dio el "sí".

El evento, que contó con 150 invitados, fue decorado con flores y pétalos de rosa, mientras que en el brindis se disfrutó de un gran pastel de bodas de cuatro niveles.