Antofagasta Minerals inicia tramitación ambiental para expansión de Minera Centinela

El proyecto "Desarrollo Minera Centinela", en el que se invertirá un total de US$4.350 millones, permitirá extender sus operaciones hasta el año 2056.<br>




Minera Centinela, del grupo Antofagasta Minerals, ingresó al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región de Antofagasta el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de su proyecto "Desarrollo Minera Centinela", en el que se invertirá un total de US$4.350 millones y permitirá extender sus operaciones hasta el año 2056.

"Este es un paso muy importante en nuestro desarrollo, porque nos va a ayudar a transformarnos en una de las mayores operaciones mineras chilenas. Y lo vamos a hacer de manera sustentable, utilizando agua de mar, relaves espesados y las mejores prácticas de la industria, en constante diálogo con nuestros vecinos", indicó André Sougarret, gerente general de Minera Centinela.

El proyecto, que operará 100% con agua de mar sin desalar, es una iniciativa de largo plazo que refleja el compromiso del grupo por consolidar su desarrollo minero en Chile y en la región de Antofagasta, añadió el ejecutivo de la minera perteneciente al grupo Luksic.

"DMC es clave para el crecimiento de Antofagasta Minerals, porque no sólo nos permitirá mantener la producción en este distrito por otros 30 años, sino que, además, significará proyectar un aumento para llegar hasta aproximadamente 400 mil toneladas por año en la próxima década". Es una señal clara de nuestro compromiso con el desarrollo de la minería chilena y de esta región", aseguró Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals.

En su primera etapa, que se pondría en marcha en 2019, DMC permitrá agregar 140 mil toneladas de cobre fino. Con su segunda etapa, en 2024, se agregarán otras 60 mil toneladas. De esta forma, en la próxima década, Minera Centinela alcanzará una producción anual superior a las 400 mil toneladas.

La iniciativa contempla la ejecución del proyecto en dos etapas. La primera corresponde al desarrollo del yacimiento Esperanza Sur, que tiene un plan estimado de inicio de operación para el año 2019 y que significará una inversión de US$2.700 millones. Por su parte, la segunda etapa consiste en el desarrollo del yacimiento Encuentro Súlfuros, cuyo plazo de operación se proyecta para 2024, donde se invertirán US$1.650 millones adicionales.

El proyecto generará hasta 9 mil puestos de trabajo durante el proceso de construcción entre los años 2016 y 2019. Asimismo, la operación requerirá de una dotación adicional de 2.900 personas en sus dos etapas, entre trabajadores propios y contratistas, privilegiando la contratación de personas de las localidades cercanas al proyecto y de la región.

Adicionalmente, Desarrollo Minera Centinela considerará la implementación de una serie de iniciativas de inversión social, capacitación de mano de obra local, desarrollo de proveedores locales, programas de becas, conservación patrimonial y mejoramiento de infraestructura.

DOS NUEVOS RAJOS

Actualmente, la operación de Minera Centinela está conformada por los rajos Esperanza, Tesoro Central, Noreste y Mirador. El primero de ellos corresponde a su línea de súlfuros, mientras que los otros tres son parte de su línea de óxidos. Además, cuenta con una planta concentradora y una planta hidrometalúrgica, a lo que se agrega un depósito de relaves espesados y un muelle desde donde se embarca el concentrado de cobre.

El Proyecto DMC busca sumar a la operación de la compañía dos nuevos rajos, Esperanza Sur y Encuentro Súlfuros, una nueva planta concentradora y un nuevo depósito de relaves espesados adicional. Para la exportación de su concentrado de cobre, el proyecto utilizará el muelle de Minera Centinela ubicado en sector costa cercano a la localidad de Michilla, realizando algunos ajustes en el sector de acopio de mineral, en el sistema de impulsión de agua de mar y en el área de espesamiento del concentrado.

Al sumarse a una operación ya existente que aprovecha las sinergias y capacidades territoriales presentes en el distrito minero, el proyecto minimizará su potencial impacto en el entorno. Prueba clara de ello es la utilización de los trazados tanto del concentraducto como del acueducto, y el muelle desde donde el mineral se distribuye a los mercados internacionales.

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