La llegada de Ángel Guillermo Hoyos a la banca de Universidad de Chile sumó un trámite clave: la autorización de la federación boliviana, con la que estaba vinculado contractualmente. En Santa Cruz de la Sierra, el técnico se reunió con el directivo Marco Peredo, a quien le comunicó la propuesta azul y a quien le estableció, además, su deseo de aceptarla.

Terminaba así una jornada de incertidumbre para la dirigencia, dado que, a comienzos del día, el presidente del fútbol boliviano, Rolando López, había reconocido a La Tercera que no había recibido comunicación alguna del entrenador, aunque estaba enterado de los acercamientos que había sostenido con los emisarios de la U en Buenos Aires.

Por la noche, en cambio, ya con la decisión tomada por el lado azul, Hoyos logró un entendimiento con Bolivia. En rigor, ejecutó el acuerdo que ambas partes habían establecido y que implicaba el término anticipado de la relación sin costo para las partes. De esta forma, al estratega sólo le queda formalizar su pacto con Azul Azul para comenzar su trabajo en Universidad de Chile.