Crítica de cine: Sentencia de muerte
El director James Wan se mueve más a sus anchas filmando violencia sádica que drama familiar.

Kevin Bacon es un gran actor y ha conseguido numerosas hazañas en pantalla: ha hecho a un pedófilo un ser digno de empatía (El hombre del bosque), ha luchado contra babosas gigantes (Terror bajo tierra) y en general ha sobrevivido a películas mediocres, malas o derechamente infumables.
Pero ni siquiera él puede salvar a esta cinta del olvido. La historia es conocida y es casi una fórmula: un padre de familia se convierte en justiciero solitario luego de que uno de sus hijos muere a manos de pandilleros. Su venganza engendra venganza y pronto se ve acorralado por las mismas bestias humanas que intentó repeler a punta de pistola.
El género de la paranoia urbana es fértil y (aparte de su piedra fundacional, que es El vengador anónimo) sus raíces corren hasta pioneros como Fritz Lang y Hitchcock, que filmaran obras maestras sobre la idea del inocente acosado por fuerzas del mal.
El problema es que en Sentencia de muerte el deseo por impactarnos supera al de contar una buena historia. El director Wan -creador de la saga de El juego del miedo- claramente se mueve más a sus anchas filmando violencia sádica que escenas de drama, lo que convierte a la cinta en un híbrido irrecuperable.
Aquí en el fondo hay dos películas: una es un dramón apenas digno sobre una familia lidiando con la pérdida de un hijo. La otra es una fantasía delirante sobre un hombre de clase media exterminando a los grasientos delincuentes que se atrevieron a tocar a los suyos.
Wan tiene mejor mano para la fantasía de venganza, pero insiste en incluir secuencias lacrimógenas que no consiguen identificación ni interés. Los tiroteos (en particular una persecución en un estacionamiento) tienen cierto estilo, pero jamás superan la media del género.
El año pasado llegó al DVD Valiente, una cinta con Jodie Foster que tocaba la misma cuerda, pero con más astucia y menos brocha gorda. Esta temporada, el propio Eastwood elaboró en Gran Torino una fábula maciza y definitiva sobre la ética de la venganza y la figura anacrónica del justiciero individual.
Al lado de esos referentes, Sentencia de muerte luce barata y desechable. Como telefilme de trasnoche, podría merecer un vistazo. Como cine, es dolorosamente innecesaria.
________________________________________________________________________________ Director: James Wan.
Reparto: Kevin Bacon, Kelly Preston, Garrett Hedlund.
Duración: 106 minutos.
País y Año de Producción: EEUU, 2007.
Género: Suspenso.
Sitio web: www.deathsentencemovie.com
Calificación: Mayores de 14 años.
Duración: 106 minutos
Calificación: Mayores de 14 años
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