El entramado societario de Chang

Alberto-Chang

El mapa con 63 sociedades revela la estrategia de "cascada" que tenía Alberto Chang para su grupo Arcano. Onix Capital, la contraparte de sus clientes en Chile, no registra ninguna inversión directa, sino que es un eslabón más de la maraña de empresas basadas en ocho países, casi todos paraísos fiscales.




Una enredada malla de 63 sociedades logró crear Alberto Samuel Chang Rajii, fundador del grupo Arcano, como vehículos para invertir el dinero de sus clientes y también, para desvíos de dinero, según aseguran las más de 1.000 víctimas que acusan que no se les han devueltos más de US$ 100 millones que invirtieron.

Los abogados Edward H. Davis, Arnoldo Lacayo y Guillermo Jorge, expertos internacionales en recuperar dineros de fraudes globales, son los juristas internacionales que asesoran a Carlos Parada, el liquidador de Onix Capital, la sociedad a través de la cual Chang captaba el dinero desde Chile. A ese equipo se suma el chileno Ciro Colombara.

Este equipo es el que logró identificar la engorrosa malla societaria de Chang (ver infografía) y con la cual están trabajando país por país para iniciar procesos legales que permitan devolver el dinero a los clientes chilenos en asociación con abogados asociados a la FraudNed, un organismo de la Cámara de Comercio Internacional que se dedica a "cazar fortunas" creadas a través de engaños.

Este esquema ya está en manos del equipo de Alta Complejidad de la Fiscalía Oriente, que sigue la responsabilidad penal de Chang, y del comité de acreedores de la quiebra de Onix en la justicia civil chilena.

En tanto, Chang sigue en Malta, luego que el 7 de abril ganara en primera instancia la extradición que solicitó el Estado de Chile. El lunes de la semana pasada, la Corte maltesa vio el recurso de apelación presentado por la Fiscalía de Malta -que representa los intereses de Chile- y esta semana debería realizarse la jornada de alegatos de ambas partes. Desde Chile, los abogados querellantes enviaron numerosos antecedentes para que la Fiscalía logre convencer al juez de que Chang debe ser juzgado en Chile como artífice de una de las mayores estafas piramidales que hayan ocurrido en el país.

En concreto, al hacer el análisis del mapa de las sociedades de Chang es posible detectar que Onix Capital, la sociedad que captaba los dineros de los clientes y con la cual firmaban su contrato, no tiene ninguna inversión directa o alguna filial.

Por el contrario, desde Onix nacen, aguas arriba, una serie de sociedades que derivan en cuentas bancarias personales de Chang repartidas por varios países y paraísos fiscales, y otros a sociedades de inversión.

Así, Onix es controlada por Arcano en Islas Vírgenes Británicas, la que a su vez es controlada por dos sociedades de Chang con sede en Suiza.

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