El segundo ataque delictual en sus 22 meses de trabajo en la comuna de La Pintana sufrió el Centro de la Familia de la Fundación Nocedal, durante la noche del 11 de septiembre.

El centro, que actúa bajo el amparo de la formación doctrinal del Opus Dei, se instaló con los colegios Almendral (de niñas) y Nocedal (de hombres) en la avenida Primavera, población El Castillo, en noviembre de 2006.

En dicho Centro, los padres de la mayoría de los 2 mil niños de escasos recursos que allí cursan su enseñanza escolar realizan talleres de especialización. O bien, aquellos jefes de hogar que tienen otro tipo de problemas son atendidos por especialistas, tales como sicólogos u orientadores.

Este fue el blanco de una turba de unos 60 desconocidos que, a eso de 23 horas, ingresaron a punta de armas (escopetas hechizas), palos y otros objetos contundentes hasta los talleres de computación -inaugurado hacer treinta días- y oficinas para saquear y destruir todo lo que encontraban a su paso.

"Con lo que no se llevaron prendieron una barricada a la que prendieron fuego", lamentó su gerente Carlos Arteaga a La Tercera.com. Los sujetos se llevaron, además, la radio de la Fundación, por la cual transmitían sus programas los propios alumnos.

"Expresar nuestra pena, pero no existe ningún ánimo de revanchismo, venganza o resentimiento contra esta gente que actúa de esta forma porque venimos a educar", expresó.

Arteaga aseguró que el ataque no obedece a motivaciones políticas, sino "a vandalismo puro" y que en lugar ronda "el mismo sentimiento que puedes imaginar si se atacara un centro del Hogar de Cristo, cuando lo único que haces es tratar de ayudar y hacer el bien".

EL PRIMER ROBO
Según el gerente de la Fundación Nocedal el 11 de septiembre de 2007 la magnitud del robo fue menor, porque "recién nos estábamos instalando".

"No habíamos inaugurado la sala de computación, no teníamos la radio". Los controles de la señal "se salvaron" aquella vez "porque, afortunadamente, no la teníamos autorizada, ya que en vez de mandar el permiso a Providencia 1017 lo mandaron a Providencia 1710", narró el directivo a modo de anécdota con resignación. Sin embargo, este "11" no ocurrió lo mismo, pues ésta ya transmitía.