Si sus canciones inmortalizaron su timbre quejumbroso, sufrido y lastimero, la muerte de Lucho Barrios -sucedida hoy a las 7:30 horas en Lima y a causa de una falla multiorgánica- fue precisamente el reverso de esa impronta: tranquila y en paz.

Una de las hijas del cantante, Milagros Barrios -uno de los pocos familiares que estuvo con el bolerista hasta sus últimos minutos- relata a latercera.com desde el hospital Dos de Mayo, de Lima: "Él no sufrió nada en su deceso. Nada de nada. Estaba durmiendo, en silencio total, por lo que fue una muerte muy linda: rápida, como una palomita. Le dio un paro cardíaco que lo afectó, pero fue un sufrimiento interno. Se fue en sueño, sin grandes muestras de dolor y eso lo agradezco".

Milagros también agrega que hoy están tramitando el Museo de la Nación, en Lima, para el velorio del artista y que sus funerales están estimados para la tarde del próximo viernes. "Estamos viendo todo eso y lo que se merece es una despedida masiva. Queremos que el gobierno también tome parte. Ahora está en la gloria de Dios y queremos lo mejor para él".

Con respecto al estrecho nexo que unía al intérprete con Chile, la hija es clara: "Él amaba a Chile y yo les agradezco profundamente todo lo que le dieron a él. Les agradezco todas las oraciones, los rezos, las muestras de apoyo y todas las canciones que lograron ser éxito allá. Realmente es increíble".

Finalmente, Barrios reconoce que hoy ha sido uno de los días más difíciles de su vida: "Estoy tratando de ser fuerte, él me está dando todo el apoyo desde arriba para que sea fuerte, para luchar contra la pena y resistir este momento".