El crecimiento urbano de la conurbación La Serena-Coquimbo —cuya población se acerca a las 400 mil personas— y el rápido aumento del parque vehicular causan frecuentes trastornos de tránsito en las estrechas calles de ambas ciudades. Ello se hace particularmente crítico en el centro serenense, que mantiene el mismo trazado desde el siglo XVI, y en su equivalente coquimbano, ciudad cuya accidentada topografía e insuficiente infraestructura vial dificulta una circulación expedita.

Contribuyendo a la solución de tales problemas, se encuentran en plena ejecución las obras de instalación de un Sistema Centralizado de Administración de Tránsito (SCAT), similar al que poseen ya Santiago, Valparaíso, Concepción y Antofagasta.

Con un costo de $ 4.385 millones, los trabajos tienen un plazo de 15 meses, más seis de marcha blanca, terminando en 2010. Consideran el cambio e interconexión de semáforos en 115 intersecciones de los sectores céntricos de ambas ciudades, más la incorporación de ocho cámaras de vigilancia y 21 dispositivos para ciegos.

Se instalarán equipos de última generación, los cuales serán coordinados desde una Unidad Operativa de Control de Tránsito, que se ubicará en el sector Peñuelas, justo en el límite de ambas comunas.

El proyecto es financiado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Contempla la habilitación del centro de control (construcción de la sala de control, un data center e instalaciones anexas; la provisión e instalación de los servidores centrales y red de comunicaciones; la definición de las programaciones a ser implementadas en cada uno de los semáforos integrados al sistema, entre otras faenas.