La historia de la niña palestina de 13 años que fue operada en Chile gracias a convenio de cooperación
Angham Mlitat padecía de incontinencia urinaria y en su pueblo natal en Cisjordania no existían los especialistas para tratar su caso. Mediante la colaboración del Fondo de Ayuda para Niños de Palestina viajó a Chile para ser operada acá.
Una incontinencia urinaria, debido al mal funcionamiento del cuello vesical, obligaba Angham Mlitat a usar pañales a sus 13 años. En su pequeño pueblo, Betfurik, ubicado al norte de Cisjordania, no existían los especialistas para tratar su caso, pero el año pasado, una misión de médicos chilenos llegó hasta Palestina, dándole esperanzas a ella y su familia.
El Fondo de Ayuda para Niños de Palestina es una organización que se encarga de enviar especialistas hasta ese país, luego de que en 2008 los ministerios de Salud de Chile y Palestina firmaron un acuerdo para mandar misiones y tratar sin costo a menores que padezcan alguna enfermedad o condición que allá no puede ser atendida. Los casos más complejos son traídos a nuestro país y ya dos niños han sido operados.
Angham se convirtió ayer en la segunda paciente sometida a una compleja cirugía en el Hospital Exequiel González Cortés, ya que en noviembre pasado fue operado un niño con excelentes resultados.
"Firmamos un acuerdo en agosto de 2011 con la Sociedad Chilena de Cirugía Pediátrica, al que se sumó el Hospital Exequiel González Cortés y el Hospital Calvo Mackenna, con el objeto de comenzar a traer a niños palestinos a tratarse aquí a Chile de manera gratuita", dice la representante en Chile del Fondo de Ayuda para Niños de Palestina, Nadia Hasan.
La mayoría de estos niños pertenecen a familias de escasos recursos. "Ellos llegan con residencia a Chile, entonces como cualquier extranjero con residencia tiene derecho a poder inscribirse en Fonasa. Una vez inscritos, su tratamiento es absolutamente gratuito", explica Hasan.
"NUNCA HABIA ESCUCHADO DE CHILE"
Raeda Mlitat es la madre de Angham y cuenta que desde que su hija tenía cinco años, le dijeron que su problema no podría ser resulto en Palestina y que la única posibilidad de acceder a una cirugía era en el extranjero.
"Nunca había escuchado de Chile", reconoce. Hasta que el año pasado llegó una misión de médicos a Palestina, quienes vieron el caso de su hija y decidieron enviarla a nuestro país.
Con temor ambas llegaron en mayo de este año, pero también cargadas de esperanzas. "Angham se emocionó mucho al saber que venía a Chile", dice la mujer.
Y expresa que "Chile es un país muy bonito", junto con agradecer la ayuda que aquí ha recibido, en especial la de enfermeras y médicos que trataron a su hija en el Exequiel González Cortés.
"LE VA A CAMBIAR LA VIDA"
El rostro de Raeda mostró aún más felicidad tras hablar con el doctor Ricardo Zubieta, jefe de Cirugía y especialista en urología pediátrica, quien encabezó la operación de Angham.
La operación de cuatro resultó exitosa y según explica el profesional, ahora solo resta esperar su evolución.
"Angham llegó a nuestro hospital desde Palestina, porque tenía una incontinencia urinaria. Su vejiga se vaciaba permanentemente y permanentemente estaba orinando, porque el cuello vesical no funcionaba", cuenta Zubieta.
Y agrega que pese a que su vejiga permaneció inactiva muchos años, tenía buena capacidad. Esto permitió hacer sólo una cirugía de continencia a nivel del cuello vesical y no hubo necesidad de ampliarla.
"Lo que nosotros esperamos es que ella pueda vaciar espontáneamente su vejiga, aunque tenga que usar catéter por un tiempo, mientras se rehabilita ese músculo", afirma el doctor. "Sin duda que le va a cambiar la vida", sostiene.
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