Algunos fanáticos del básquetbol califican lo que ocurrió el 2 de marzo de 1962 en el duelo entre Philadelphia Warriors y los New York Knicks como el partido perfecto de un jugador. En esa jornada Wilt Chamberlain anotó 100 puntos, el récord de anotaciones que aún registra la NBA

Ese día, en Philadelphia el frío se sumó a que el partido no definía nada, por lo que sólo 4.124 personasa llegaron al Hersheypark Arena. Incluso la mayoría de los medios no envió periodistas y le pidieron al estadístico del equipo local que después del partido les enviara los datos.

Chamberlain llegó con la idea de mantener su promedio de 50 puntos. Anotó 13 de los 19 primeros puntos de su equipo, pese a que el técnico de los Knicks había mandado a Darral Imhoff a que estuviera encima de él.

En el segundo cuarto la orden en el equipo neoyorkino fue total libertad para detener y sacar del partido a Chamberlain de cualquier forma. Aún así, se fue al descanso con 41 puntos en su registro.

En el camarín Guy Rodgers, jugador de los Warriors, dijo: "Pásenla a Wilt, a ver cuántos puntos puede meter". Topos miraron a Chamberlain y al entrenador y quedaron de acuerdo.

Al final del del tercer cuarto el registro marcaba 69 puntos de Chamberlain. La táctica desesperada de la visita fue cometer faltas sobre los compañeros de Wilt, para evitar que le pasaran el balón.

Cuando quedaban dos minutos y medio Chamberlain tenía 92 puntos. Y a 46 segundos del final consiguió los históricos 100. Los espectadores invadieron la cancha y hubo que esperar diez minutos para jugar los segundos que faltaban. "Si me hubiera dedicado sólo al básquetbol y no hubiera salido la noche anterior, habría llegado a los 140. No fue tan asombroso", fue la tranquila reflexión de Chamberlain.