Universidad de Chile logró esta noche una agónica clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores tras empatar 2-2 con Alianza Lima en el estadio Monumental.

El partido estuvo lleno de polémica y terminó con incidentes entre Carabineros y el plantel del equipo peruano, quienes centraron todos sus reclamos en contra del árbitro ecuatoriano Carlos Vera.

Los azules necesitaban un empate para clasificar tras haber vencido por 1-0 en la ida. Y lo consiguieron con goles de Eduardo Vargas (63') y Felipe Seymour (90+1').

Sin embargo, la cuenta la abrió el delantero José Carlos Fernández en los 24' con un gol erróneamente cobrado por el juez Vera, con lo que forzaba el partido a los penales.

Más tarde, fue el mismo delantero quien pusiera el 2-1 parcial en los 87' y dejaba virtualmente eliminados a los azules.

Pero en el cierre llegó la jugada más polémica del partido, con un tiro desde fuera del área de Seymour que encontró a dos jugadores de la "U" en posición adelantada. Eso confundió al primer asistente, quien cobró el fuera de juego. Sin embargo, tras una conversación con el juez del partido, ambos llegaron a la conclusión de que el gol era legítimo y lo cobraron.

Eso desató la ira de los jugadores y el cuerpo técnico de la visita, quienes se avalanzaron sobre Vera. El ecuatoriano necesitó el ingreso de Carabineros para que intercedieran.

Después de varios minutos, el partido fue renudado por un par de minutos para que terminara de jugarse.

Tras el final, los jugadores y técnico de Alianza se fueron nuevamente en contra del árbitro y reclamaron por los cobros.

De todos modos, Universidad de Chile avanzó a la siguiente ronda de la Copa Libertadores, en la que se medirá con Flamengo.