Histórico

Lollapalooza Chile reafirma su apuesta por el público joven para 2016

Eminem, Florence and The Machine y Jack Ü encabezan un diverso cartel orientado al nicho sub 30. El evento de abril no tendrá rockeros estelares pero sí hip hop y mayor presencia femenina.

Los mismos niños que entraron gratis al primer Lollapalooza en abril de 2011, para presenciar los shows infantiles junto a sus padres, hoy son los quinceañeros que esperan ver en el Parque O'Higgins a los grupos que suenan en sus fiestas y celulares. Ese es uno de los cálculos que sacan los organizadores de la versión chilena del evento al momento de delinear al "público Lollapalooza": esa audiencia que va de los 15 a los 24 años, que representa más de la mitad de la asistencia total de cada edición -según estadísticas de los propios productores- y que el próximo 19 y 20 de marzo se encontrarán con un cartel hecho a su medida. 

Luego de cinco exitosas versiones en el país, la sexta edición criolla del festival nacido en Chicago incrementa su enfoque hacia su nicho más numeroso y fiel. Es lo que se desprende del cartel revelado ayer por los organizadores, dominado por nombres como Florence and The Machine, Mumford & Sons y el dúo de electrónica Jack Ü, integrado por Skrillex -un favorito de la cita- y Diplo: tres debutantes en el país de exitoso presente y alta popularidad entre el nicho sub 30.

A ellos se suman otros conjuntos que han llegado a su peak en el último lustro, como el dúo de rap sudafricano Die Antwoord y el cuarteto Walk the Moon, además de los grupos Of Monsters and Men, Alabama Shakes y Tame Impala, que aterrizarán con celebrados discos publicados este año.

La excepción en este punto corre por cuenta de Eminem, lo más cercano a un clásico entre los nombres de la primera línea del menú, quien tal como anunció La Tercera la semana pasada también llega por primera vez a la capital para encabezar el evento. Tras un año fuera de las pistas, el rapero estadounidense -que en 2013 editó su último álbum-    tendrá su gran regreso a los escenarios en los Lollapalooza de Chile, Brasil y Argentina. De paso, la presencia de "Slim Shady", así como la de su colega Snoop Dogg, reafirma la apuesta de la cita por el hip hop yanqui, género que antes tuvo a exponentes puntuales como Kanye West y Cypress Hill. 

"Estamos muy conformes con este cartel, que quedó muy equilibrado en términos de géneros musicales: hay hip hop, electrónica, rock y pop", comenta Max Del Río, de la productora Lotus, quien destaca la diversidad de un lineup idéntico en líneas generales a sus pares de Brasil y Argentina, y orientado a la juventud. "Siempre hemos tratado de incluir a todos, pero el fuerte de Lollapalooza siempre ha sido el nicho entre 18 y 34 años. Son los que fueron cuando niños y hoy es el público más importante para nosotros", asegura.

El rock más tradicional, que en la versión 2015 del evento contó con artistas estelares como Jack White, Kings of Leon y Robert Plant, esta vez tendrá nombres de un perfil algo menor, como el ex Oasis Noel Gallagher y su proyecto High Flying Birds; el debut en Chile de Eagles of Death Metal -dúo comandado por Josh Homme-; la sexta visita de los californianos Bad Religion; los estrambóticos metaleros suecos Ghost; el grunge de Candlebox y el guitarrista de The Strokes, Albert Hammond Jr. 

"Quizás sin cabezas de cartel, el rock tendrá una línea media que permite trazar una ruta bien interesante", apunta Del Río, quien aclara que Paul McCartney y Metallica, dos de los números estelares de la versión de este año de Lollapalooza Chicago, no llegarán a la región por incompatibilidad de agenda.

Otro elemento llamativo que resalta del anuncio tiene que ver con la paridad de género: si en abril sólo hubo un show internacional de una artista femenina, la estadounidense St. Vincent, en 2016 esa estadística se multiplicará, con amplia presencia de vocalistas de grupos -como Alabama Shakes y Florence and The Machine-, solistas de proyección -Marina and the Diamonds y Halsey- además de representantes chilenas (ver recuadro).

Más escenarios

130 a 140 mil personas en ambas jornadas es lo que esperan totalizar los responsables de Lollapalooza el 19 y 20 de marzo en el Parque O’Higgins, luego de los 60 mil asistentes por día que logró en su versión de este año, el menor público desde 2011. Para esto, además de la variada oferta musical, pretenden sumar nuevos espacios en el recinto: si este año agregaron una séptima tarima a los seis escenarios principales, la idea de la producción es que esa cifra crezca hasta los 10 escenarios en 2016, con seis principales y otros cuatro dedicados a artistas locales o emergentes.

En cuanto a los próximos anuncios, Del Río detalla que en aproximadamente un mes más se darán a conocer los nombres que estarán en el escenario Kidzapalooza, para luego informar la programación por día del evento. En enero, en tanto, se conocerán los primeros shows paralelos que darán algunos nombres del festival en otros recintos.

En cuanto a las entradas, y tras finalizar las fases early bird y preventa 1, desde el domingo éstas se encuentran en etapa preventa 2, con abonos generales a $98 mil (con cargo por servicio) en Puntoticket.

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