Estudios previos han comprobado que los alimentos verdes ayudan a depurar el cuerpo y a eliminar toxinas, y que los amarillos y naranjos fortalecen la salud cardiovascular, entre otras propiedades.

Pero también los alimentos rojos son beneficiosos para quienes los consumen, ya que suelen tener propiedades antioxidantes que ayudan a llevar una dieta saludable.

Por ejemplo, el tomate es rico en vitaminas y minerales, además de ser un diurético y antirreumático natural. Además está compuesto por un 90% de agua, lo que es altamente beneficioso y por qué no, un ingrediente refrescante para las comidas veraniegas.

Incluso el jugo de tomate es ideal para quienes quieren prolongar su bronceado.

La sandía, en tanto, es la fruta que más cantidad de agua contiene (93%), por lo que su valor calórico es muy bajo, apenas 20 calorías por 100 gramos. Lo que la hace perfecta para saciar el hambre sin la necesidad de engordar.

Además, es altamente recomendable para personas que tienen problemas renales. Además, posee muchas vitaminas, especialmente aquellas del grupo A.

El pimiento rojo tiene muy pocas calorías y un alto contenido en licopeno, lo que también está presente en la sandía, al que se le atribuyen propiedades anticancerígenas importantes.

Y además de ser un alimento rico en minerales, es diurético, antirreumático y antibacteriano.

La manzana roja, a pesar de no ser muy abundante en esta época estival, tiene propiedades muy diversas para cuidar la salud.

Es una fruta rica en minerales y vitaminas, depura el organismo, elimina el ácido úrico y, por si fuera poco, es muy digestiva. Aunque es aconsejable comerla con cáscara bien lavada, ya que de esa manera se convierte en una excelente dosis de fibra al organismo.

Las frutillas, además de ser alimentos muy energéticos, como todas las frutas rojas, son una especie de aspirina natural. Debido a que contienen bastante ácido salicílico.

Y también actuarían como laxantes, ya que regulan funciones endocrinas y hepáticas.