Marilyn Monroe en 7 filmes inolvidables
Mañana, 1 de junio, la diva de Hollywood y símbolo sexual indiscutido del último siglo, cumpliría 90 años. Ganadora de dos Globos de Oro, Norma Jeane Mortenson -su verdadero nombre- dejó en poco más de una década varias joyas del cine tras su muerte, el 5 de agosto de 1962, a los 36 años. En el aniversario de su natalicio, seleccionamos siete de ellas.

Los caballeros las prefieren rubias (1953)
Durante los años dorados de las películas musicales, llegó quizá la más representativa de la platinada actriz, basada en una novela y obra musical del mismo nombre, de Anita Loos y Joseph Fields, respectivamente. La historia narra la vida de dos coristas y bailarinas -Monroe y Jane Russell- que actúan en varios lugares, en busca de un hombre rico con quien casarse. Su trabajo en este filme recibió buenas críticas, y su interpretación del número musical Diamonds Are a Girl's Best Friends se convirtió en un clásico del género, recreada incluso décadas después por Madonna.
Cómo casarse con un millonario (1953)
Tres modelos -Schatze Page (Lauren Bacall), Loco Dempsey (Betty Grable), y Pola Debevoise (Marilyn Monroe)-, cuyo sueño es casarse con un millonario, alquilan un lujoso apartamento en Nueva York, donde comienzan a tejer su plan. Las tres logran su cometido: todas encuentran a un hombre rico, pero a medida que pasa el tiempo se van dando cuenta de que el amor es más importante que el dinero. Dirigida por Jean Negulesco, fue la primera película rodada en Cinemascope, aunque su estreno fue posterior al de The Robe.
La comezón del séptimo año
(1955)
Basada en una obra teatral con el mismo título, de George Axelrod, la cinta dirigida por Billy Wilder incluye una de las escenas más recordadas del cine hollywoodense, en la que Marilyn Monroe pasa por encima de unas rejas de ventilación en la calle, y el aire que es expulsado hacia arriba levanta su vestido blanco. La icónica imagen pudo costarle a Monroe su matrimonio con Joe DiMaggio, pero la cinta recibió críticas positivas y, además, su primera nominación al premio BAFTA como mejor actriz extranjera. La comezón del séptimo año fue también un gran éxito comercial, ya que recaudó más de 8 millones de dólares mientras estuvo en cartelera, todo un récord para el Hollywood de esos años.
Bus Stop
(1956)
El Oscar volvió a darle la espalda entonces, a pesar de la insistencia de la crítica por destacar su actuación en este filme. Dirigido por Joshua Logan, y coprotagonizada junto a Don Murray (quien sí obtuvo una estatuilla dorada por su papel en la cinta), está basada en la obra teatral del mismo título, de William Inge. Monroe encarna aquí a Cherie, la carismática cantante principal de un bar, de quien se enamora el protagonista. Tras matricularse en el Actor's Studio, Monroe obtuvo quizá una de los mejores elogios de su carrera por esta película.
El príncipe y la corista (1957)
Dirigida y protagonizada por Laurence Olivier, la historia se ambienta en el Londres de 1911, a poco de que el príncipe Jorge V sea coronado como rey. Pero entonces se enamora de una corista estadounidense (Monroe), y su entorno parece escandalizado. Basada en la obra teatral The Sleeping Prince de Terence Rattigan, la actriz fue galardonada con el premio David di Donatello Targa d'Oro 1958 a la mejor actuación, por su papel en la
adaptación fílmica de Olivier. En 2011, en la cinta Mi semana con Marilyn de Simon Curtis, Michelle Williams encarna a Monroe en sus años de matrimonio con el dramaturgo Arthur Miller, mientras rodaba este filme.
Una Eva y dos Adanes
(1959)
Inspirada en la cinta francesa
Fantare of Love
, la versión estadounidense retrata el momento en que dos músicos presencian la masacre de unos gánsters, y para no ser descubiertos, se infiltran vestidos de mujer en una banda de música, donde conocen a la bella Sugar Kane (Monroe), una chica romántica, aunque frágil y desafortunada en el amor. El elenco incluía a Jack Lemmon y Tony Curtis, todos dirigidos por Billy Wilder. Dicen que durante el rodaje Monroe siempre llegaba tarde, que pedía repetir las mismas tomas una y otra vez, y que con suerte lograba memorizar sus líneas. Así se enemistó con sus compañeros, especialmente con Tony Curtis. Pese a ello, la cinta tuvo gran éxito de crítica y público: fue la más taquillera de ese año y consiguió cinco nominaciones a los premios Oscar. Por su actuación, Monroe ganó el Globo de Oro a la mejor actriz de comedia o musical.
Vidas rebeldes
(1961)
Un año antes de su estreno, Monroe se suma al célebre reparto dirigido por John Huston, junto a Clark Gable y Montgomery Clift. La historia, escrita por el entonces marido de la actriz, Arthur Miller, la puso en el papel de Roslyn, una mujer recién divorciada, quien conoce a dos hombres en plena ruta, y quien se cruzaba en más de algún aspecto con la vida privada de la chica dorada del cine. La filmación comenzó en julio de 1960 en el desierto de Nevada, pero el estado anímico de Monroe no era bueno: nuevamente faltaba con frecuencia al rodaje, tenía dificultades para concentrarse, y combatía contra las altas dosis de fármacos y alcohol para dormir. Incluso, durante el rodaje, fue hospitalizada de urgencia en Los Angeles por 10 días, y luego regresó a Nevada a terminar de filmarla. Poco tiempo después, Monroe y Miller se divorciaron. Para peor, la película fue destrozada por los críticos, salvo por su actuación y la de Gable. Es curioso que hoy se le recuerde como la última película de ambos actores.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
Este septiembre disfruta de los descuentos de la Ruta del Vino, a un precio especial los 3 primeros meses.
Plan digital + LT Beneficios$3.990/mes SUSCRÍBETE