La niñera detenida en Moscú deambulando con la cabeza de una niña de cuatro años que acababa de decapitar por "orden de Alá", sufrió problemas psíquicos.

Gulchekhra Bobokulova, de 38 años, oriunda de Uzbekistán, divorciada y madre de tres hijos, había sido internada en un hospital psiquiátrico en 2002, afirmó hoy su padre Bakhredtdine Turayev, en una entrevista publicada por el sitio Gazeta.ru.

"Empezó a decir cosas extrañas, oía voces, dejó de obedecer, se volvió agresiva", relató Turayev.

"Intentaba calmarla, pero ella sólo repetía: '¡Tengo miedo, papá!'", rememoró. "La llevamos a un hospital. Allí la mantuvieron 13 días", añadió.

Después de su estancia en el hospital psiquiátrico regional de Samarkand,  una ciudad del sudoeste de Uzbekistán, volvió a casa y tuvo que tomar  medicamentos durante un largo período.

"Luego volvió a ser normal", menciona su padre. "Si no se le hace daño y no se le grita, normalmente es muy tranquila", agregó el hombre de 62 años.

Gulchekhra Bobokoulova fue detenida el lunes pasado por la policía cerca de una estación de metro en el noroeste de Moscú, cuando vagaba con la cabeza de una niña de cuatro años, diciendo que era "terrorista".

"Esto es lo que Alá me ordenó", declaró la mujer el miércoles pasado al comparecer ante un juez.

Tras prestar declaración, el juez ordenó su detención preventiva hasta el 29 de abril, al ser acusada de haber asesinado a la niña y haberla decapitado por "una razón desconocida".

Durante la audiencia, Gulchekhra dio un testimonio incoherente.

"Alá enviará un segundo profeta para traer noticias de paz, hola a todos", dijo saludando a la prensa.

La mujer fue sometida a exámenes psiquiátricos y no se excluye que en el momento de los hechos estuviera bajo "la influencia de psicotrópicos o drogas", indicaron los investigadores.