La “curva epidémica” de Covid-19 tiene un patrón estacional, con algunas variaciones locales, caracterizado por un incremento de casos durante el período otoño-invierno, seguido de disminución más o menos significativa en primavera y un verano oscilante. En prácticamente todos los países del hemisferio norte el “segundo peak invernal” superó el primero, incluso por una magnitud de dos y tres como en Estados Unidos, Portugal, Francia, Bélgica, Suecia y Alemania. En el hemisferio Sur, excluyendo Australia y Nueva Zelanda, las excepciones en el buen control, Brasil es el paradigma del descontrol por su incremento masivo de casos, mientras que Argentina presenta un incremento sostenido, menos dramático posterior a su prolongada cuarentena.
Chile presentó su primer “peak” en junio, una baja a 1/4 de casos en primavera, seguido de un incremento estival más explosivo a fines de marzo, y con el otoño-invierno “ad portas”. Así las cosas, nuestra situación se ve muy compleja para los meses que vienen.
Lo diferenciador del “caso chileno” es la campaña de vacunación que completa al 7 de abril 7,1 millones de personas con al menos una dosis, de las cuales 4,2 millones han recibido dos dosis. El impacto de la vacunación en la reducción de casos, especialmente graves y muertes se puede proyectar razonablemente a partir de mayo en adelante, cuando ya se sobrepasen los 15 días de segunda dosis en al menos 7,5 millones de ciudadanos. Cuánto será ese impacto es difícil de predecir. Hay señales preliminares prometedoras: la curva de casos nuevos en adultos mayores así como los casos graves que requieren cuidados intensivos van a la baja.
Hay una razonable luz de esperanza a partir de julio, en espera de una creciente inmunidad de rebaño. Mantener el control entre mayo y julio, evitando la sobresaturación del sistema de salud requiere un “gran esfuerzo final” a todo nivel, restringiendo nuestra movilidad al máximo posible con apoyos sustantivas desde el Estado. Abril dirá si vamos o no por un buen camino.
Miguel O’Ryan es Profesor titular, Facultad de Medicina, Universidad de Chile
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