Por Jaime AbedrapoEn las fronteras, ¿qué más pueden hacer Chile y Perú?

El Presidente del Perú, José Jerí, anunció un giro en la política de seguridad nacional al confirmar que su gobierno decretará estado de emergencia en las provincias que limitan con Chile y otros países de la región.
Los Estados frente a las oleadas migratorias y el aumento del Crimen Organizado Transnacional (COT) deben adoptar políticas en atención al mérito del fenómeno. Si confundimos ambos o los entendemos como dos caras de una misma moneda, podremos restar legitimidad a las propias políticas de las democracias liberales.
En tal sentido, la incompetencia de las instituciones de los Estados en su acción contra el COT tiende a crear condiciones para suprimir libertades, cuestionar el debido proceso y relativizar las garantías fundamentales de las personas migrantes. Esto es lo que termina restando legitimidad a las democracias y de paso nos priva de las oportunidades que nos representan los inmigrantes, en especial en sociedades como la chilena, en la que su población envejece aceleradamente.
Seamos claros, los Estados requieren implementar medidas eficientes para evitar la inmigración desbocada a la que hoy asistimos, y para ello debe colocar a disposición todas sus capacidades, sin embargo, no deben renunciar a la comprensión del fenómeno desde sus causas, además de diferenciarlo del COT.
En efecto, el COT debe ser neutralizado antes de que corrompa más el tejido social, la salud física y mental de los compatriotas y se enquiste más severamente en las instituciones de la República. Por ello, el mensaje de las autoridades no puede ser confuso, ni falto de voluntad.
En ese sentido, hoy Chile y Perú deben estrechar sus lazos, para de manera conjunta mejorar la seguridad en las fronteras, sin que la acción se limite únicamente a ello, sino que debiésemos impulsar una coordinación que supere el resguardo militar. Es el momento de avanzar en el robustecimiento de las confianzas mutuas, mejorando así el acceso a información de parte de los servicios de inteligencia, y, sobre todo, impulsar propuestas que apunten hacia el establecimiento de estrategias compartidas frente al COT.
Por ello, el anuncio realizado en Tacna por el Presidente Jerí puede ser considerado como una oportunidad para avanzar en una estrategia binacional multisectorial, a la que pudieran con el tiempo sumarse otros países de la región.
En consecuencia, se requiere acciones eficientes y efectivas desde la cooperación binacional, de otro modo, seguiremos abonando a los populismos que están ganando terreno en el sistema internacional a través de propuestas que separan a hijos de sus padres, entre otras medidas que en los hechos van erosionando la razón de ser -política y jurídica- de las democracias y el Estado de Derecho.
Por Jaime Abedrapo, director Centro Derecho Público y Sociedad USS
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