SEÑOR DIRECTOR:

Dos mil años antes de Cristo, el hombre comenzó a marcar al ganado con un hierro candente para identificar a sus propietarios.

En 1939, los oficiales nazis obligaron a los judíos residentes en las ciudades alemanas a portar la estrella de David en su ropa como una marca segregadora, antes de recluirlos en guetos o deportarlos a los campos de concentración.

En 2024, un grupo de estudiantes universitarios chilenos, que denuncian las atrocidades de una guerra en Gaza, marcan a sus profesores para permitir su ingreso a los campus donde Andrés Bello pensó a la Universidad de Chile como un espacio de libertad, y a la libertad como “contrapuesta (...) a la docilidad servil que lo recibe todo sin examen”.

Una paradoja en tiempos de la cultura de la cancelación.

Nicolás Ocaranza

Vicerrector académico, U. Mayor