Paula

Diálogo abierto: ¿Qué cambios quieres en Chile?

Nos gusta conversar. Escuchar. Debatir. Discutir. Argumentar. Plantearnos dudas. Y cambiar de opinión.

Nos gusta entender lo que no sabemos a través de la experiencia de otras y de otros. Nos gusta confiar en que quienes han vivido lo que nosotras no pueden ayudarnos a aprender cosas que sin los demás nunca lograríamos ni siquiera imaginar.

El proyecto de Paula se ha construido y conformado como un espacio colectivo. Porque creemos en nuestras diferencias, pero sobre todo en nuestras similitudes. Y en que juntas y juntos somos más.

Estamos felices y expectantes de la posibilidad que tenemos este domingo como país de escuchar lo que pensamos y queremos como ciudadanas y ciudadanos. Porque el diálogo siempre es un valor. Atrevámonos a decir qué es lo que necesitamos. Escuchémonos. Entendámonos. Alcemos la voz.

Amalia Recabarren (24), estudiante de sociología

Escuchar a la gente

"La posibilidad de votar por una nueva Constitución es una oportunidad histórica para reconstruir la confianza y escribir un pacto que sea más representativo. Es la base común desde la cual podemos construir un país más justo. También es importante porque es una manera de mostrar que hay una sensación común de querer cambiar. Esto no se trata solamente de una discusión entre izquierda y derecha, se trata de una discusión ciudadana.

Los que se oponen al cambio de la Constitución han usado como argumento que un nuevo texto no cambiaría nada. Efectivamente no es una solución mágica, va a requerir de mucho trabajo, pero el solo hecho de tener una escrita en democracia y a propósito de una necesidad que surgió desde el pueblo, y de poder elegir quiénes la van a escribir, ya implica un gran cambio. Eso va a permitir que la Constitución, en vez de ser una piedra de tope, sea una base para realizar cambios sociales.

El feminismo es un gran puntapié para muchos otros movimientos sociales. Porque se ha encargado de demostrar que la desigualdad está en todo; los actos cotidianos, los micromachismos y los discursos que perpetúan las diferencias. También ha hecho visible las desigualdades que se cruzan con la de género, relacionadas a las clases sociales, etnias, razas e identidades sexuales. Ha revelado que los discursos morales han sido muy rígidos y demonizantes de ciertas libertades. Por eso urge una Constitución que sea escrita de manera paritaria y en la que se garanticen los derechos y libertades de la mujer. Una Constitución que consagre el derecho a la libertad, el derecho a la salud, a la educación".

Olivia Contreras (35), bailarina carnavalera

“Nos ha enfermado la normalización de la inmunidad, la precarización de la vida, el despojo de nuestros derechos y de nuestra identidad. Este sistema superpone lo individual a lo colectivo, y contra eso estamos manifestándonos”.

Inés Erazo (102), ama de casa

Poder y deber votar

“Cuando era niña mi papá perdió su casa y nos tuvimos que venir de San Felipe a Santiago. En ese momento estudiaba música en el Conservatorio y mi madre, que era muy machista, solo dejó que mis hermanos siguieran estudiando. Desde ese momento me empecé a interesar por el derecho de las mujeres. Y uno de ellos era el derecho a voto. Por eso, el año 34, cuando se aprobó el voto femenino para las elecciones municipales, convencí a mi mamá de que fuera a votar. Nos costó, porque ella no quería. Pero al final lo hizo. Yo solo tenía 16 años, pero en 1949 pude elegir Presidente por primera vez, fue un momento emocionante. Por eso es que ahora también voy a ir a votar, por las nuevas generaciones. Por mis nietas, nietos, bisnietas y bisnietos. Siempre digo que soy feminista por derecho propio”.

Carola Aravena (33), ilustradora

Dejar el miedo atrás

“Estamos viviendo una nueva ola feminista tanto a nivel mundial como a nivel íntimo, personal y espiritual, a la que es imposible no reaccionar. Por eso es importante que las demandas que se van a discutir para la redacción de una nueva Constitución tengan una perspectiva y un enfoque feministas, que a su vez represente a distintos sectores de la diversidad que hay entre las mujeres. Es un momento histórico y necesario. Un proceso que nos invita a dialogar y construir, entre todas y todos, la sociedad que queremos para el futuro. Una sociedad respetuosa de todos los sectores que la conforman. Y para que esto ocurra el país debe dejar de hacerse cargo de sus problemas con la estrategia del miedo. El momento que vivimos exige un cambio democrático en donde se respete e integre la diversidad. Eso implica apertura al diálogo, sobre todo con los pueblos originarios, cuya cosmovisión nos invita a entender la vida de una manera mucho más equilibrada y de la cual tenemos mucho que aprender”.

Ofelia Munizaga (26), cantante y vocalista de Tierra Inquieta.

“Voto porque es fundamental realizar una acción cívica en la que todas y todos puedan participar y plantear sus preocupaciones y demandas. Antes del estallido social no nos estábamos nutriendo el uno del otro. Todavía estamos muy ensimismados, pero lo podemos revertir. Para eso no podemos dejar de escucharnos, porque todo lo que está pasando se dio gracias a nuestra organización”.

Amanda González (92), profesora jubilada

En nombre del hijo

"Tenía 45 años cuando mi hijo Alejandro fue detenido y desaparecido. Era el 30 de julio de 1974, él tenía 22 años, estudiaba en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Chile y militaba hacía poco en la Juventud Socialista de Chile. Su esposa tenía por ese entonces siete meses de embarazo. Hasta ese día nunca me había interesado en la política y no estaba al tanto de la gravedad del contexto local. Para mí solo existían la escuela en la que trabajaba y mis seis hijos, pero cuando Alejandro fue secuestrado salí de esa burbuja. En ese entonces aún no se hablaba de detenidos desaparecidos, solamente de detenidos. Y yo estaba determinada a encontrarlo.

Mi vida cambió de manera radical. Me junté con otras madres compañeras, nos organizamos e hicimos filas interminables para preguntar dónde estaban nuestros hijos. Y aunque nunca se nos respondió, tampoco nunca hemos dejado de buscar. Junto a mí siempre estuvieron las otras madres pertenecientes a la Agrupación de los Familiares de Detenidos Desaparecidos. Hacíamos marchas, nos preocupábamos de divulgar la información y tocábamos millones de puertas. Una vez me dijeron ‘por qué vienes si tu hijo ya está muerto’. Esas son cosas que jamás podré olvidar.

Por eso votaré en el próximo Plebiscito Nacional. Para que haya respeto por la vida y por los derechos humanos; para que no sigan quitándoles la visión a los jóvenes, que es de lo más hermoso que nos da la vida; para que cambien las pensiones de los jubilados; para que la salud sea para todos y no se tenga que morir alguien por no tener plata. Para que la educación sea de calidad y transversal. Porque quiero y necesito que cambie esta Constitución que fue escrita en dictadura".

Zoe Zabala (22), estudiante de Ciencias Políticas

“El feminismo traspasa el sexo biológico. Apela a la emancipación de grupos que han sido históricamente excluidos. En 2020 tienes que ser feminista si buscas derechos, dignidad e igualdad entre todos los seres humanos”.

Camila Valenzuela (34), escritora

Perspectiva feminista

“Quiero pensiones dignas, acceso a la salud y a una educación de calidad. Que la cultura salga de los márgenes y sea valorada, que los pueblos originarios sean escuchados y no oprimidos. Quiero que exista perspectiva de género en la justicia y en todas las instituciones, y que se respete el medioambiente. Vivir en un país justo, igualitario y libre. Por primera vez en la historia tenemos la posibilidad de crear una Constitución que nos represente a todas y todos, que no estará hecha –como ha sucedido históricamente en Chile– por hombres blancos pertenecientes a la élite. Esta vez la haremos en las casas, en las calles y muy especialmente a través del voto. Y en este proceso la participación femenina es muy importante. El pensamiento feminista se ha reconfigurado durante los últimos años no solo en Chile, sino también en el mundo. Si bien las mujeres siempre hemos participado de los movimientos sociales y hemos luchado por ampliar los límites democráticos, este es un momento histórico y el feminismo debe plasmarse en esta nueva Constitución”.

Tamara García (27), diseñadora

“Es momento de que tengamos una Constitución que escuche las voces que hasta ahora han sido calladas. Chile ya cambió, lo que no ha cambiado son sus instituciones y aquellos que hablan por el resto”.

Mercedes Argudin (24), técnica en energías renovables

Representación heterogénea

“Ha habido una invisibilización histórica hacia la población afrochilena, y ahora que somos muchos solo se nos ve como un cuerpo negro que se asocia a la migración. Pero lo cierto es que nacimos en el territorio chileno y somos chilenos. Hay que empezar a descolonizar nuestros pensamientos, porque autorreconocerse afrofeminista en Chile implica reconocerse como una persona negra, como una mujer negra y feminista. Y es desde ahí que se entiende el cruce de las opresiones. Creo que las mujeres somos el motor de casi todas las revoluciones sociales de la historia. Y es por eso que tenemos que ir a votar ahora: para hacernos responsables de nuestro rol como ciudadanas sujetas de derecho, con responsabilidades cívicas”.

Francisca Fernández (37), ecóloga paisajista y arquitecta del paisaje

Pensar en el medioambiente

“Hay muchas cosas que cambiar en Chile, pero existe una forma instalada de ver el cambio que viene desde el miedo a ser distintas y distintos. Debemos entender que no tenemos por qué vivir de la manera que aprendimos, que es posible avanzar en muchos aspectos necesarios para que estemos mejor como sociedad. Por eso es tan importante ir a votar, porque es la oportunidad de ser parte de un momento histórico que nos invita a dar nuestra opinión y replantearnos cómo queremos ser. Es importante que esta nueva Constitución considere los temas ambientales, por- que nuestro bienestar y el de todos los seres vivos depende de la valoración y conservación de nuestros ecosistemas, del respeto por el medioambiente, la biodiversidad, el agua y el suelo. Y es que somos el único país en el mundo con aguas privatizadas y donde no se respetan las necesidades locales. Por eso es urgente la definición de políticas medioambientales que regulen al mercado y que pongan por sobre éste el valor de la vida”.

Francisca Espinosa (28), periodista

Empezar a vivir

“Hemos pasado años deprimidos, frustrados, viviendo una realidad dura en la que todo cuesta caro y en la que predomina una clase política que solo vela por sus propios intereses. Y el hecho de tener la posibilidad de cambiar eso me emociona. No soy nadie para decirle al otro que vaya a votar, pero le diría a la gente que se haga escuchar. Yo quiero escucharlos, yo quiero saber cómo están. En este tiempo he estado muy reflexiva y vulnerable. El país se está reescribiendo, pero junto a él, yo también. Y creo que somos muchos los que empezamos a cuestionar nuestros valores, formas de vida y lo involucrados que estábamos o no con nuestra comunidad. ¿Sabemos realmente qué le está pasando al otro? Yo quiero vivir en un país en el que haya salud y educación para todos, que no importe el apellido, que no haya brecha de género, que los trabajos sean bien pagados y que importe la salud mental. Un país en el que se pueda vivir y no sobrevivir”.

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