¿Estamos listos para extender el post natal?

Que seis meses es el periodo ideal para que una madre esté con su hijo después del parto no lo discute nadie. Pero nuestra tasa de participación laboral femenina es más baja que la de países desarrollados, y sólo 47% de las mujeres que sí trabajan accede a un subsidio maternal.




"Extenderemos el post natal a 6 meses y lo flexibilizaremos de manera que la mujer pueda incorporarse de manera gradual al trabajo durante los últimos meses", prometía el programa de gobierno de Sebastián Piñera cuando era candidato a la presidencia.

Eduardo Frei y Marco Enríquez-Ominami también propusieron ampliar el post natal de los actuales 3 meses a 6, avalados por el amplio consenso sobre los enormes beneficios que tiene para un niño ser cuidado exclusivamente por su madre los primeros 6 meses de vida.

Pero otra cosa es con guitarra. A principios de agosto la comisión experta, que por mandato presidencial convocó la ministra del Sernam para elaborar una propuesta, concluyó que no había que extender el post natal. Ahora se habla de permisos parentales, flexibilidad, medias jornadas. De los 6 meses, nada.

¿Qué pasó?

Pasa que sólo 47% de las mujeres que trabaja recibe subsidio post natal: aquellas que tienen contrato indefinido e imposiciones. El 53% restante –mujeres que realizan trabajos informales y pertenecen a los sectores más vulnerables–, no.

Pasa que la última encuesta Casen muestra que más de la mitad de los recursos del subsidio maternal van a parar a las mujeres del quintil más alto de ingresos.

Pasa que Chile ocupa el lugar 112 de 134 países del mundo en términos de oportunidades de acceso al trabajo y generación de ingreso para las mujeres, a la altura de los países más atrasados del planeta.

Y existen serias dudas entre los expertos en trabajo de que un post natal más largo va a empeorar esta situación. Sin ir más lejos, 68% de las chilenas piensa que extender el post natal afectará el empleo, según un informe que elaboró Comunidad Mujer en abril de este año.

Pero, por otro lado, hay una fuerte presión por cumplir la promesa de campaña, y los especialistas en infancia temprana –médicos, sicólogos y la misma Organización Mundial de la Salud– insisten en que es fundamental para el desarrollo de los niños y, por tanto, del país, que ellos reciban lactancia exclusiva durante al menos 6 meses.

El debate continúa. Aquí, 10 argumentos a favor y en contra para aportar a la discusión.

1. No extenderlo, flexibilizarlo

Argumenta la Comisión Asesora Presidencial Mujer, Trabajo y Maternidad. Esta comisión fue creada por la ministra del Sernam, Carolina Schmidt, para cumplir el encargo del Presidente Piñera de hacer "una cirugía mayor a la legislación laboral relacionada con la protección de la maternidad".

La integraron 14 especialistas de distintas áreas e ideologías que, tras 3 meses de trabajo, recomendaron no modificar los actuales permisos de pre y post natal, de 6 y 12 semanas respectivamente.

"Chile ya está en el promedio de los permisos maternales de los países desarrollados y por sobre el promedio de los de Latinoamérica, pero al mismo tiempo tiene una de las tasas de participación laboral femenina más bajas de la región", dice la abogada María Gracia Cariola, presidenta de la comisión.

"No se sabe el efecto que puede provocar un aumento del post natal a 6 meses irrenunciables en la empleabilidad de la mujer, pero podría tener un efecto negativo. Además, en ningún país donde el post natal sea más largo que en Chile ha habido extensiones tan radicales como duplicarlo, sino que se va extendiendo de a poco y en modalidades flexibles, no sólo para la mujer sino para la familia. Por lo tanto, es un contrasentido que en un país no del todo desarrollado como el nuestro se establezca un post natal de 6 meses".

En el documento presentado al Presidente como hoja de ruta para elaborar un proyecto de ley, la comisión propuso: Agregar un permiso post natal parental, alternable entre el padre y la madre, al post natal de 3 meses.

Puede ser voluntario y flexible (por un máximo de 6 semanas en jornada completa o de 12 semanas en media jornada) o irrenunciable (por 4 semanas en jornada completa u 8 en media jornada).

Extender el subsidio maternal a todas las mujeres que han ejercido alguna actividad laboral acreditada durante un periodo mínimo en el año anterior a producirse el embarazo.

Mantener el prenatal en 6 semanas, pero que la madre pueda optar por trasladar 15 días de este permiso al post natal. Además, que el tiempo de prenatal que no se utilice en caso de partos prematuros se traslade automáticamente al post natal.

Derogar el artículo 203 del Código del Trabajo, que exige a las empresas con 20 o más trabajadoras a financiar una sala cuna, y reemplazarlo por el derecho a sala cuna –subsidiado por el Estado– para todos los hijos de madres y padres trabajadores.

2. El post natal sólo beneficia a las mujeres más ricas

Argumenta Victoria Hurtado, economista y abogada, actual directora ejecutiva de Foro Innovación.

La extensión del post natal, que actualmente beneficia a 47% de las mujeres trabajadoras (aquellas que tienen contrato indefinido e imposiciones), es una política pública regresiva.

Es plata del Estado que iría directo al bolsillo de la mujer ya instalada en el mercado formal: el grupo de mujeres que precisamente está en los estratos sociales más acomodados.

Si bien este grupo necesita ejercer una crianza más integral, ésta es una necesidad de todas las madres chilenas y es esencial intentar extender este derecho a todas ellas.

Por otra parte, Chile necesita urgentemente aumentar la contratación de mujeres a través de su ingreso al mercado formal, lograr este aumento mejoraría el ingreso de muchos hogares y las posibilidades de muchos niños.

Claramente un post natal de seis meses ejercería fuerte presión para no contratar a mujeres que puedan tener planes de familia e iría en contra de este objetivo que es fundamental.

Aunque ésta es una discriminación que hay que atacar más allá del post natal que se establezca, no podemos negar que, desgraciadamente, se vería afectada la contratación femenina por la política de post natal ampliada y no flexible.

3. Hay que eliminar el pre natal

Argumenta Andrea Huneeus, gineco-obstetra de Clínica Alemana.

Si me preguntan por una fórmula más realista de post natal, yo sacaría el pre natal, agregando un reglamento de condiciones laborales para la mujer embarazada como evitar los trabajos que impliquen fuerza física, desplazamientos extensos o turnos de noche. Sólo les daría licencia a los embarazos patológicos.

Los 42 días del prenatal los pasaría a los 84 de post natal y agregaría un mes de licencia post natal obligatoria al padre. Así compensamos algo la discriminación laboral por sexo y cumplimos con el objetivo de cuidados exclusivos para el hijo los 6 primeros meses de vida.

4. Seis meses es poco, lo ideal es un un año

Argumenta Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

"Según estudios, el apego se construye durante los 2 primeros años de vida y es muy importante para el desarrollo físico y sicosocial del niño. Recién al término del primer año el apego está más constituido, por eso la Universidad de Chile plantea que lo óptimo sería que el post natal se extendiera por un año", dice.

Pero en este primer año, ¿es necesario que la madre esté todo el día con su guagua? El escenario ideal es que la madre esté al menos los primeros 6 meses, por el tema de la lactancia. Después del sexto mes se puede pensar en combinar periodos de estancia del niño con la madre y con el padre.

Entonces, ¿no está de acuerdo con que el post natal sea flexible a partir del tercer mes?

Habría que crear las condiciones para que eso fuera posible. Mirando nuestra realidad, muchas mujeres trabajadoras tienenque desplazarse largos trayectos entre la casa y el lugar donde trabajan,y una media jornada puede perfectamente transformarse en jornada completa, porque se demoran 2 horas en ir y en venir.

¿Cree que tal como están las cosas podemos extenderlo sin riesgo de que se discrimine aún más a la mujer en las contrataciones?

Yo creo que se les ha infundido ese temor a las mujeres, de que van a tener menos oportunidades laborales con un post natal más extenso. Pero hoy las mujeres están teniendo en promedio 1 ó 2 hijos: estamos hablando de que durante toda la vida laboral de la trabajadora, el post natal va a ser un periodo súper acotado.

En términos de recursos, además, estamos en un país con un nivel de crecimiento económico que hace absolutamente posible que se asuma ese mayor gasto, que no es un gasto: es una inversión, porque vamos a ahorrar por otros lados.

La lactancia materna aporta no sólo los nutrientes que el niño necesita, sino defensas al corto plazo (porque traspasa anticuerpos), lo cual produce menos resfríos y diarreas, y a largo plazo produce un desarrollo más fuerte del sistema inmunológico.

Eso incide en menos enfermedades a futuro. También previene la obesidad en los niños. Y, en la madre, la lactancia prolongada disminuye las probabilidades de tener cáncer de mamas y de endometrio. Así que si los niños son amamantados hasta los seis meses, hay menos gastos médicos y se ahorra en los productos sustitutos de la leche materna, que son muy caros. Además del ahorro en licencias maternas.

5. Las licencias van a disminuir con un post natal de seis meses

Argumenta Francisca Dussaillant, economista y académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo.

En Chile, alrededor de 60% de las licencias por enfermedad de hijo menor de un año corresponde a reflujo gastroesofágico. En la evidencia internacional, sin embargo, la incidencia de esta enfermedad alcanza sólo 0,3% de los menores de un año.

Es evidente que hay un abuso de este tipo de licencias, que disminuiría si se aumentara el post natal, por la simple razón de que se acorta el periodo en que la madre puede pedirla.

Además, la mayor parte de las licencias por enfermedad grave del hijo menor de un año se concentran entre los 3 y los 6 meses de edad. Es esperable, entonces, que aumentar el post natal a 6 meses reduciría el gasto en licencias, que en 2009 fue de $ 83.485 millones, 68% de lo que se gastó en los subsidios de pre y post natal.

Sin embargo, también es clave que aumente la fiscalización y multas por malas prácticas en el otorgamiento de licencias médicas. Ésta es una de las propuestas incluidas en el paquete de medidas de la Comisión Mujer, Trabajo y Maternidad.

6. Lo mejor es la reincorporación gradual

2 Experiencias en grandes empresas:

•Cuando fue gerenta general de Sercotec (Servicio de Cooperación Técnica, donde trabajan cerca de 100 mujeres) Cristina Orellana, hoy directora ejecutiva del Centro Democracia y Comunidad, ideó un sistema para que las madres se reincorporaran gradualmente al trabajo después de los 3 meses de post natal: a las 2 horas diarias que tienen por ley para el amamantamiento, se agregaron 3 horas más durante 6 meses.

Es decir, durante ese periodo la trabajadora cumple media jornada y recibe un sueldo de jornada completa. Este sistema es optativo para cada trabajadora.

• Este año se implementó en Falabella –que tiene 66% de trabajadoras mujeres– la primera etapa del programa Post natal Flexible: una vez que finaliza el post natal de 3 meses, las mujeres que se reincorporan al trabajo pueden irse a sus casas a las 14 hrs los dos primeros meses, y los dos meses siguientes a las 16 hrs. Se mantiene 100% de la remuneración y se incluye una colación saludable y un lactario.

7. El post natal debe ser compartido con el padre

Argumenta Eduardo Caamaño, doctor en Derecho Laboral de la Universidad de Colonia y profesor de la Universidad Católica de Valparaíso.

"En el sistema legal actual, la protección de la maternidad es un lastre que implica costos y discriminaciones que limitan el empleo femenino.

Por lo tanto, creo que el aumento del tiempo actual para asumir cuidado debe ser obligatorio –vale decir un derecho irrenunciable–, se debe reconocer a hombres y mujeres por igual, y debe ser flexible (poder elegir: me quedo en la casa todo el día, trabajo a tiempo parcial o bien por teletrabajo).

Por eso me parece interesante la creación de un post natal parental, ya que se centra en lo que es puramente cuidado del niño y porque incorpora al padre".

8. No sirve compartir el post natal con el padre

Opina Francisca Montedónico, sicóloga infantil especializada en niños y adolescentes y fundadora del grupo Espacio Crianza

"Estoy de acuerdo con la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos, pero desde el sicoanálisis hay una serie de autores –Laura Gutman, Donald Winnicott, Françoise Dolto– que entienden los primeros meses después del parto como una díada entre madre e hijo: una fusión emocional entre los dos.

Esta conexión profunda disminuye gradualmente –a medida que el niño empieza a gatear, a explorar el mundo– y en total dura unos 2 años, pero en las sociedades occidentales el destete se produce mucho antes. Ponemos a los niños en otra pieza por ejemplo, algo impensado en Japón y otras culturas orientales.

Tendemos a separar a los niños de su madre muy pronto para que ella vuelva a ser productiva. Por algo, lo mejor que te pueden decir es: '¡Ni se te nota que tuviste un hijo!': tenemos un afán por volver a la normalidad y no reconocer la maternidad como un estado distinto.

Por eso, cuando se habla de un post natal de 6 meses, es lo mínimo. Y si a ese mínimo le sacamos 3 meses para compartirlos con el padre, eso es mezclar peras con manzanas. Padre y madre cumplen funciones distintas; frecuentemente el padre es el sostén emocional de la mamá durante los primeros meses después del nacimiento de un hijo.

Los padres deberían tener su propio post natal de 2 ó 3 meses, pero aparte de los 6 meses de la madre".

9. Más que un post natal, hacen falta salas cuna para la clase media

Argumenta Ximena Ossandón, directora de la Junji.

La vicepresidenta ejecutiva de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, Ximena Ossandón, aclara que 67% de las mamás que tienen a sus hijos en las salas cuna y jardines infantiles de la Junji trabaja en el sistema informal: por lo tanto, como no cotizan ni tienen contrato, no se beneficiarán de una extensión del post natal.

"Si queremos que la mujer se inserte en el mercado laboral sin dejar la maternidad, yo creo que el gobierno debería poner el foco en crear salas cuna y jardines subvencionados.

Porque la potencial fuerza laboral de la mujer en este minuto está en la clase media, que no puede adherir al sistema Junji pero tampoco gana lo suficiente para dejar al niño en una sala cuna o jardín particular. Si se crean salas cuna y jardines intermedios –que cuesten 30 ó 50 mil pesos y que la otra parte la ponga el Estado, como los colegios particulares subvencionados– se beneficiaría a los grupos medios.

Además, yo pondría a grandes y medianos empresarios en la mesa y les preguntaría qué incentivos necesitan por parte del Estado para contratar a más mujeres, y que los que tienen muchas mujeres contratadas expliquen cómo se las arreglan".

10. Si se aumenta el post natal, los pequeños empresario evitarán contratar mujeres

Argumenta Mónica Lobos, directora de la Confederación Unida de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas y presidenta del gremio Empremujer.

"Soy empresaria del rubro textil hace 25 años. Tengo una micro empresa de fabricación de cortinas y sábanas donde trabajan 12 empleadas mujeres y 2 hombres.

Cuando en una empresa chica como la mía se te va una trabajadora con post natal, no puedes darte el lujo de no reemplazarla. En principio no es un problema de plata, porque el Estado paga la licencia: el problema es que el post natal, en la práctica, nunca dura tres meses. Dura entre 8 meses y 1 año. Ahí empiezan los problemas, porque por ley, después de 3 meses hay que contratar a la persona que está haciendo el reemplazo.

Además, cada vez que tomas un reemplazo tienes que enseñarle los procesos de corte, costura y embalaje, y eso demora un tiempo, y pasa que cuando ya aprende, vuelve la mujer de su post natal. También ocurre que la madre vuelve a medias, porque empieza a tirar licencias médicas, entonces unos días está, otros días no.

Además, se va a la casa a amamantar y, en la práctica, se demora bastante y eso implica que el rendimiento sea mucho menor; siendo que los empleadores estamos pagándole el sueldo nuevamente. Una vez me pasó que la mujer que estaba haciendo el reemplazo también se embarazó y tuve que tomar a una tercera persona. Entonces vas sumando sueldos que no estaban en el presupuesto.

Yo tengo tres hijas y dos nietos y, como mujer, me involucro emocionalmente. Cuando veo a una nieta enferma, le digo a mi hija: claro que tienes que quedarte en la casa y cuidarla. Pero como empresaria, es muy complejo: a veces he pensado en trabajar sólo con hombres.

Por eso creo que, teóricamente, un post natal de 6 meses sería lo mejor: está comprobado que es el periodo ideal de lactancia. Pero sólo aprobaría la medida si se asegurara que la reincorporación de la mujer al trabajo al cabo de los 6 meses va a ser real.

Porque la realidad hoy, en mi experiencia, es que más de 70% de las mujeres tira licencia durante 1 año. Entonces, ¿vale la pena toda esta discusión, si igual se van a seguir usando esta cantidad de licencias? Si de verdad las mujeres se tomaran los 6 meses, genial. Pero tengo grandes dudas respecto a eso".

Aclaración de Francisca Montedonico sobre sus comentarios en este reportaje

"Padre y madre cumplen roles distintos pero ambos importantes y necesarios para el desarrollo y bienestar de los hijos. Lo que sí es fundamental, es destacar que, desde distintas vertientes científicas, se considera el rol de la madre y su presencia constante como esencial durante los primeros meses de vida del bebé, debido por una parte, a la fusión emocional entre madre e hijo, y por otra, a la lactancia. Durante esta etapa, el padre también se vincula emocionalmente con su hijo, pero cumple un rol aún más preponderante como sostén emocional de la díada mamá-bebé.

Mi comentario respecto a lo poco apropiado de compartir el postnatal con el padre se refiere específicamente al hecho de que, en su propuesta, la Comisión Mujer Trabajo y Maternidad postula que, para promover la co-responsabilidad de ambos padres en la crianza de sus hijos, en lugar de extender el postnatal a 6 meses, se crearía un permiso parental de 4 a 6 semanas (posteriores al postnatal de 84 días), que podría ser utilizado por cualquiera de los padres. En relación a esta propuesta, mi comentario fue que incorporar al padre en el cuidado de los niños me parece fundamental, pero que si eso implica que la mujer tendría menos de 6 meses de postnatal, entonces no me parece correcto ya que de esta manera no se cumple con el objetivo de promover la lactancia exclusiva hasta los 6 meses, ni con la protección al vínculo de la díada mamá-bebé (que es lo que beneficia la salud física y emocional de los niños, y que constituye la base de la presentación de espaciocrianza al debate sobre este tema). Mi sugerencia fue que se otorgara un permiso (parental o postnatal) al padre, independiente del de la madre, y que él pudiera tomar, ya sea durante las primeras semanas después del nacimiento de su hijo (junto a la madre, de manera de compartir esos primeros momentos), o después de los 6 meses, dependiendo de las necesidades de cada familia."

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