Glosario poliamoroso: “Cuando las cosas son nombradas, se reconoce su existencia”




El poliamor, que nada tiene de nuevo, es uno de los modelos relacionales que ocupan quienes optan por amar a través de una no monogamia. Dentro de él, existen diversos conceptos que han sido creados por la comunidad o resignificados a partir de palabras utilizadas comúnmente en relaciones monógamas. En el fondo, a través del lenguaje, quienes practican el poliamor, le han puesto nombre a la realidad que viven para hacerla tangible para el resto de la sociedad. Y es que ponerle nombre a las cosas, es clave para concretizar y hacer visible una realidad, dice Viviana Ávila, profesora de Lengua Castellana y escritora feminista, quien asegura que a partir de un concepto mayor se va desarrollando un vocabulario a su alrededor que le da vida y cualidades, atribuyéndole cierto significado para poder aprehenderlo y enseñarle a la población al respecto. “A partir de esta nueva concepción como término guía, surgen nuevos términos que sirven para explicar o darle vida a esta práctica amorosa. Y de ahí la importancia, porque cuando a un concepto comienza a atribuírsele un significado, un simbolismo y todo lo que está relacionado a éste es nombrado, se reconoce su existencia”, explica.

Justamente, en un estudio de 2006, Ani Ritchie y Meg Barker proponen que estos términos se desarrollan para dar sentido a las identidades, las prácticas y las emociones contra hegemónicas; que el lenguaje inventado construye fronteras en torno a la mononorma y desafían la visión dominante sobre lo que “debe ser” en las relaciones. Al respecto, June García, escritora feminista que imparte un popular taller de lectura llamado NeoAmor, se pregunta: ¿Existe tu relación, si no existe un nombre para ponerle? “Las comunidades de las no monogamias han tenido que hacer el esfuerzo de inventar otras palabras y también de darle una vuelta a ciertas connotaciones sobre ciertos términos. Da risa que se inventen tantas cosas, pero creo que ha sido algo súper necesario porque en el fondo, ¿cómo nombramos eso que tenemos si se nos dice que no existe esa posibilidad?”, asegura.

En el libro (H)amor¹, la escritora y activista de las relaciones sexoafectivas disidentes, Brigitte Vasallo, asegura que los términos que se utilizan en el poliamor “son la apertura de un espacio para construcciones personales y disidentes que nos ayudan a crear relaciones”. Y son estos los términos que también nos permitirán desenredar esa enmarañada madeja que es la realidad poliamorosa.

Glosario poliamoroso

  • Poliamor: Relación sexo-afectiva que se mantiene entre dos o más personas, con el consentimiento de todas ellas. Este tipo de relación no busca exclusividad emocional ni sexual y nace como una opción ante la monogamia. La palabra poliamor fue acuñada a principios del siglo XX, a partir del griego ‘poli’, que significa ‘muchos’ y del latín ‘amor’. Desde entonces, ha ido evolucionando hacia un modelo relacional que propone la importancia de los acuerdos y de las necesidades particulares de cada integrante de la relación.
  • Metamor: Es el amor de tu amor. Es la pareja o vínculo de tu pareja de la cual se tiene conocimiento. En las relaciones monógamas, cuando una infidelidad ocurre, a esta figura se le llama amante.
  • Anarquía Relacional: Es un modelo donde se abandonan las etiquetas preestablecidas para asegurarse de atender las necesidades particulares de cada relación. Se enfoca en la transparencia radical, respeto por la agencia del otro y compromiso para crear acuerdos flexibles. En 2006, Andie Nordgen popularizó el término en su texto Breve manifiesto de la Anarquía Relacional, donde plantea la posibilidad de dar prioridad a las relaciones según nuestros valores, necesidades y acuerdos particulares, en vez de su categoría social, como la amistad, la familia o la pareja. Cuestiona la práctica hegemónica que posiciona las relaciones sexoafectivas por encima de otros vínculos, y pone en duda toda autoridad que imponga un “deber ser” en las relaciones.
  • Jerarquía: Es la prioridad establecida de una relación sobre otra. Para el poliamor, la jerarquía monógama según la cual la pareja es el vínculo superior, debe ser replanteada y dirigida hacia un lugar en que la pareja no sea necesariamente el vínculo más importante de nuestras vidas, sino que pensar en quiénes son realmente importantes para nosotras y no para la sociedad. Según la guía More Than Two, A practical guide to ethical polyamory, la jerarquía es la capacidad de una relación de decidir sobre otra, que está inmersa en una dinámica de poder, donde existen relaciones primarias y secundarias y que, a partir de ello, los integrantes de esas relaciones definen sus prioridades.
  • Energía de la nueva relación (ENR): Es el subidón, hormonal incluso, que provoca el comienzo de una nueva relación, que involucra el estado de enamoramiento, junto a una sensación de Luna de Miel. Para las corrientes de amor ético, es importante estar conscientes de cuándo estamos bajo el ENR para así no descuidar otros vínculos.
  • Polícula: Red afectiva conformada por un grupo de personas relacionadas emocionalmente con las que se tiene un vínculo íntimo y profundo, que nace como una manera contra hegemónica a las maneras de relacionarse predominantes, como la familia tradicional.
  • Polifake: Aquellas personas que dicen practicar el poliamor, pero que en realidad sus intenciones son distintas a las que propone esta forma de amor. Se le llama fake porque su comportamiento es falso o engañoso.
  • Unicornio: Es una persona bisexual u homosexual que es buscada por parejas con el objetivo de tener sólo interacción sexual y, por ende, no participan de las dinámicas internas ni en las decisiones o acuerdos de cada pareja. Se le llama Unicornio porque es raro y difícil de encontrar.
  • One penis policy: La política de ‘sólo un pene’ se da cuando en una pareja heterosexual poliamorosa se acuerda que la mujer sí puede tener otras relaciones sexuales o afectivas, mientras estas sean sólo con mujeres. El problema de esta práctica, aluden los teóricos del poliamor, es que se ejerce control sobre la otra persona, en vez de enfrentar inseguridades machistas.
  • Comprensión: Para Franklin Veaux y Eve Rickert, coautores de la guía More Than Two, la comprensión se refiere al sentimiento de felicidad que muchas personas experimentan viendo a sus parejas estar felices cuando comparten tiempo con sus otras relaciones amorosas. Se considera un sentimiento opuesto a los celos. “Algunas personas usan la palabra frubbly –felicidad exultante en español– para describir este sentimiento, mientras que para otros, esto puede ser tan eufórico como estar enamorado. Algunas personas no lo experimentan para nada y es normal”, explican.
  • Cometa: Es una relación con alguien que, por cualquiera sea la circunstancia, se le ve muy pocas veces durante el año y pasa fugaz, como una cometa, pero que, al momento de volver a verle, la relación continúa de forma normal.
  • Bisagra o vértice: Es una persona que se encuentra en el vértice entre dos vínculos, que no están relacionados entre sí, pero saben de la existencia del otro. Para la escritora June García, quien es el ‘vértice’ en sus dos relaciones de pololeo, serlo es desafiante en términos de balances. “Para poder equiparar equitativamente a partir de las necesidades de cada uno, he llegado a consensos a través de mucha conversación”, confiesa.

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