
AES Andes defiende en el Congreso el complejo INNA: “Trasladar el proyecto significa cancelarlo”
"¿Estamos aquí fundamentando un proyecto de ley para detener un proyecto?", preguntó el ejecutivo de AES Andes, Luis Sarrás, en la sesión de este miércoles en la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara, donde también participó el Premio Nóbel de Física de 2020, quien pidió resolver el dilema entre la observación astronómica y la energía renovable, construyendo INNA a una mayor distancia.

Ha sido un proyecto de hidrógeno verde con una batalla particular: la astronomía. El proyecto INNA, un complejo de US$ 10 mil millones impulsado por AES Andes, ingresó su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) en diciembre de 2024.
La oposición a la iniciativa ha apuntado a su eventual afectación a los observatorios ubicados en la comuna de Taltal, en la Región de Antofagasta. Actualmente, la tramitación del proyecto se encuentra suspendida hasta el 29 de mayo de 2026, puesto que la firma solicitó más plazo para responder el primer Informe Consolidado.
La discusión tiene otro ingrediente: a inicios de agosto parlamentarios de distintas bancadas ingresaron a la Cámara de Diputadas y Diputados un nuevo proyecto de ley cuyo objetivo es proteger los cielos en áreas con valor científico.
Este miércoles, la Comisión de Medio Ambiente discutió ese proyecto y escuchó al vicepresidente de hidrógeno verde de AES Chile, Luis Sarrás, y al premio Nobel de física 2020, Reinhard Genzel, quien ha liderado programas que han trabajado en los observatorios desarrollados en colaboración con el European Southern Observatory (ESO) en el norte de Chile. La ESO se opone al proyecto INNA.
La ubicación de la iniciativa ha sido foco de discusión puesto que el proyecto INNA se ubicaría a unos 11 kilómetros del observatorio Very Large Telescope (VLT), de acuerdo a un estudio realizado por ESO.
En su exposición, Luis Sarrás defendió la localización del proyecto INNA. “La ubicación del proyecto hoy día está debidamente justificada. El desierto de Chile, es cierto, es grande, pero encontrar una ubicación que permita las condiciones que requiere un proyecto de esta envergadura y esta complejidad no es simple”.
Sarrás dijo que este es un proyecto que va a estar emplazado en la cercanía de Tal Tal y Paposo, y que si bien su área total son 3.000 kilómetros cuadrados, el área realmente iluminada son 180 hectáreas, o un 0,14% del área que hoy día tiene asignada como exclusión la ESO, que son 127.600 hectáreas. El ejecutivo planteó que están “absolutamente fuera” de ese terreno.
“Esto de trasladar un proyecto, que es algo que no existe en la regulación chilena, es una tarea que en la práctica significa cancelar el proyecto y evaluar si uno quiere desarrollar un nuevo proyecto de esta envergadura, de estas características, y para eso hay que encontrar un terreno”.
Sobre el proyecto de ley
Un artículo clave del proyecto de ley discutido este miércoles pone un límite de 70 kilómetros entre los observatorios astronómicos Paranal y Armazones e instalaciones de industrias que afecten la calidad astronómica de los cielos nocturnos.
Así, Sarrás sentenció que “desarrollar un proyecto de ley para resolver lo que hoy se interpreta como una amenaza para los cielos oscuros, probablemente no requiera una ley, sino que requiera más diálogo y requiera aplicar la institucionalidad ambiental”.
Aclaró que “uno de los elementos que hemos tenido en cuenta desde muy al inicio es efectivamente la protección de los cielos oscuros”. “Tenemos la norma lumínica más exigente del mundo”, aseguró en parte de su exposición.
Sarrás agregó que esta “es una ley que podría afectar de manera significativa actividades económicas que son claves para el país. No afecta solamente al proyecto INNA, afecta a la industria minera, que es una industria clave para el país y afecta a la industria energética”.
El representante del proyecto de hidrógeno verde comentó que “si el problema es el proyecto INNA, sinceramente creemos que hay muchas mejores maneras de resolver este tema que desarrollar un proyecto de ley que va a afectar de manera tan significativa al país”.
Sarrás también apuntó a la ESO. “El proyecto fue diseñado (...) para no pasar por los terrenos de la ESO, porque en reiteradas ocasiones nos juntamos con ESO para solicitarle que nos permitieran hacer una línea recta y pasar por ahí, y la respuesta fue: no pasen por nuestros terrenos”.
“En esas ocasiones siempre pregunté: ¿les molesta el proyecto? No nos molesta el proyecto, fue la respuesta. También preguntamos si les interesaba participar en el desarrollo lumínico, y la respuesta fue que no les interesaba", sentenció.
Luis Sarrás concluyó preguntando en la sesión: “¿Estamos aquí fundamentando un proyecto de ley para detener un proyecto? Esa es la impresión que al menos nosotros tenemos de lo que han sido las reuniones previas (...) ¿Tenemos de verdad un problema de coexistencia entre la astronomía y el desarrollo de la industria para el combate climático? ¿No será mejor validar esto con expertos independientes?“.
Nobel de Física: “Hay que resolver este conflicto”
“Soy un astrofísico alemán (...) que se dedica a los estudios de materias como los agujeros negros, el origen y la creación del universo, las cuales son preguntas absolutamente fundamentales de la física moderna y de la astrofísica”, comenzó relatando el Premio Nobel de Física Reinhard Genzel, este miércoles en la Cámara de Diputados.
Genzel dijo que ha podido investigar desde hace 30 años en los observatorios Paranal y Armazones. “Su país es maravilloso. Lo amo, es maravilloso, y tiene características únicas en el desierto de Atacama”, aplaudió.
Junto con defender el trabajo de observación del Universo, también valoró el cuidado de la Tierra y el uso de energías renovables como la fotovoltaica, la solar y el hidrógeno verde.
“Y de alguna manera, estos dos sueños se enfrentan en conflicto. Pero esto no debe ser así. El conflicto que se generó con este proyecto de INNA es solo una problemática porque la empresa intenta construir sus instalaciones muy cerca de los telescopios. No conozco la historia en detalle, pero creo que este dilema puede resolverse y encontrarse un camino para que la empresa construya a mayor distancia de los observatorios. Está en discusión aumentar el radio de protección de 5 kilómetros a 70 u 80 kilómetros, todo esto para resolver el conflicto. Por favor, ayúdense”, clamó en su presentación. “Esto sería un paso hacia adelante, así que les pido de todo corazón que ayuden a evitar o resolver este conflicto”, concluyó.
El representante de AES Andes, Luis Sarrás, dijo estar de acuerdo con Genzen. “Concuerdo plenamente con el premio Nobel que nos acompañó hoy día, en que sería una lástima el dañar los cielos de Chile, pero nosotros tenemos la firme convicción de que eso no va a ocurrir. Y más aún, tenemos la firme convicción de que un proyecto de ley de estas características sí lo podría dañar”, afirmó Sarrás.
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