Guerra comercial sigue en pie entre EEUU y China. Beijing evalúa represalias por si recibe más aranceles

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Las acciones asiáticas ayer cerraron en rojo, reflejando que el temor sigue vigente, pese al pacto alcanzado entre europeos y estadounidenses. Sin embargo, BofA cree que dicho acuerdo facilitará la negociación con China.


Aunque el acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea trajo tranquilidad a los mercados europeos, el conflicto sigue vigente con China y en Beijing así lo entienden. Fuentes cercanas a la administración de Xi Jinping aseguraron a Bloomberg que ya se estudian represalias a cualquier incremento en los aranceles por parte de la Casa Blanca, teniendo presente que Donald Trump ha amenazado con barreras incluso a la totalidad de las importaciones del gigante asiático.

En ese marco, aunque las acciones subieron en el Viejo Continente, 1,18% el Euro Stoxx 50, en Asia la historia fue diferente. Los mercados cayeron de manera generalizada, con especial fuerza en China, donde el CSI 300 cedió 1,16%.

La preocupación de los inversionistas es comprensible, dado que "el crecimiento parece bastante sólido para este año, pero la guerra comercial plantea riesgos", plantea a PULSO David Dollar, ex emisario económico y financiero del Tesoro de EEUU en China, agregando que "tiene sentido que China tome medidas de precaución".

La continuidad del conflicto entre las dos mayores economías globales también inquieta en EEUU. Ejemplo de aquello es lo que ocurre con los productores de soya, cuyas pérdidas potenciales por la guerra comercial con China no se verían compensadas por el pacto alcanzado el miércoles con la Unión Europea.

Según lo consignado por Bloomberg China compró US$12.300 millones de soja el año pasado, en comparación con los US$1.600 millones exportados por el bloque europeo. Incluso si la UE comprara este producto exclusivamente a EEUU, tendría la capacidad de agregar en torno a 10 millones de toneladas de demanda, compensando alrededor del 35% de las 27 millones de toneladas de demanda perdida de China, si la potencia asiática dejara de comprarle a EEUU.

Opciones de distensión

No obstante, David Woo, analista de Bank of America, "la implicación más importante del trato (EEUU-UE) es su posible externalidad positiva: podría ayudar a Trump a traer a la mesa a otros países como Canadá y China. La teoría de juegos nos dice que, en una guerra comercial global, a nadie le gusta que se le excluya de un trato". En ese marco, subraya se ha "reducido el riesgo de una escalada de la guerra comercial global".

Además, dado el positivo resultado de la negociación con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, plantea que "que parece razonable considerar las amenazas proteccionistas del presidente Trump como tácticas de negociación". La tesis de una pronta distensión del conflicto con los chinos, también la respalda la última encuesta de WaPo-Schar, que indica que el 73% de los votantes considera que una guerra comercial con China sería perjudicial para los productos estadounidenses, cifra que si preocupa al presidente estadounidense, de cara a las alecciones legislativas que se celebran en noviembre.

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