Leyendas de la música chilena en el grupo de riesgo

Con más de medio siglo de carrera a cuestas y tras haber sorteado toda clase de adversidades, los históricos del cancionero local enfrentan hoy un reto inédito, lejos de los escenarios y encerrados en sus casas, como parte del grupo etario más vulnerable ante un posible contagio. Aquí, clásicos del rock y la cantautoría cuentan cómo sobrellevan la cuarentena, sus temores y sus deseos para el mundo post-pandemia.


Sergio “Tilo” González, baterista de Congreso: “Creo que es el comienzo de una nueva etapa”

Congreso todavía tiene pendiente el broche de oro de su celebración de 50 años de carrera. Tras mover de diciembre a marzo su espectáculo “Jazz en todas las esquinas”, el último show de su medio siglo de aniversario se postergó para este mes y hoy está en la nebulosa. Lo mismo los integrantes del histórico conjunto quilpueíno, aislados entre sí desde hace más de un mes.

“Con el grupo estamos viendo cómo juntarnos luego, por último a través de pequeños videos individuales”, cuenta Sergio “Tilo” González (67), baterista y compositor de la agrupación, quien el pasado 16 de marzo se recluyó en su casa, donde ha seguido una estricta cuarentena.

“Mi situación no es tan distinta a la del resto de la gente. He respetado mucho esto de no salir y salgo una vez a la semana al supermercado”, detalla el músico, quien de todas formas se las ha arreglado para seguir con sus clases de batería, las que ahora imparte por zoom y otras plataformas de videoconferencia en las que interactúa con sus alumnos.

Pese a las dificultades que acarrea la crisis sanitaria y el mayor impacto que tiene el coronavirus en su generación -un 93% de los fallecidos en Chile supera los 60 años-, el autor de Viaje por la cresta del mundo cree que la hay luz al final de la pandemia. “Creo que esto es el comienzo de una nueva etapa. Espero que esto nos provoque considerar más al que está al lado, que no sólo sea un bicho el que nos provoque ser más solidarios”, comenta.

Por ahora, a González le preocupa la situación de los músicos, impedidos de generar ingresos. “Casi todos viven al día, lo mismo quienes se dedican a las artes, a la danza, como ocurre con muchos otros oficios. Ningún gobierno se ha preocupado de los hacedores de cultura, de su bienestar. Creo que esto puede servir para darnos cuenta de la fragilidad del ser humano frente a aquellos que tienen la manija, pero lo más importante ahora es ganarle a este bicho”.

Mario Mutis, bajista de Los Jaivas: “Más que nunca este mundo es uno solo”

Mario Mutis (72) cita el mayor himno de su grupo para analizar el momento que atraviesa la humanidad: “Uno podría pensar que los países son independientes, que hacen lo que quieren, pero en estos casos te das cuenta que hoy, más que nunca, este mundo es uno solo y que ahí todos juntos vamos a vivir. Eso siempre ha sido igual pero a veces tienen que pasar estas tragedias para que entendamos”.

Acuartelado en su casa de Macul desde hace tantos días que ya perdió la cuenta, el bajista de Los Jaivas, uno de los conjuntos de mayor actividad en vivo hace años, se olvidó de la giras, volvió a tomar la guitarra de palo y asumió con responsabilidad su condición de grupo de riesgo. “Los más viejitos tenemos que tomar precauciones. Yo al menos no tengo visitas, no recibo a nadie y aunque no estoy en una comuna con cuarentena obligatoria, evito salir”.

Si bien reconoce que las dificultades para reunir a la banda -incluso de forma virtual- los deja “casi paralizados”, cree que las crisis son aprendizaje. “Esto invita a reflexionar sobre nuestra forma de enfrentar la vida, de adquirir responsabilidades. Uno está obligado a pensar no solo en la comuna o en el país, sino que en el planeta. Esto tiene que terminar en algún momento y ojalá que de todo este desastre hayamos aprendido algo”.

Cecilia, cantante: “Que el mundo entero esté así es tenebroso”

Cecilia, la incomparable, se ha tomado en serio la cuarentena. A sus 76 años la intérprete de Baño de mar a medianoche evita al máximo las salidas y el contacto con otras personas por temor al contagio, considerando la enfermedad pulmonar obstructiva crónica que padece. “Las viejas están cloteadas”, dice la ídola de la Nueva Ola sin perder el humor, encerrada en su casa -donde vive junto a una sobrina y un nieto- apenas se supo del primer caso de Covid-19 en Chile. Allí toca guitarra, ve videos musicales e insta a sus seguidores a respetar las medidas sanitarias. “Estoy impactada. Que el mundo entero esté así es tenebroso”, cuenta. “Para los artistas el problema es lo económico, muchos se ganan sus chauchas actuando y los ahorros se van en comida y remedios. Me apena mucho lo que está pasando pero los chiquillos músicos tienen que tener fe porque vamos a salir adelante”.

Denise, vocalista de Aguaturbia: “Me es más fácil porque tengo un compañero”

Denise y Carlos Corales, la pareja más célebre y duradera del rock nacional, pasan sus días juntos y aislados en su casa de La Reina, una de las pocas comunas del sector oriente de Santiago donde hasta ahora no se ha implementado la cuarentena obligatoria. Pese a esto, los líderes de Aguaturbia decidieron confinarse en su hogar desde los primeros días de marzo y salir sólo para lo estrictamente necesario.

“Nosotros en la vida hemos aprendido a sortear muchas cosas”, dice ella. “Pasamos por una época en que nos dijeron que aquí en Chile no iba a haber más rock. Entonces, por lo menos ahora se conversa más, se sacan otras ideas”.

Luego de algunas actuaciones en festivales de febrero, los pioneros del rock sicodélico criollo optaron por el confinamiento total para evitar el contagio. “No he querido salir pero el miércoles tuve que ir a comprar remedios, porque las farmacias se demoran cinco días en traerlo a la casa”, cuenta la cantante, quien reconoce una angustia que arrastra desde octubre, cuando “no quería salir, me dio temor, un deja vu de otros tiempos”.

Con todo, los días de reclusión doméstica han sido provechosos para Aguaturbia: además de preparar su show de mañana en el festival virtual Domingo en Casa -vía Youtube-, en el estudio que tienen en su casa trabajan en su cuarto disco, el segundo que publicarán en este siglo, sucesor de Fe, amor y libertad (2017). De esos tres fundamentos, el que hoy los mantiene en pie es el segundo, en días en que la fe y la libertad escasean.

“Siento que a mí se me hace más fácil esto porque tengo un compañero y podemos conversar entre nosotros. Además, hemos llevado una forma de vida que nos permite estar en el momento en el que estamos, de mucho orden, desde siempre. Me aflige mucho lo que viven otros músicos porque uno siempre ha podido guardar un poquito pero la mayoría no. En Chile, la gente que trabaja no tiene presupuestos grandiosos para tener una caja chica”, lamenta.

Patricio Manns, cantautor y escritor: “Para mí la cuarentena es algo normal”

El aislamiento y el destierro, voluntario y forzoso, han sido parte de la vida y obra de Patricio Manns (82). Exiliado en Cuba, Francia y Suiza durante los años de la dictadura militar, recién en este siglo el autor de Arriba en la cordillera selló su retorno definitivo en Chile, radicándose en el balneario de Concón. Allí, cuenta, sus días de encierro transcurren entre la terraza que le permite tomar aire fresco y su escritorio, donde trabaja en sus “memorias sin censura”.

“Para mí la cuarentena es algo completamente normal”, asegura. “Cuando escribo un libro paso varias horas relegado en mi escritorio y es lo que estoy haciendo en este momento. Ahora estamos por mucho más de 14 días y he decidido ganar tiempo al tiempo. Además, una gran amiga argentina me regaló un magnífico teclado que se une a mi bicicleta fija, así se repleta mi escritorio, en el cual emergen notas y palabras”, agrega el ícono de la Nueva Canción Chilena.

Como todo representante de su sector, sus inquietudes pasan por la crisis laboral de sus compañeros de profesión. “El problema es la falta de trabajo, el gran problema de todos los artistas y por el momento no se ve la luz al final del túnel”, comenta Manns, siempre acompañado por su esposa, Alejandra Lastra. “Ella está a cargo de filmarme y sobre todo juzgar lo que sale de mis instrumentos”.

El virus amenaza a los clásicos

La muerte por Covid-19 de John Prine (73), Ellis Marsalis (85) y Manu Dibango (86) instala la preocupación por toda una generación de íconos musicales.

Paul McCartney

Si bien no se ha manifestado públicamente desde el origen de la pandemia, el exBeatle de 77 años confirmó su presencia para el festival virtual que organizó la OMS para este sábado 18, donde se espera muestre algo de su intimidad doméstica en cuarentena.

Marianne Faithfull

La cantautora y diva de la invasión británica está internada hace días en un hospital de Londres por una neumonía derivada del Covid-19. La ex pareja de Mick Jagger, de 73 años, sigue “estable y respondiendo al tratamiento”, según el último reporte.

Ozzy Osbourne

El “Príncipe de las tinieblas” (71) canceló en febrero una gira para recuperarse de diversos problemas de salud, aunque se ha mostrado en buen estado desde su encierro en Los Angeles. Posteó una foto desde su baño instando a lavarse las manos y retomó el contacto con Tony Iommi.

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