Caputto entrena para quedarse

Caputto

El DT interino de la U tiene la opción de ser oficial, según sus resultados y la búsqueda de Azul Azul. Mientras, ensaya cambio de sistema y se acopla sin problemas al plantel.



Eran casi las 10 de la mañana de ayer y en las canchas de entrenamiento de la U la voz de Hernán Caputto se escuchaba fuerte y claro. Los muros que resguardan el CDA hacían eco de las instrucciones del DT interino azul, quien, según cuentan miembros del plantel, causó una muy buena primera impresión tras la práctica que comandó el lunes. La de ayer fue su segunda sesión al mando del equipo profesional.

Y aunque el plan original era apagar el incendio tras la partida de Arias, su permanencia hasta fin de año empieza a tomar forma y pasar a ser el 11° DT desde que se fue Sampaoli, hace seis años y medio (ver recuadro). La dirigencia, eso sí, aún busca alternativas. "Depende del resultado. Sí nos vamos a reunir con par de técnicos. Debemos tener un plan B", aseguraba ayer Sergio Vargas a radio La Clave, a pesar de que el lunes el mismo Superman había dejado en claro que lo de Caputto era solo un interinato. "Queremos conversar con Pellicer", agregó el director deportivo.

¿Qué cambió? El ambiente en el plantel mutó radicalmente desde la salida de Arias. Y se valora la claridad del mensaje y lo que se pretende en la cancha, además de que al DT se le notan las ganas de quedarse, según cuentan en la cúpula.

Y es que el sello del técnico es más o menos claro: juego simple, recuperación colectiva y pocas complicaciones. A esta altura, la U necesita resultados y seguridad, algo que desde ya quiere transmitir. "¡Cómanles los pies! ¡Vamos a comerles los pies los que defienden!", era el grito, casi de guerra, que salía de la boca del DT en la sesión. Es, quizás, fiel reflejo de lo que quiere impregnar. "¡No la perdamos fácil, perdámosla arriesgando! ¡Organizados los que van a recuperar el balón!".

Con apenas dos entrenamientos en el cuerpo, Caputto pareciera que llevara toda una vida en el CDA. Reparte instrucciones, se sabe los nombres de todos y ensaya otro sistema, con cuatro zagueros, dos volante de contención, otros dos abiertos por las bandas (hasta Zacaría fue considerado) y dos delanteros. Y con la seria posibilidad de que Johnny Herrera, ya con el alta médica, vuelva al arco.

"¡Vamos encima a robarles el balón!", gritaba ayer el mitad jefe de divisiones inferiores de la U, y mitad técnico del primer equipo. "¡Atrévete a meter el pase! ¡Una vez que la recuperamos nos volvemos a hacer amplios en la línea de 4… Me hago amplio!", añadía.

"¡Vamos a tener mucho tránsito en el medio Gonza. En la posesión no desciendan los dos a la vez, que se asocien para jugar", vociferaba otra vez. "¡Dale que está bueno. Nos comprometemos todos a la recuperación de balón y cuando recuperamos entramos los que están por fuera; se atreven a entrar", felicitaba.

Con paciencia

También alentaba cuando alguien pierde la pelota: "¡Dale que no pasa nada!", tranquilizaba, antes de pedir que tuvieran "mucha tranquilidad cuando la recuperen. Desaforadamente no se puede. Con paciencia. Si la vamos a perder la recuperamos todos, no hay drama. ¡Bajo la presión contraria tenemos que ser capaces!".

Es la voz de Caputto. Esa que ya suena en el CDA para intentar la salvación. Y quizás, para quedarse.

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