Garin en modo celebridad

Garin

El número uno de Chile y 35 del mundo recibió el cariño de la gente en pleno Paseo Ahumada, capitalizando el alto nivel de popularidad que ha adquirido gracias a sus últimos triunfos. Pese a la fama, avisa: "Sigo siendo el mismo".



Garin gana popularidad y se deja querer. Hoy, como nunca, disfruta el presente sin las presiones de conseguir resultados para tener que demostrar su cuantía tenística. Los dos títulos conquistados este año en Houston y Múnich lo catapultaron dentro de los 35 mejores del planeta y lo transformaron en uno de los jugadores más poderosos del mundo en arcilla.

"Espera, dame un minuto", dice el Tanque, para frenar una nota corporativa y acercarse a obsequiar pelotas, autógrafos (como Gago) y selfies a los cientos de transeúntes que coparon la improvisada cancha en el frontis del banco que desde ayer lo patrocina. Mientras, David Tosas, mánager del tenista, les explica a los organizadores que el contacto con el público lo relaja.

Y ese cariño de la gente se notó durante la exhibición que Garin disputó junto a los tenistas paralímpicos Macarena Cabrillana y Alexander Cataldo y el entrenador Horacio de la Peña, para estrenar su nueva alianza con la entidad bancaria. El número uno nacional fue presentado por Fernando Solabarrieta con redoble de tambores y efectos de humo que salieron desde el escenario.

Hace 12 meses todo era muy distinto: el tenista terminaba su relación profesional con el técnico Horacio Matta, quedando en una posición muy compleja. No tenía auspiciadores, solo canjes de raquetas y ropa. "Una etapa muy dura", según confiesan sus cercanos. Muy atrás quedaba esa época en la que contaba con varios sponsors e, incluso, una marca de autos lo patrocinaba, cuando ni siquiera tenía edad para conducir uno.

Todo parecía prometedor en 2013, después de ganar su primer partido en un ATP a los 16 años y conseguir el título juvenil de Roland Garros. Sin embargo, vinieron temporadas de confusas decisiones. Un poco afortunado paso por la academia de Rafael Nadal y una gran cantidad de entrenadores en breve tiempo terminaron por frenar su explosión.

Pero en Wimbledon 2018 todo cambió: conoció a Andrés Schneiter, quien le ayudó a consolidar su tenis que ya venía en alza. Además, se integró a Octagon, una famosa firma de representación que tomó las riendas de su carrera.

Luego de terminar el año entre los 90 mejores del mundo, Garin volvió a captar la atención de las marcas. Head fue la primera en ficharlo. Después se sumó Adidas y, tras su primer título ATP, se alió Gillette. Después de la corona de Múnich, BMW le entregó un auto para que manejara en el país y Banco de Chile también confió en él.

Entremedio, Octagon firmó una colaboración con Vibra, empresa de la que Fernando Felicevich es socio junto a Enrique González, que se ocupa de manejar algunos aspectos comerciales y comunicacionales del tenista en Chile, quien por motivos de marketing adaptó su nombre de Christian a Cristian. Actualmente, los agentes del Tanque negocian con una empresa de telecomunicaciones.

En estos primeros cinco meses del año, la mejor raqueta nacional ha duplicado los ingresos que tenía, ya que ha conseguido US$ 392.809 de los US$ 751.549 en premios logrados en toda su carrera. Así no sería raro que en pocos meses llegue a su primer millón en el circuito.

"Ha sido un camino largo, también difícil. Pero hoy en día estás alianzas demuestran el buen momento en que estoy. Me siento bien en todo sentido, he llevado muy bien las cosas en el último tiempo. Estoy muy contento por todo en general, estoy disfrutando mucho del tenis", reflexiona sobre este vertiginoso cambio en su vida. Eso sí, matiza: "Si bien ahora cambia un poco la situación, sigo siendo el mismo de siempre y teniendo el apoyo de la gente se me hará más fácil".

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