Desde lo netamente matemático, la selección chilena puede despedirse de cualquier ilusión mundialista este martes. La visita a Bolivia puede marcar la eliminación definitiva de la escuadra nacional. Una derrota o un empate sentencia a la Roja. Incluso la victoria no sería suficiente, en el caso de que se den otros resultados. El plantel del cuestionado Ricardo Gareca no tiene margen. Se juega la última bala ante un rival directo por el (utópico) séptimo lugar.

La Verde llega golpeada, tras su tropezón del viernes en Maturín, ante Venezuela. Quedó a cuatro puntos de la Vinotinto, que hoy está ocupando la plaza del repechaje. Por lo tanto, para la escuadra altiplánica es tanto o más relevante el cruce ante Chile, con el añadido de la rivalidad que sienten en el país vecino. Hay un aspecto que juega a favor de Bolivia: la localía.

En estas Clasificatorias, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) se jugó por mover a la selección del Estadio Hernando Siles de La Paz, el hábitat tradicional del cuadro nacional. La idea era jugar a mayor altitud y sacar ventaja en relación a sus factores geográficos, para entrar en la pelea por el Mundial. Desde Estados Unidos 1994 que no clasifican a la Copa del Mundo, cuando lo hicieron de la mano del técnico Xabier Azkargorta y liderados por Marco Antonio Etcheverry.

Luego de la Copa América 2024, Bolivia empezó a ser local en el Estadio Municipal de El Alto, inaugurado en 2017 y que tuvo un costo de ocho millones de dólares, con capacidad para 25 mil espectadores. El Coloso de Villa Ingenio (como lo conocen) está ubicado a 4150 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en el recinto más alto del mundo (haciendo honor a su nombre). “El fútbol está hecho de detalles”, dijo en su momento el entrenador Óscar Villegas, tras el cambio de localía.

A la luz de los resultados, la movida de la FBF ha resultado. Los primeros tres partidos como local de Bolivia en las actuales Eliminatorias fueron en La Paz, con dos derrotas (0-3 con Argentina y 1-2 ante Ecuador) y solo un triunfo (2-0 a Perú). En El Alto lleva cuatro encuentros jugados y está invicto, con dos victorias (4-0 a Venezuela y 1-0 sobre Colombia) y dos empates (2-2 con Paraguay y 0-0 con Uruguay). Ocho puntos de 12 posibles es el registro de la Verde jugando en la cancha de Always Ready.

Una parada inédita para la Roja

Históricamente, Chile ha tenido buenos resultados jugando en los 3650 metros de altitud de La Paz. De hecho, la Roja ganó en cuatro de sus últimas cinco visitas al Hernando Siles, por Eliminatorias: 2-0 para Alemania 2006, 2-0 para Sudáfrica 2010, 2-0 rumbo a Brasil 2014 y 3-2 hacia Qatar 2022. Pero ahora el panorama cambia radicalmente, porque se trata de un escenario inédito para la Selección.

En esa dirección, el plantel que convocó Gareca ha trabajado con cámaras de hipoxia, que simula las condiciones de altitud elevada manteniendo una baja concentración de oxígeno. “Estamos haciendo trabajos para que el equipo llegue en las mejores condiciones”, dijo el PF Néstor Bonillo.

Hasta la fecha, el combinado nacional nunca ha tenido un partido a más de 4000 metros de altitud. Ni siquiera amistosos. Revisando el historial de la selección chilena desde 1910, lo más elevado a lo que se enfrentó anteriormente fue en la ciudad de Oruro, también en Bolivia, a 3735 metros.

Fue por la primera fase de la Copa América de 1975. La Roja de Pedro Morales enfrentó a la Verde en el Estadio Jesús Bermúdez (en honor al primer arquero de la selección boliviana), donde perdió 2-1, el 20 de julio de aquel año. El gol chileno fue de Miguel Ángel Gamboa. Citando a la revista Estadio, la Selección viajó a Oruro solo dos horas antes del partido, desde Cochabamba.

Este martes, El Alto se convertirá en el lugar de mayor altitud donde haya jugado la Roja, desplazando a Oruro. En el escalafón, luego aparece La Paz, la capital boliviana. La última vez en el Hernando Siles fue el 1 de febrero de 2022, por las Eliminatorias al Mundial pasado. El equipo que comandaba Martín Lasarte ganó 3-2, con doblete de Alexis Sánchez y el restante de Marcelino Núñez. Siguiendo el recorrido, aparecen ciudades como Quito y Bogotá, pero ya por debajo de la barrera de los 3000 metros.

Mayor altitud en la que ha jugado la Roja: