Gary Numan: "He tomado confianza pero sigo siendo muy malo para socializar"

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El pionero del electropop, que debuta en Chile en septiembre, revela sus angustias personales y artísticas, y por qué le aburre tocar su mayor éxito.


Gary Numan (60) está nervioso. Según da a entender, casi siempre. En su cabeza pesan poco sus méritos pasados: el haber sido pionero del synthpop y el rock industrial a fines de los 70 y principios de los 80, con exitosos sencillos que revelaban una postura crítica y algo paranoica frente a la modernidad, como Are 'friends' electric? (junto a su banda Tubeway Army) y la archiconocida Cars, ya como solista; una suerte de oda a su automóvil, donde "puedo sentirme seguro y cerrar todas mis puertas", según describe su letra. Tampoco parece darle tranquilidad ser una de las principales influencias de grupos tan importantes como Depeche Mode y Nine Inch Nails, ni gozar hasta el día de hoy de un leal culto de fanáticos. No. Gary Numan siempre encontrará la razón para estar nervioso.

Esta vez, en particular, el motivo es Chile, y el concierto que dará el 1 de septiembre en el Gran Arena Monticello (entradas disponibles en Ticketpro), en su primera visita a Sudamérica. "No sé nada de lo que me espera. Estoy muy emocionado de ir, pero la verdad no tengo idea si allá alguna vez han escuchado de mí. Estoy un poco nervioso, para ser honesto", cuenta a La Tercera, en la primera de muchas veces que comentará a lo largo de esta entrevista las cosas que lo ponen ansioso. "Sé que me conocen en Estados Unidos, en Europa y Australia. Por eso creo que (en Chile) sólo voy a guiarme por las canciones que siento que son mis mejores temas. Y espero que a la gente le gusten", agrega.

Cuando habla, a ratos su tono es el de alguien que siente que tiene que disculparse o justificarse por algo, pero sin nunca perder una calidez hipnótica. Numan pareciera ser la ansiedad personificada. Incluso en eso se adelantó al estado de ánimo del siglo XXI.

Cuando estaba grabando su disco del año pasado, Savage (Songs from a Broken World), le mostró a sus seguidores a través de internet su proceso de trabajo. ¿Le ayudó eso a su proceso creativo?

La verdad estaba un poco reacio a hacerlo, normalmente uno no quiere que la gente se entere de un disco en una etapa tan temprana, ni que escuchen cosas hasta que realmente estén listas. Quieres que se involucren cuando ya sorteaste todos los problemas típicos y descartaste las malas ideas. Publicar esas actualizaciones y adelantos desde el principio fue bastante incómodo. Pero creo que eso fue lo que le ofrecí al público esta vez: un acercamiento a lo que significa hacer un disco y las dificultades que pueden aparecer, pero también las emociones. Y creo que eso les puede haber resultado interesante.

Ha hablado varias veces sobre su síndrome de Asperger. ¿Se le hace particularmente difícil relacionarse directamente con sus fanáticos?

Cuando era joven era realmente difícil, pero a medida que he ido envejeciendo he podido entenderme mejor y tomar más confianza en lo que hago. Eso me ha ayudado mucho. Pero aún sigo siendo muy malo socializando. No soy bueno hablando con la gente, me pone muy nervioso. Cuando son instancias como Meet & Greet, donde el encuentro es por un tiempo limitado, no tengo ningún problema. Pero soy pésimo saliendo y conversando con la gente.

Hoy muchos lo consideran un pionero en la electrónica. ¿Sentía que su música era el inicio de algo importante cuando empezó?

No realmente (se ríe). Creo que uno nunca siente eso. Sólo entras al estudio con la motivación de hacer el mejor disco que puedas. No creo que sea sano para ningún músico escuchar alguna de sus canciones y pensar, "esto va a ser considerado revolucionario en el futuro". Y el grabar no se hace más fácil con los años, siempre siento que es un desafío más grande. Pero creo que eso es algo bueno. Siempre hay que intentar ser mejor que lo que fuiste. Para tener una carrera extensa, te lo tienes que ganar, no puedes vivir pensando en el pasado. El asumir que por lo que hiciste te ganaste el derecho de tener una carrera es ridículo. La longevidad es algo que se gana con cada álbum. Y aún me pone nervioso entrar al estudio.

Asumo que no se considera nostálgico…

No creo que la nostalgia sea algo útil, por lo menos no para mí. Siempre he estado fascinado por la música por su habilidad de encontrar nuevas cosas y cómo te permite ser creativo. Entonces la idea de mirar hacia atrás no me hace sentido. Quiero hacer cosas nuevas. Entiendo que hay gente a la que sí le sirve la nostalgia, y no quiero ser ofensivo con ellos ni ridiculizarlos. Pero no tengo ningún interés en el ayer, siempre me interesa más lo que haré mañana.

¿Pero aún disfruta tocar Cars en sus conciertos?

Cars es especialmente difícil (se ríe). Entiendo que es una canción muy popular y se ha mantenido así, y lo aprecio, pero para ser honesto Cars no está ni cerca de ser lo mejor que he hecho. Y la he tocado miles de miles de veces, entonces debo reconocer que a veces se vuelve algo aburrido tocarla. Supongo que es un buen problema que tener (ríe).

Este año cumplió 60. ¿Fue algo especial para usted?

Lo odio. Es terrible tener 60, Dios mío (ríe). Me acuerdo que me levanté esa mañana y fue la peor sensación. Realmente no quería cumplir 60. Pero ese día estábamos en Bélgica haciendo un show, y la banda con mi equipo me tuvieron muchas sorpresas, la audiencia fue fantástica, cantándome feliz cumpleaños. Me pusieron un video de mis hijos en la pantalla. No los había visto en un mes entonces me puse a llorar. Terminó siendo un día fantástico. Pero el siguiente desperté y aún tenía 60, y ya no era un día especial, era sólo terrible (se ríe). Aún lo es.

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