Carolina Tohá y nueva etapa del gobierno: “El objetivo es construir una unidad más sólida entre ambas coaliciones”

Carolina Tohá y encuentro de hoy en Viña del Mar: "Ciertamente el gobierno necesita entrar en una nueva etapa para gobernar esta etapa postplebiscito". FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

La ministra del Interior traza los lineamientos de una nueva etapa posplebiscito en el país y en el gobierno, marcada por la confirmación del pacto entre Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático, que hoy ratificarían sus líderes ante el Presidente Boric, en el cónclave oficialista en Cerro Castillo. “Hay que inventar un tipo de alianza basada en el hecho de que somos dos coaliciones distintas”, afirma. El principal proyecto de la jefe de gabinete, en tanto, es concretar un acuerdo político en torno a la seguridad.


Hoy se cumplen dos meses desde que Carolina Tohá (57) asumió como ministra del Interior, el cargo más importante de su larga trayectoria política. El 6 de septiembre, en una tensa ceremonia realizada al mediodía en el Patio de Los Cañones, en La Moneda, la histórica militante del PPD tomaba un fierro caliente (reemplazaba a Izkia Siches a días de la dura derrota sufrida por el gobierno en el plebiscito y en medio de una fuerte demanda ciudadana por seguridad) y terminaba abruptamente un alejamiento voluntario de la trinchera política, tras un hastío que la había llevado a la vida académica y a las consultorías.

-Antes de entrar en la arena política, ¿cuénteme como ha sido este cambio tan brusco?

-Es difícil de explicar -señala desde su departamento con vista al Parque Forestal y a metros de Plaza Italia. Es como entrar en una cápsula espacial proyectada a toda velocidad. Es como cuando te embarazas, te pasan una serie de cosas y tu cuerpo se adapta._Aquí tu cabeza también se adapta y empieza a funcionar en modo Ministerio del Interior, porque la tarea y el sentido de responsabilidad es tan fuerte, al igual que el entusiasmo y la energía que recibes diariamente, que entras en esa dinámica con toda naturalidad. Pero la verdad es que no siento para nada que sea un trabajo forzado. Estoy muy feliz.

-Pero de un día para otro su rutina familiar y laboral cambió radicalmente.

-En horarios no tanto, la hora en que me despierto y me acuesto sigue siendo la misma, lo que pasa entremedio sí cambió bastante, pero soy una persona bastante flexible.

Su teléfono no debe parar de sonar y recibir mensajes.

-Trato de que no sea el teléfono el que conduzca mi quehacer. Trato de que sean otro tipo de conversaciones y relaciones.

-Han sido 60 días complejos para el gobierno tras la derrota en el plebiscito, en que la aprobación presidencial ha caído por debajo del 30%.

-El efecto que ha vivido la figura presidencial en la opinión pública es producto de situaciones que pasaron hace un buen rato. El shock de la inflación ha sido muy duro para la gente, la manera en que el plebiscito dejó en el aire el cierre de un proceso también, y el hecho de que el Presidente haya tomado decisiones difíciles que quizás la opinión pública esperaba fuesen distintas, como por ejemplo la forma responsable en que actuó frente a la propuesta de un nuevo retiro de fondos de pensiones. Todos estos efectos se han ido viendo gradualmente en el tiempo y creo que también gradualmente se va a empezar a ver la consistencia con que el Presidente ha salido adelante tras la derrota en el plebiscito y la forma en que ha ido mostrando las cartas del gobierno en lo que se refiere a las reformas, como la tributaria y de pensiones.

-Es que en estos meses se ha evidenciado una disputa por la hegemonía en el gobierno entre ambas coaliciones.

-Sinceramente, no creo en la teoría de la lucha de hegemonías entre ambas coaliciones y tampoco veo una disputa en curso. Lo que hay es una necesidad de construir una forma de trabajo conjunto, que todavía no termina de consolidarse, y que se topa con algunas dinámicas de desconfianza, sensibilidades, temores y una necesidad de sentirse valorado por el otro. Ha habido momentos difíciles, sin duda, pero la decisión de estar juntos trabajando en el gobierno del Presidente Boric se ha mantenido todo el tiempo. Los gobiernos de Lagos y de Bachelet tuvieron dos primeros años muy difíciles, en que muchos de sus aliados lo miraron desde lejos, e incluso algunos le dieron la espalda. Y ambos terminaron con gran reconocimiento ciudadano. Así que yo no me desespero por los momentos difíciles. Al contrario, me entusiasman más

-¿Es posible que Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático sigan caminando juntos cuando los diagnósticos sobre el resultado del plebiscito son tan distintos?

-Si existe unidad de propósitos entre ambas coaliciones y las fuerzas que están detrás del gobierno del Presidente Boric asumen que hoy están gobernando Chile, estas y otras complejidades son completamente abordables

-¿Uno de los objetivos del cónclave de hoy en el Palacio de Cerro Castillo será dar una señal de unidad entre ambas coaliciones?

-El objetivo no es dar una señal, sino que construir una unidad más sólida entre ambas coaliciones, en que entendamos entre todos que la diversidad que hay acá adentro sólo es un problema si no hay unidad de propósitos. Al revés, si existe unidad de propósito, que es lo que queremos fortalecer mañana (hoy), esa diversidad puede ser un enorme aporte.

-¿Se logrará?

-Vamos a avanzar, vamos a dar pasos, no todos lo que son necesarios, pero creo que hay condiciones para marcar un punto de inflexión. Yo espero que, de la forma que sea, demos señales de que hay una decisión de trabajar juntos y de mejorar a partir de la experiencia respecto de lo que han sido los meses anteriores.

-¿Qué otra finalidad tiene el encuentro de hoy?

-Que el Presidente Boric, en su rol de líder del gobierno y de la coalición, entregue un planteamiento muy claro respecto a las tareas que tenemos. Dar su mirada de lo que pasó en el plebiscito y de lo que viene ahora, de nuestras tareas, de nuestras prioridades y de cómo las vamos a enfrentar.

-¿Se ratificará el programa de gobierno o se anunciarán modificaciones?

Lo que mañana (hoy) vamos a hacer es una definición de prioridades, de tareas inmediatas y de caminos para avanzar en el contexto que hoy día tenemos. Y no estoy hablando de temas generales, sino muy concretos, como el equilibrio actual de fuerzas políticas en el Parlamento, del estado de ánimo ciudadano, del contexto económico mundial muy particular y de la prioridad central que ha tomado la seguridad. Dentro de esa realidad es que vamos a avanzar en la dirección del programa.

-Es decir, a partir de ahora, ¿se abre una nueva etapa en el gobierno?

-Sin duda, hay una nueva etapa a partir del plebiscito, y la forma en que el gobierno la enfrentará es algo que estamos amarrando en este periodo

-¿Cuáles serán los nuevos lineamientos del gobierno?

-Tiene muchas dimensiones. Una de las más importante es mejorar la gestión y demostrar en la práctica que somos un gobierno que ha comprometido reformas y transformaciones, pero, a la vez, es capaz de ser un buen gobierno en el presente, respondiendo de forma más nítida a las urgencias y a las necesidades de las personas. Un ejemplo de ello es cómo hemos enfrentado responsablemente el tema de la inflación para evitar una debacle que se había anunciado, con ayuda a las persona y con responsabilidad fiscal.

-Los partidos están demandando más ayuda económica a las personas...

-Y las vamos a tener, pero no me corresponde anunciarlas aquí.

-¿Hay algún concepto o un eslogan con que pudiera definir esta nueva etapa, como ha ocurrido en gobiernos anteriores?

-No (ríe a carcajadas). No hay un eslogan que quiero anunciar en esta entrevista.

La jefa de gabinete cuenta que habrá nuevas ayudas económicas a las personas: “Las vamos a tener, pero no me corresponde anunciarlas aquí” FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

“Es delicado transformar al PDG en (un partido) bisagra”

-Ha trascendido un posible acuerdo político que permitiría la llegada de un representante de la derecha a la presidencia de la Cámara de Diputados en la elección de mañana. ¿Cómo impactaría a La Moneda esta acción?

-La presidencia de la Cámara es un entendimiento entre los parlamentarios, no es una política de La Moneda. Ahora, ciertamente para nosotros es mucho mejor que se cumpla el acuerdo que había y trabajar con un Cámara presidida por alguien de nuestras fuerzas, sobre todo considerando que el Senado va a ser presidido próximamente por la oposición.

-¿Fue un error del oficialismo no haber pactado con la derecha un acuerdo?

-No voy a decir que fue un error, pero sí hay una reflexión importante que hacer. Desde hace varios años que en Chile se está desarrollando un conjunto de fuerzas y estilos políticos extremadamente zigzagueantes, que mueven sus posturas de acuerdo a lo que le ofrece un sector u otro. Creo que las fuerzas que tienen más profundidad histórica y un perfil político más claro deben ver el riesgo que eso representa para la política chilena. Si nuestra democracia termina en manos de ese tipo de conductas que apuestan al populismo y no tienen proyecto político, sino que simplemente responde a las encuestas, se va a fragilizar nuestra convivencia democrática. Mi reflexión va más allá de la elección del lunes.

-¿Se refiere a la búsqueda de los votos del Partido de la Gente (PDG)?

-No solo al PDG, me refiero a muchas fuerzas que llevan un buen rato actuando de esa manera. Desde hace rato vienen asomando partidos que aparecen y desaparecen, y caudillismos de distinto tipos. Seguimos teniendo un sistema político sólido, pero si queremos que siga predominando, los partidos tienen que mostrar capacidad de gobernar. Por ejemplo, es fundamental que las fuerzas políticas logren sacar adelante la reforma previsional presentada esta semana. Si la gente ve que por tercera vez no se logra una reforma previsional, irán a buscar caudillismos que le ofrezcan recetas fáciles y retiros por doquier. La reforma previsional es una prueba de fuego para el sistema político. Por eso no basta que reforcemos nuestra alianza, es necesario trabajar y dialogar con fuerzas políticas de la oposición, con todos los partidos y fuerzas políticas serias.

-¿A partir de ahora se redoblarán los esfuerzos en esa línea?

-En general, lo hemos estado haciendo y tenemos que seguir haciéndolo. Y, por cierto, también con las fuerzas políticas nuevas y los grupos emergentes. Lo que no podemos hacer es hacer descansar nuestra democracia en esa fragilidad que muestran algunos sectores.

-En ese sentido, ¿ve un riesgo en que la derecha se alinee mañana con el PDG para llegar a la presidencia de la Cámara?

-Hay un riesgo para la derecha que no es muy distinto del que existe para las coaliciones de gobierno. El problema no es aliarse con el PDG, que puede ser legítimo, el problema es cuando uno les entrega a partidos como el PDG el transformarse en la bisagra que va a decidir cada vez que se requiere una mayoría. Eso es lo delicado.

-El director de Criteria, Cristián Valdivieso, advirtió hace unos días que la reforma de pensiones puede terminar siendo un segundo plebiscito para el gobierno.

-Creo que es una comparación totalmente errónea, porque esta es una reforma de pensiones moderada, mixta, que recoge los distintos tipos y modalidades de sistemas previsionales y los equilibra de un modo bastante balanceado. No es una propuesta radical o ideológica.

Tohá: "La presidencia de la Cámara es un entendimiento entre los parlamentarios, no es una política de La Moneda". FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

“Fecha de visita del Presidente a La Araucanía se está evaluando”

El principal proyecto de Tohá es concretar un acuerdo político transversal en seguridad, el cual anunció esta semana. Sabe que tiene que darse prisa y el viernes pidió a los partidos oficialistas los nombres de sus representantes para iniciar las tratativas. Esta semana la ministra solicitará lo mismo a la oposición y en las subsiguientes a los gobernadores, y luego a los alcaldes.

-¿Las policías, fiscales y jueces -protagonistas y también responsables de lo que ocurre hoy en materia de seguridad- tendrán un espacio en esta mesa?

-Lo que buscamos es una agenda de prioridades con respaldo político. Quiero ser muy clara que, en paralelo a este compromiso, el gobierno está trabajando en una puesta al día de la política nacional de seguridad, porque la que tenemos se acordó en el gobierno del Presidente Lagos. Esta política nacional de seguridad se está construyendo con todos los órganos del Estado que tienen responsabilidad en esta materia, es decir, los tribunales de justicia, la fiscalía, la PDI, Carabineros, Aduanas, Gendarmería, el Ministerio de Justicia, etc.

-“Vamos a ser unos perros en la persecución de la delincuencia”, señaló hace unas semanas el Presidente, pero la gente, según las encuestas, no percibe una actitud más dura del gobierno frente a la delincuencia.

-Si uno quiere mover la aguja de las encuesta hay otra forma de hacer política en seguridad que ya se ha intentado mucho y que nos ha conducido a la situación en que estamos ahora. El gobierno ha estado aumentando los recursos en políticas públicas en materia de seguridad que no habíamos visto hace mucho tiempo y ciertamente no lo vimos en el gobierno anterior.

-¿Cómo se imagina este acuerdo político para enfrentar los temas más urgentes?

-Como una salida de las trincheras en materia de seguridad, como un momento de conciencia de los actores políticos en que esta preocupación ciudadana es un caldo de cultivo muy propicio para el populismo y para la pelea política estéril, que es lo que ha predominado en los últimos años. Desde la segunda mitad del gobierno del Presidente Piñera empezamos a constatar que mientras transcurrían estas peleas políticas en materia de seguridad, tuvimos un cambio en el perfil del crimen gigantesco y nuestras instituciones no se prepararon.

-¿La barrera sociológica e ideológica cree que será la más difícil a superar? Me refiero a que la derecha es partidaria de una mano más firme, mientras la izquierda más radical busca anteponer la explicación al castigo frente a un delito...

-Para la derecha, la experiencia de gobierno del Presidente Piñera fue la constatación de una receta que ellos habían impulsado por largo tiempo y que no dio resultados. Y en el caso de la izquierda, también hay un aprendizaje, que es el darse cuenta de que es esencial para la democracia ponerse de acuerdo en ciertos límites. Una democracia no funciona sin policías legitimadas que puedan hacer uso legítimo de la fuerza de acuerdo a lo que el pacto social indica.

-¿Se ha formado un diagnóstico más acabado sobre la manera de enfrentar la violencia en La Araucanía?

-Sí, creo que hay condiciones que nunca antes había visto para tomar decisiones más permanentes e intentar acordar una estrategia de Estado que persista en el tiempo, que pase de gobierno en gobierno, y eso es lo que vamos a intentar lograr, tanto con los planes de inversión en la región, con el diálogo político y la resolución de los problemas de fondo.

-Es bien optimista.

-Optimista me suena siempre a una cosa como medio ilusa. No, yo tengo confianza y convicción en lo que estamos haciendo.

-¿Boric viajará esta semana a La Araucanía?

-El Presidente va próximamente, las fechas se están evaluando.

A las dos de la tarde están citados al Palacio de Cerro Castillo los dirigentes oficialistas y ministros.

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