Perú: Se inicia la batalla por la Presidencia

George Forsyth (izq.), Salvador del Solar y Daniel Urresti.

Un exarquero de Alianza Lima, un exgalán de telenovelas y un general (R) son los favoritos de las encuestas. George Forsyth, de 38 años, acapara todas las miradas.


En Perú dicen que es un “roba corazones” y que tiene “un encanto especial”. Quienes conocen a George Forsyth comentan también que al exarquero de Alianza Lima, visto por algunos como un “pituco”, le cambió la vida cuando a los 13 años ingresó a ese club de fútbol, cuyo estadio se emplaza en el distrito de La Victoria, uno de los más populares de la capital peruana. Ahí, Forsyth, hoy de 38 años, forjó su carácter, se mezcló con niños morenos y conoció al “pueblo peruano”, como él mismo ha dicho. “La Victoria se convirtió en el barrio que nunca tuve, porque pasaba viajando”, dijo hace un tiempo el exportero -hijo de un reconocido diplomático y de una exreina de belleza chilena-, hoy convertido en alcalde del distrito limeño donde de alguna manera se crió. Según las encuestas, George Forsyth es por estos días el favorito para las elecciones presidenciales de abril de 2021. Aunque no ha dicho si será candidato, sí se está preparando para llegar al Palacio de Pizarro.

En Perú los analistas sostienen que hay una “tradición”, o más bien una suerte de “maldición”, que indica que quien lidera la carrera presidencial con mucha anticipación termina perdiendo los comicios. Le pasó a Lourdes Flores en 2001 frente a Alejandro Toledo; a Ollanta Humala frente a Alan García en 2006; a Keiko Fujimori frente a Humala en 2011, y nuevamente a Keiko en 2016 frente a Pedro Pablo Kuczynski. Pero George Forsyth se toma las cosas con calma, porque nada está dicho hasta el mismo día de los comicios. También sabe que esta elección será atípica.

La carrera presidencial peruana tiene lugar en un escenario anormal, con un Presidente interino (Martín Vizcarra) que debió asumir tras la renuncia de PPK en marzo de 2018; con los principales líderes políticos procesados o encarcelados por corrupción; después de las elecciones parlamentarias extraordinarias de enero, luego de la disolución del Congreso y en medio de una severa crisis económica que se ha acentuado con la pandemia del coronavirus.

En todas las encuestas sobre “simpatías” e intención de voto de cara a los comicios del próximo año hay un nombre que se repite en el primer lugar: George Forsyth, seguido de Salvador del Solar, un ex primer ministro y director de cine famoso por su actuación en Pantaleón y las visitadoras, y Daniel Urresti, un exgeneral de brigada y actual congresista, de estilo autoritario, pero con mucho humor. Así, por ahora los favoritos son un exarquero, un exgalán de telenovelas y un exmilitar. “Es cierto que las encuestas les sonríen, pero aún es muy temprano para anticipar cómo les iría en una carrera presidencial”, apunta el politólogo peruano Pedro Tenorio, quien agrega: “Son todos relativamente nuevos en política y no tienen partido propio”.

Quien ha acaparado la mayor atención en el inicio de la carrera presidencial es Forsyth, conocido también como “Ken”, por su parecido con el novio de la muñeca Barbie. Según una encuesta Ipsos, el exportero de Alianza Lima convoca el 23% de las preferencias de cara a las elecciones, seguido por Salvador del Solar (14%), Daniel Urresti (9%), Keiko Fujimori (6%) y Verónika Mendoza (5%). Pero el fenómeno de Forsyth es el que más llama la atención, porque logró doblar su respaldo en cuatro meses.

Aunque en Perú los detractores del exarquero sostienen que es “sólo un niño bonito”, que “no tiene brillo intelectual” y que es una figura mediática por su pasado en un reality y sus historias con modelos, su mayor atractivo, sostienen algunos analistas, es que “tiene mundo” al ser hijo de diplomático, pero también “calle”, gracias a su paso por Alianza Lima y su trabajo como alcalde de La Victoria, que ha sido bien evaluado.

Como alcalde, George Forsyth entrego puestos comerciales a ambulantes que optaron por formalisarse, en el emperio de Gamarra, en marzo 2019. Foto: ANDINA/Jhony Laurente

“Yo siento que he tenido la fortuna que pocos pueden tener. Crecí en una familia de diplomáticos entre cocteles, recepciones, cinco tenedores y, por otro lado, he conocido lo que es el barrio, donde me acogieron como uno más de la familia, en casas humildes donde pasé Navidades, porque mi familia viajaba”, le dijo Forsyth a la revista Cosas.

Hijo de Harold Forsyth, actual embajador en Japón, y de la ex Miss Chile (1976) María Verónica Sommer Mayer, George nació en 1982 en Caracas, al igual que su hermano. Ambos fueron inscritos en el consulado peruano, por lo que no tendría problemas en postular a la Presidencia. De Venezuela, su familia retornó por un breve tiempo a Lima, lo que le permitió visitar a su abuelo materno en Chile. Posteriormente, la familia se mudó a Canadá y finalmente a Alemania, donde Forsyth se unió al equipo FC Lannesdorf 07.

“Es muy proactivo. Está construyendo su propia épica, batallando contra las mafias y la informalidad en La Victoria”, dice Fernando Vivas, columnista de El Comercio. “Tiene algo entre la ingenuidad y la eficiencia. Es un liberal. Además, es alto y guapo para una parte de la platea que no vota precisamente por planes de gobierno”, agrega.

Precisamente su altura (1,87) posibilitó su performance como portero. Como juvenil integró la selección Sub-20 que disputó el Sudamericano en 2001 en Ecuador. Ya en Alianza Lima, el club de sus amores, obtuvo su primera copa en 2001, tras lo cual fue transferido al Borussia Dortmund como tercer arquero. De vuelta a Perú, logró cuatro títulos más con Alianza, aunque también jugó en Sport Boys y el Atalanta (Italia).

En Chile, varios recuerdan a Forsyth como el arquero de Alianza que enfrentó a Universidad de Chile por la Copa Libertadores de 2010. El equipo peruano fue eliminado con el agónico y controvertido gol de Felipe Seymour, que le valió la eliminación a Alianza Lima. Forsyth no solo masticó el amargo sabor de la derrota, sino que después comenzó a sufrir una serie de lesiones que más tarde lo alejaron de las canchas.

Fue ahí cuando decidió ingresar a la política, primero como regidor de La Victoria, en 2014 como alcalde interino y finalmente en 2018 -tras su retiro del fútbol-, como edil de ese mismo distrito. Las elecciones, a las que postuló junto al partido Somos Perú (centro), las ganó con el 30% de los votos y asumió su cargo en enero de 2019.

“Lo de la política es algo que hereda de su padre. Su vida cambió completamente en La Victoria. Trabaja de muy temprano hasta muy tarde y quiere mucho a Chile”, cuenta una persona que lo conoce de cerca. En Perú sostienen que el gran impulsor de su carrera política ha sido precisamente su padre, aunque su círculo íntimo estima que si bien fue así en un comienzo, “se ha hecho solo, porque su interés es personal”.

Forsyth ha basado su gestión en la erradicación del comercio informal, especialmente en la zona del emporio comercial de Gamarra. Sus estudios de Ingeniería Industrial le han permitido también crear empresas de diferentes rubros: seguridad, deportivo, gastronomía y moda.

“El impacto popular de George Forsyth es por su vinculación con Alianza Lima, que es un club muy popular y que está en un barrio emblemático”, sostiene el analista Luis Benavente.

Un galán en palacio

A Salvador del Solar (50) los peruanos lo conocieron primero por las telenovelas que protagonizó en los años 90: Malicia, Escándalo y Apocalipsis. Pero su salto a la fama vino de la mano de la película basada en la novela de Mario Vargas Llosa que protagonizó junto a Angie Cepeda. Luego, trabajó en varios cortometrajes en Colombia y su salto a la política lo dio en 2016, cuando PPK lo nombró ministro de Cultura. Tres años después, Martín Vizcarra lo designó como primer ministro y consiguió una buena evaluación al enfrentar a un Congreso muy mal visto por la ciudadanía.

Salvador del Solar.

“Del Solar fue muy popular como actor. Fue protagonista de Pantaleón y las visitadoras. Como político, la gente aprobó el cierre del Congreso de Vizcarra y respaldó la actuación de Del Solar en ese contexto”, apunta Tenorio. Del Solar era militante de Peruanos por el Kambio, el partido de PPK, pero hoy se declara como “independiente” y de “centro”. La noche del viernes, Del Solar dijo que no tiene aspiraciones de ser candidato. “Hay que tomar con pinzas lo que dice, porque Del Solar es un presidenciable. En Perú, salvo el caso de Alan García en 2016, siempre es al revés: los candidatos dicen que postularán, pero después no van”, plantea el analista Carlos Meléndez.

En cuanto a Daniel Urresti (63), que fue ministro del Interior de Humala, en Perú se comenta que tiene un pasado militar algo oscuro y que su estilo “insolente” atrae a los sectores más bajos. “Tiene energía, chispa y sentido del humor. Es un autoritarismo con cierto atractivo para algunos. Se le ve con voz de mando y tiene convicciones liberales”, dice Vivas.

El exmilitar Daniel Urresti.

Formado en la Escuela Militar de Chorrillos, Urresti fue candidato presidencial en 2015 y postuló en 2018 a la alcaldía de Lima, pero sufrió un estrepitoso fracaso. “A mí me ponen una granada y yo les devuelvo una bazuca”, dijo una vez. El congresista ha lanzado también munición contra sus colegas, como cuando dijo que algunos todavía “no salen del clóset”. Hoy, Urresti milita en el partido Podemos Perú, que se fundó recién hace un par de años.

“Forsyth, Del Solar y Urresti son personajes distintos, pero tienen un común denominador: representan algo diferente y la gente está cansada de lo que han tenido hasta ahora. Son el contrapeso que ha surgido del vacío generado por lo que había, que son líderes juzgados por corrupción, como Alan, PPK, Fujimori, Keiko y los Humala”, concluye Benavente.

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