El arriesgado escenario de Colo Colo con su plantel en la AFC

Foto: Agenciauno

Con la relación contractual suspendida, Blanco y Negro ahorra cerca de $ 500 millones mensuales, mientras los jugadores se preparan por su cuenta tras un conflicto que deja muchas aristas para analizar.


Días complejos vive Colo Colo. Una ruptura total entre el plantel y la dirigencia de Blanco y Negro configuró un inédito escenario de suspensión de la relación contractual, luego de fracasar las conversaciones para fijar un recorte salarial hasta fin de año. Los jugadores pasaron a cobrar sus sueldos en la AFC por los próximos tres meses, que es lo establecido para trabajadores con contrato a plazo, en un orden de creciente de 70%, 55% y 45%, respectivamente. Eso sí, todavía se aferran a un acuerdo, pese a que la administración del club regresó a su postura inicial de solo devolver el 50% de lo descontado y no se moverá de ella.

En la concesionaria respiran tranquilos, porque el haber mandado a los jugadores al Seguro de Cesantía implica un ahorro de entre 450 y 500 millones de pesos mensuales, en una plantilla que cuesta $ 640 millones cada 30 días. Esto implica que el empleador solo paga las cotizaciones y la seguridad social. Otras asignaciones no están contempladas como, por ejemplo, el pago de los arriendos de las viviendas de algunos futbolistas. De hecho, hay miembros del equipo que ya han tenido inconvenientes con sus arrendadores.

Las relaciones entre las partes están totalmente deterioradas y la convivencia hasta fin de año, momento en el que varios que integran el grupo negociador terminan su vínculo, será un verdadero desafío. Hablar de renovaciones de algunos de esos jugadores aparece como algo poco probable con este actual escenario. Aníbal Mosa ya no es el amigo cercano que varios, sobre todos los más experimentados, creían y muchos del plantel culpan de esto a la influencia del vicepresidente ejecutivo Harold Mayne-Nicholls.

¿Qué implica este escenario para los deportistas? Al estar suspendida la relación, y de acuerdo a lo que indica la ley, los jugadores no pueden recibir órdenes de ningún tipo mientras esta se prolongue. Ni siquiera, pautas físicas, por lo que la preparación dependerá de la voluntad de cada uno. En ese sentido, varios siguen entrenando por su cuenta. Es el caso del argentino Pablo Mouche, quien desarrolla exigentes rutinas, a cargo de Mario Soto, ex preparador físico de Nicolás Jarry y Christian Garin.

Pablo es muy profesional y lo demuestra siempre. Puntualmente, acá hacemos un trabajo bien integral, partiendo desde la base de trabajar su fortaleza física. Producto de las lesiones que ha sufrido, nos hemos ido guiando por el parámetro que los kinesiólogos han recomendado. Los ejercicios los hemos ido preparando sobre una fase y tratando de llevarlos a la realidad y tratando de aplicarlos a acciones más ligadas al fútbol, incluso en este momento", explica el PF.

"El confinamiento trae estrés y ansiedad y, cuando termine esto, va a hacer que aumente el riesgo de lesión. Entonces, el plan de acción es que mantenga los niveles de fuerza. En estos momentos, lo que no ha podido entrenar de buena manera lo va a perder sí o sí. Ellos son futbolistas profesionales, que entrenan todos los días, y si pierden el estímulo, el cuerpo pierde. La misión de mantener la condición física apunta a ese lado y lo que el adquirió tratar de conservarlo lo más cerca de lo óptimo, así el retorno no es tan complejo”, añade.

El psicólogo deportivo de EMD Rodrigo Cauas cree que, independientemente de las exigencias individuales, se genera un escenario más relajado. "Hay mucha incertidumbre sobre qué va pasar o cuándo volverá el torneo, lo que dificulta tener un control sobre un objetivo o una meta y eso también hace que exista un relajo mayor”.

Por otro lado, el especialista detalla la complejidad mental que genera una negociación tan prolongada y sin éxito. “En primer lugar, siempre llama la atención cuánto representan realmente los líderes designados a los compañeros. ¿Realmente Paredes representa a sus compañeros? Erradamente se piensa que los más viejos son los mejores líderes y eso no necesariamente es la regla. Evidentemente, la experiencia ayuda, pero no es definitiva”, señala.

“Lo segundo, hoy día sabemos que el 90% de las decisiones que son tomadas tienen que ver con aspectos emocionales. Existen muchos factores, como el confinamiento, la presión y eso claramente redunda en que las decisiones no estén bien tomadas, porque estamos hablando de emociones que generan más decisiones más negativas que positivas”, plantea. Y luego añade otro elemento: “Contrario a lo que se pudiera pensar, hay dificultades para ser más empáticos, porque uno está tratando de sobrevivir. Entonces, ninguna de las partes se pone en el lugar del otro. Y a mí me llaman la atención, por ejemplo, ciertas declaraciones de Aníbal Mosa, que también son bastante intransigentes”.

En Blanco y Negro la proyección que hacen es que los entrenamientos podrían volver a fines de junio o principios de julio, dependiendo del levantamiento del desarrollo de la pandemia y un eventual levantamiento de las cuarentenas, lo que fijaría el regreso del torneo para agosto. De producirse el retorno a las prácticas, los jugadores saldrían de la AFC.

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