¿Eliminar el examen de grado oral en las facultades de Derecho? El debate de los abogados

A través de columnas de opinión, académicos de Derecho han manifestado su visión sobre reemplazar el examen de grado oral para egresar de la carrera argumentando, entre otras cosas, el nivel de estrés que conlleva para los estudiantes. La discusión, evidentemente, tiene posturas a favor y en contra.


Un estudiante sentado ante tres profesores donde se evalúa de forma oral lo aprendido en los cinco años de carrera. Las respuestas de ese alumno sobre Derecho Civil, Derecho Procesal, Derecho Público y una cédula específica, definen si es que egresará o no. Mantener ese escenario, que ocurre actualmente en la mayoría de las facultades de Derecho del país, está en discusión hoy en día. Y a través de cartas a diarios y comentarios en redes sociales, académicos y abogados han hecho ver lo obsoleto que es para ellos que este sea el examen de grado de la carrera.

Si bien algunas universidades sí han hecho modificaciones y reformas al examen de grado, aún son varias las que mantienen el sistema tradicional oral que ha sido criticado por varios abogados.

Así lo han manifestado, por ejemplo, profesores de diversas escuelas de Derecho quienes a través de columnas han hecho ver su punto de vista enfatizando, entre otras cosas, que el instrumento de evaluación solo evalúa capacidades cognitivas (memorizando la materia) y que trae un "alto costo emocional y nerviosismo que supone el tiempo de preparación y el examen propiamente tal".

"Hoy no hay buenas razones para mantener el actual modelo de examen de grado en Derecho. En efecto, las objeciones son atendibles y los argumentos de quienes apuestan a su mantención, la oralidad y habilitación, se resuelven con una intervención en el perfil de egreso y el diseño de la malla curricular", escribieron los profesores Christian Viera y Felipe Gorigoitía de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, en una columna publicada el 31 de mayo en El Mercurio.

Quien también se sumó al debate fue el abogado penalista Francisco Cox, quien cree que lo oral debe acabarse y ser reemplazado por un examen escrito. "Respecto del examen de grado creo que se puede eliminar de las universidades, pero debe existir un examen habilitante para ser abogado o abogada. Para ello creo que la colegiación debiese ser obligatoria, trasladándole a este órgano la función de hacer ese examen", manifestó.

En la misma línea, se expresa Miguel Chaves, abogado litigante del estudio Chaves, Awad, Contreras y Schürmann: "Creo que debe ser escrito y orientado a resolución de casos. Permite controlar mejor la situación y dejar claro a quién lo rinde qué se espera de él. Y cuando digo caso no quiero decir necesariamente litigio, sino resolución de un problema. Ello incluso podría permitir exámenes especializados", señala.

Por otra parte, el argumento de quienes defienden el examen como existe actualmente, apunta a que esta instancia permite a los futuros abogados desarrollar habilidades orales necesarias en algunas áreas laborales de su profesión. Además, recalcan que este método profundiza y evalúa conocimientos básicos del derecho.

En esa línea, Pedro Pablo Vergara, vicepresidente del Colegio de Abogados, hace ver su punto de vista personal y señala que el examen es una "herramienta magnífica de aprendizaje". "Abandonar el examen de grado, dado lo bueno que es para aprender, va a disminuir en parte la calidad de la educación del abogado. Estudiar ese examen es un elemento formativo de primera calidad", afirma. Sin embargo, en su opinión, Vergara agrega que"la solución no es eliminarlo sino simplemente cambiar la forma de rendirlo. Y en eso prefiero ya no entrar a proponer fórmulas, eso debe hacerlo un equipo multidisciplinario".

Hernán Corral, profesor titular de Derecho Civil en la Universidad de los Andes, y con experiencia integrando comisiones de exámenes de grado, cree que éste debe mejorarse pero en ningún caso eliminarlo. De hecho, propone que no sea reprobatorio, o sea, que si se obtiene una nota menor a 4,0, esta se promedie con la nota de presentación para así bajar los grados de estrés en los estudiantes.

"El examen de grado puede perfeccionarse en muchos aspectos, pero no debería eliminarse en sus aspectos fundamentales: que sea oral, ante comisión de tres o más profesores, y que examine la comprensión de conceptos de las materias troncales de la carrera. Me parece que lo relevante del examen, no es este en sí mismo, sino el estudio que hacen los alumnos para rendirlo: ese estudio de autoaprendizaje les permite profundizar e integrar los conocimientos básicos", comenta Corral.

El caso de la UC y la PUCV

El 2015, la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Chile (UC) cambió su malla curricular y actualmente está en un proceso de evaluación del examen de grado que espera tener lista a fin de año. En esa discusión, en conjunto con estudiantes y profesores, ha surgido el tema del estrés que conlleva el examen.

"Estamos también prestando mucha atención al alto nivel de estrés que han manifestado experimentar los alumnos durante los últimos años en relación con el examen de grado.  Este tema nos preocupa, y lo hemos querido conocer en profundidad en sus causas y efectos, lo que ha sido materia de diálogo con los estudiantes y con el centro de alumnos, que nos ha proporcionado su visión y propuestas muy interesantes que son parte del análisis", comenta Gabriel Bocksang, decano de la Facultad de Derecho UC.

"Con los alumnos estamos muy de acuerdo en que hay que tener cuidado con visiones simplistas, porque no se trata de cambiar un sistema de examen por otro y con ello terminar el estrés. Se trata de un tema más profundo, que debe considerar, entre muchos factores, uno que es muy llamativo: mientras la impresión entre los estudiantes es que el estrés relacionado con el examen de grado es cada vez mayor, las tasas de reprobación en esta instancia de evaluación están en los niveles más bajos a nivel histórico", agrega Bocksang.

Por su parte, en la Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) si bien no se ha modificado el examen de grado, sí se han incorporado asignaturas de término de carrera que se dirigen a los mismos objetivos del grado. "Este hecho nos permite pensar que, en un contexto de revisión y actualización de nuestro plan de estudio (proceso en curso durante el presente año), es posible promover una reforma profunda del examen de grado", comenta Alan Bronfman, decano de la Facultad de Derecho de esa casa de estudios.

"El examen tradicional carece de una justificación formativa sólida en el presente (si la tuvo en el pasado). Los objetivos especiales del mismo pueden lograrse mediante otras herramientas idóneas", agrega Bronfman.

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