La fanaticada también se disuelve: El adiós de la convención en las veredas del centro

Junto al perímetro de cierre de la sede del Congreso Nacional de Santiago, movimientos sociales y dirigentes de diferentes agrupaciones se apostaron a presenciar el cierre del proceso.


Alfredo Oyarzún Carvajal siguió atento el trabajo que la Convención Constitucional realizó durante el último año. Fue varias veces a conversar con representantes a la sede del Congreso Nacional en Santiago; los esperaba en la salida y les compartía ideas e inquietudes. Sus preferidos, sostuvo, eran Jorge Baradit, Daniel Stingo y Patricia Politzer.

Por lo mismo, la jornada de este lunes Alfredo no quiso estar ausente en la ceremonia de cierre del organismo, y aunque no pudo llegar hasta el emblemático edificio de calle Compañía de Jesús -por el cierre perimetral que se dispuso en el sector- se instaló en Plaza de Armas con un cartel en el que se leía: “04 septiembre 2022 = fin a la Constitución de la terrorista criminal tiranía cívico militar”.

“He seguido completamente el trabajo de la Convención. Los he apoyado desde donde he estado, en todo momento y en todo lugar”, contó a este medio, agregando que le hubiese gustado que, en algunas materias, los convencionales fueran un paso más allá.

Él fue uno más de los manifestantes que se apostó en el lugar, y entre los gritos y consignas que lanzaban agrupaciones y movimientos sociales que también “vigilaban” el evento, se mantenía en silencio y con su cartel firme. No hubo disturbios, carabineros se mantuvo tras las tradicionales vallas papales y el ambiente fue más bien de celebración. Quienes pudieron, siguieron desde sus celulares el discurso de la presidenta María Elisa Quinteros y, a momentos, aplaudían.

“Liberar, liberar, a los presos por luchar”. “No estamos todos, faltan los presos”. “Boric, bastardo, liberen a los cabros”. Eran parte de las consigas que se escuchaban a ratos frente a la Catedral de Santiago, hasta donde también llegó una banda que aportó al jolgorio y entonó “El pueblo unido jamás será vencido” de Inti Illimani.

Entre la multitud y los distintos grupos, otro hombre, vestido por completo de negro, no pasaba desapercibido, pues en lugar de un cartel o de las icónicas banderas que se alzan en las movilizaciones, llevada un retrato enmarcado de Salvador Allende. En la esquina de Compañía con Ahumada, por donde entraron hace un año exacto los constituyentes, se mantuvo expectante. El hombre se llama Marco Silva. Con 68 años, cuenta que trabajó en la construcción del edificio de la UNCTAD cuando tenía 17 años. El cuadro, dice, lo llevó porque “el presidente Allende decía que la Constitución no se hace en cuatro paredes, como la hizo la dictadura. Esta la está haciendo el pueblo completo. Me gusta cómo ha trabajado la Convención. La derecha va a poner todo el capital para bajarla, pero estamos bien, confiados en que va a ganar el apruebo”.

“El aporte de los pueblos”

En la previa al inicio de la ceremonia oficial en el exCongreso, representantes de pueblos originarios realizaron una rogativa en Cerro Santa Lucía, “por un Chile Plurinacional e Intercultural”. La actividad contó con la presencia de convencionales que los representaron, pero no fue la única. También los acompañaron en su trayecto y siguieron la ceremonia en los alrededores.

Entre ellos estaba la dirigenta Juana Pichún y la concejala de San Ramón Estefany Ñanculef, quien aseguró que vinieron a acompañar a los representantes pues “hoy es un día muy importante. Creemos que es muy necesario aprobar esta nueva Constitución, porque creemos que es necesario se reconozca a nuestros pueblos originarios y primeras naciones. Venimos a acompañar este cierre de proceso, ya que hoy comienza un nuevo ciclo. A pesar de todas las críticas que recibieron, les agradecemos porque lograron sacar adelante este proceso”.

“May pilen”, gritaron ambas en conjunto, llamando a aprobar.

A unos metros de ella, eso sí, había transeúntes que no estaban del todo convencidos con el Apruebo. De hecho, aunque en el sector estaba en clara minoría, quien se autodenomina como el doble de Leonardo Farkas, mostraba claramente su preferencia por el Rechazo.

“Me he hecho presente en distintas manifestaciones. He estado en la marcha de los estudiantes, en las de No + AFP, las que se han realizado por la salud. Pero ahora si me preguntan, yo Rechazo. Cada uno puede decidir, hay libre albedrío, pero yo Rechazo por todo lo que veo en la televisión, los panelistas, todos dicen cosas distintas. Yo creo que no todo puede ser perfecto, hay pro y contras”, comentó al ser consultado por este medio.

Organizaciones funcionarios v/s ciudadanía movilizada

Parte importante de quienes decidieron “rodear” la sede del Congreso y escuchar la ceremonia en la calle fueron integrantes de agrupaciones de funcionarios, como quienes integran la Anef y la Confusam, pero su presencia y “protagonismo” molestó al grupo que levanta la consigna de la libertad de los presos del estallido. Por lo mismo, no faltaron quienes trataron a los dirigentes de “vendidos”, aunque el asunto no fue más allá.

Margarita Paz Araya, vocera de la Confedeprus (Confederación Democrática de Profesionales de la Salud), de todos modos, defendió su presencia. Aseveró que han “defendido el reconocimiento al derecho a la salud como un derecho humano fundamental por años. Hemos asistido a las audiencias de las comisiones, también de la Convención, respaldando el derecho a la salud como un derecho fundamental y la defensa de la salud pública. Nosotros vamos por aprobar la nueva Constitución. Tomamos una decisión política como asamblea, aunque hay libertad de decisión”.

En la misma línea, Esteban Maturana, vicepresidente de la Confusam, expresó: “Desde el primer borrador que comenzamos a hacer un análisis. Esta propuesta establece un cambio radical respecto de la constitución vigente, y ya por solamente el primer artículo vale la pena aprobar el próximo 4 de septiembre, que dice que Chile es un Estado social y democrático de derecho, que pone término al estado neoliberal planteado en la constitución de Pinochet”.

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