En el año 2014 el empresario y exdueño de las tiendas Shopping Group, Luis Casado Córdova, tomó notoriedad a nivel nacional. En abril de ese año, la PDI lo ubicó como el número 1 de los prófugos por delitos económicos más buscados del país. ¿Por qué? La policía estableció que tenía cuatro órdenes de detención por estafas y que había salido de Chile hacia Argentina cuando quebró su compañía. En ese país fue parte de una red que estafó a cerca de 40 empresarios, por tres millones de dólares.

Transcurrieron pocos meses y a mediados de ese 2014 la PDI lo detuvo en un cibercafé ubicado en las inmediaciones de la Plaza Italia. Después eso no se volvió a tener noticias de Casado. Eso, hasta esta mañana.

El empresario volvió a ser detenido por la policía, mientras caminaba por calle Apoquindo, y ahora se encuentra acusado de formar parte de un entramado que implica una presunta defraudación tributaria. La orden de detención se encontraba vigente desde noviembre del año pasado, por lo que los efectivos de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) tardaron cerca de cinco meses en concretar la captura.

El origen de esta nueva arista tiene su origen en una querella que presentó el Servicio de Impuestos Internos ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago. Ahí, el ente recaudador explicó que entre agosto de 2010 y abril de 2014 la Empresa de Servicios Transitorios Pascal y Arana Limitada declararon al menos 26 facturas falsas, lo que les valió devoluciones indebidas de impuestos.

En este sentido, la acción legal añade que "cabe señalar que todas las maniobras señaladas se realizaron a partir de la facilitación de facturas falsas por parte del querellado Luis Casado Córdova".

Ahora, el futuro de esta indagatoria quedó en manos de la Fiscalía de Alta Complejidad de la zona oriente de Santiago.

El caso de este imputado se ha convertido en un objeto "de estudio" por parte de la policía civil. Quienes han tenido contacto con él señalan que tiene tratos muy educados y un elevado conocimiento de los negocios.