Estamos frente a un cambio. Uno provocado por un escenario que se ha debido acomodar a los diferentes movimientos que ha tenido Chile. Literalmente. Cristián Armas, gerente general de Empresas Armas, da cuenta de esto y lo analiza junto a +decoración.

-¿A qué se debe este cambio al que se ve enfrentado el mundo inmobiliario?

-Primero fue la hipercompetencia, luego vino la crisis subprime y posteriormente el terremoto. A esto hay que sumarle el cambio en la normativa y en el gusto de los consumidores. Por todo ello se puede decir que la industria inmobiliaria se puso los pantalones largos, pasando de la adolescencia a la madurez. Y el terremoto fue la gota que rebasó el vaso, ya que el consumidor chileno venía cambiando de forma muy violenta en cuanto a la sofisticación de sus gustos, esto debido a la democratización del lujo, que implica que los consumidores ya no compran casas, ahora compran sueños, compran un concepto.

-¿Qué fue lo que dejó en evidencia el terremoto?

-Para nosotros el terremoto fue el segundo que tuvimos, porque el primero fue el exceso de oferta seguido por la crisis económica. En nuestro país hubo un aumento de oferta sideral en cuanto a casas y departamentos durante el 2008 debido a los bajos costos de los créditos hipotecarios, uno de losmás bajos del mundo y el más bajo de Latinoamérica. Por ejemplo, un crédito para una inmobiliaria en Colombia cuesta un 16% más que en Chile, donde cuesta un 4%. El acceso al capital de nuestro país –con el nivel de ahorro que tenemos, que esmuy alto debido al sistema de las AFP–, hace que sea muy fácil formar una inmobiliaria, esto produjo un alza en la oferta durante el 2008.

Resumiendo, se puede decir que al sector inmobiliario lo azotaron tres crisis: el exceso de oferta, la crisis subprime y el terremoto. Estas tres cosas hacen que los bancos –que son los fondos de inversión privados y los capitales– empiecen a privilegiar fuertemente a las inmobiliarias que tienen trayectoria y que salieron bien paradas tras el terremoto. Esto significa que toda la industria inmobiliaria tuvo que pasar por tres cedazos y se produjo la sobrevivencia del más fuerte.

-¿Qué es lo que se viene?

-En Chile se habló por mucho tiempo de lo que iba a pasar en este rubro y hoy se está dando lo que se llama la depuración por el crédito, por el financiamiento. Los que depuran la industria inmobiliaria son los que financian, es decir los bancos. Quedan los grandes, los que pasaron bien la crisis, luego el terremoto, es decir, los que están bien adaptados, con una estructura corporativa de verdad, o sea quienes son una empresa hecha y derecha. El terremoto también va a crear nuevas regulaciones que van a normar la forma de construir en Chile.

-¿Cómo se plantea hoy la empresa Armas?

-Hoy ésta es una empresa controlada por un grupo familiar, que no es lomismo que una empresa familiar. Acá los cargos no están ocupados por familiares necesariamente, sino que por los mejores. Nosotros hemos contratado lo mejor del mercado. Fuimos capaces, en la mitad de la crisis, de tomar una decisión importante como fue parar de construir e hicimos una metamorfosis absoluta tomando cuatro líneas demedidas: lo primero fue contratar a los mejores profesionales del mercado. La segunda medida que tomamos fue reformular el modelo de negocio que teníamos, básicamente lo que tiene que ver con el diseño del producto enfocado a la atención de postventa porque es una variable fundamental a largo plazo, lo otro tenía que ver con rediseñar el producto y hacerlo especial al nicho al que queremos apuntar. Lo tercero tuvo que ver con fortalecer toda el área de ingeniería para que nuestra constructora trabajara bajo un altísimo estándar en la prevención de accidentes y de ejecución; gracias a esto ninguno de nuestros edificios tuvo daños estructurales para el terremoto. Después de todo esto definimos una estructura corporativa.

El 1 de mayo lanzamos nuestra nueva imagen. Y ahora empezamos con nuestro plan de expansión que contempla para el 2014 estar produciendo una gran cantidad de proyectos simultáneos en multiformato, es decir, casas, departamentos y oficinas, donde estarán incluidos proyectos que contemplan el subsidio habitacional. Hacia allá vamos.

-Los proyectos que vienen están en Las Condes, Ñuñoa, Santiago Centro, Providencia, La Florida y Quinta normal, además de proyectos en regiones. ¿Cuál es la esencia de Armas?

-Lo que nos caracteriza es que nuestros clientes alcancen un sueño, esto es nuestro leitmotiv. Nos preocupa que tengan un buen proyecto y diseño al alcance de la mano, ejemplo de ello es lo que estamos construyendo en Ñuñoa, el primer edificio habitacional que aplica la técnica de disipadores de energía sísmica, reduciendo en un 25% los efectos de un gran sismo sobre la composición estructural del edificio. Nosotros hablamos ahora del diseño al alcance. Permitimos que la gente se compre algo que pensaban que antes no podía tener, nos interesa que la gente pueda surgir.