Como antaño

Cuando construyeron su casa, la propietaria -una de las dueñas de Estampa- pidió expresamente que la cocina tuviera una despensa. Pero no se refería a los muebles de cocina, sino a una habitación especial anexa, para guardar los alimentos en repisas abiertas. Aquí mantiene desde un canasto de mimbre para el pan, los huevos, las mermeladas caseras que ella misma hace y hasta una minicava. Esta solución permite mantener el orden necesario para una familia con cuatro niños -de tres hasta trece años-. Es un recinto de mucho tránsito.

De autor

Lo que nosotros tradicionalmente llamaríamos una despensa tiene un nuevo significado de la mano de Trinidad Correa. Esta ceramista diseñó para el comedor de diario -ubicado en la misma cocina- un mueble-repisa. Lo que buscaba era, por una parte, encontrar una solución para exhibir su colección de cerámicas y, por otra, poder usarlas en el día a día. Es que el gran movimiento que hay en  su cocina y mesa le exige siempre tener al alcance fuentes, alcuzas, jarras o platos.
Web: trinicorrea.cl

Para mantener el orden se recomienda agrupar y ordenar los alimentos y utensilios: botellas, tetrapack, frascos y latas por separado.

Maestra

Para tener esta despensa se optó por cambiar el programa original del departamento. Lo que fue el cuarto de servicio se trasformó en un espacio flexible, el cual alberga tanto el comedor de diario como la despensa. Para dar continuidad a la cocina se cambió el piso y se eligió alinear el colorido y texturas. Los racks cromados que la recorren permiten tener a la vista y a mano los utensilios, menaje y alimentos. Sus dueños son grandes cocineros.

Como en esta casa se consume mucha fruta y verdura, se optó por utilizarla decorativamente. Se instalaron unas cajas de madera blancas para cada tipo, dando color al recinto.