Chiloé ha estado en las noticias en el último tiempo no por buenas cosas que contar; al revés, el polémico mall de Castro despertó intensas discusiones que al día de hoy aún no se zanjan; se entiende que la gente de la isla quiere tener acceso a lo mismo que todos los chilenos y no tener que viajar por el día a Puerto Montt a conseguirlo. Es cierto, la condición de isla es aislada, pero el edificio es enorme, sin escala con su entorno, con materiales ajenos y formas contemporáneas; no es, por tanto, la mejor respuesta a la carencia de comercio en la isla. ¿No podría haberse proyectado a la salida de la ciudad? Así se hace en el mundo entero, se valora la llegada de nuevo equipamiento, pero este no debe ‘pelear’ ni contaminar algo tan frágil como la imagen de una ciudad. Ikea, grandes supermercados o centros comerciales se instalan en la periferia, se coordinan con sistemas de transporte público para tener un acceso no solo dependiente del auto y, todos ganan. Mientras editaba las fotos de este viaje revisé muchas de paisajes y me dieron ganas de volver a Chiloé; hace mucho que no me dejo caer por ahí y, de repente, POW! Un cachetazo visual, al ver una mole, como Godzilla en Tokio, asomándose sobre las casitas de colores. Pan para hoy, hambre para mañana, porque lamentablemente esa puerta quedó abierta y no es difícil pensar en que otros seguirán la ruta trazada por esta construcción.

Pero Chiloé es mucho más que polémica, es paisajes increíbles, es artesanía única, es vivir la vida como solo ellos saben hacerlo. Nuevos hoteles, restaurantes y desarrollos locales han sabido valorar lo propio que, valga la redundancia, se ha mantenido como cultura individual gracias a su condición de isla. La visitamos y recorrimos para mostrar lo que están haciendo; cómo su arquitectura ha evolucionado de buena manera, pero siendo fiel a los principios que la hacen especial. Nuevos arquitectos están haciendo escuela, y uno de los primeros fue Edward Rojas, quien supo identificar lo vernáculo, actualizando el lenguaje, pero manteniendo la esencia.