Cuando hablamos

de baños, muchos piensan en la arquitectura del lugar, artefactos sanitarios, revestimientos de pisos y muros, griferías, etc. Y si bien todo eso es lo que arma el espacio, no es menor el impacto que pueden tener los detalles que nosotros sumemos; con esto no solo se consigue que el lugar sea más eficiente, al ser personalizado también se transforma en algo único. Esto es importante cuando pensamos en cómo funciona el mercado: el mayor porcentaje de la gente se compra una casa o departamento con los baños listos, son muy pocos los que pueden opinar en cuanto a tal o cual terminación elegir. Las propuestas de las inmobiliarias son buenas, pero más neutras, así se aseguran que mayor cantidad de gente las encuentre bonitas, lo que está bien, pero ¿cómo hago que el mío sea único? Algunas ideas: plantas: en los baños hay humedad, que puede ser malo para muchas cosas, pero ideal para las plantas, no piense en una selva, pero sí en algo que se adecue a las proporciones del espacio que tiene. Color: ¿un muro que no tiene revestimientos? ¿O el techo? Lo bueno de esto es que el color, si aburre, se cambia. Sumar un mueble antiguo: para tener las toallas a la vista, o una repisa distinta a todo lo que hay en el baño, no solo se aumenta la capacidad para almacenar y organizar las cosas, también lo personaliza; puede ser un mueble simple, angosto y vertical, incluso un segundo espejo con un marco antiguo, la idea es que sea de uno y de nadie más. Y por último, lo que hay que tener, pero también puede dar carácter, ¿toallas lisas y neutras? Por qué no armar juegos con lo que a uno le gusta y sea esa la nota de color, puntos con rayas, lisas de colores con flores, o geometrías distintas, las opciones son tantas como toallas hay en el mercado. Jueguen, verán que el resultado es mejor de lo que uno piensa.