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Máximo color

En pleno Pedro de Valdivia Norte y con la enorme silueta del que será el edificio más alto de Sudamérica a sus espaldas, esta casa es un punto aparte. En ella todo es singular. Colores, colecciones, ideas locas, lo que quieran; lo que aquí se vive es como una escenografía familiar, de historias. En cada esquina, cada detalle es totalmente intencional y logrado con un fin específico: mezclar estilos y colores.

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Ella, María José Mujica, diseñadora de vestuario y dueña de la tienda De Afuera, creció y aprendió de decoración gracias a su madre, la decoradora María Teresa Cerveró, que siempre se destacó por innovar, atreverse a mezclar y romper con lo típico, creando composiciones inundadas de color, diseño y texturas diferentes. La Cote tiene mucho de eso, aunque ella lo niegue. Estar pensando en todo momento en qué cambiar, cómo y dónde ponerlo, es parte de su rutina.

botas."La foto de estas botas fue un regalo de  matrimonio de un muy amigo de Aníbal. Nos encantó, refleja mucho a mi marido y su fijación con lo cowboy. Rápidamente encontró un lugar central en la casa".

Él, Aníbal Montero, diseñador e hijo de una de las fundadoras del grupo musical Mazapán, trabaja desde la casa en diferentes proyectos y diseños propios de la oficina creada y dirigida por él: Mondera. Fanático de las motos y del estilo cowboy, también se da el tiempo para plantar y cuidar los naranjos, tomates y hierbas que tienen en sus dos terrazas.
Con esto en mente, es claro entender que la decoración y el diseño  pasión para ambos. Las decisiones se toman entre los dos, aunque la Cote es llevada a sus ideas. "A veces ni le digo lo que compré o lo que voy a cambiar, porque tengo tan claro lo que quiero que prefiero ni preguntarle. Después él está feliz, tenemos gustos muy parecidos".

Partió siendo una casa de amigos solteros, pero cuando se casaron, hace casi dos años, hubo mudanza. "La casa era exquisita, solo había que redecorar; un toque más femenino, un lugar que fuera de los dos".

espacios.

En su mayoría, los espacios físicos no se intervinieron, como la cocina, que mantiene su diseño original.

Cote siempre quiso tener una muralla rayada

. Fue lo primero por lo que se decidió. Las sillas las cambió hace poco: pasaron de un naranja a un estilo más 'sobrio', tapizadas en piel del mismo color. El cuadro es de su amiga Jacinta Kaiser. "Lo vi y me enamoré, le encontramos el lugar donde colgarlo juntas. Lo tenía en su departamento y se lo compré. Es especial, siempre va a estar en mi casa".  La mesa, diseño de Aníba

Gracias a la intensidad y pasión de ambos, en tres meses la casa estaba totalmente remodelada. Lo principal apareció rápido, lograr una casa llena de color, en donde no prime un estilo sobre otro, sino que haya mezclas. Algo de moderno, algo de provenzal y un toque kitsch era esencial para ambos. Una casa contemporánea, urbana, donde hay espacio para todos sus 'lujos', como un amplio jardín, terrazas, huerto, taller-oficina para cada uno, etc.

Sin colores predeterminados ni una estructura clara a seguir, la decoración fue dándose a medida que iban encontrando objetos que les identificaran. La mayoría de los muebles han sido intervenidos por ellos, como la cómoda de la entrada, el esquinero destinado a los tés del comedor o el clóset de su pieza transformado en repisas. Las cortinas rayadas, por ejemplo, eran sábanas que se adaptaron para el living. En base a ellas y evitando saturar el espacio, optaron por colores más monocromáticos para el resto: sillones grises y negros y una mesa de centro del mismo color.

La terraza y el jardín tienen un sentido especial para ellos. Además de acoger a sus dos perros que son parte esencial de la familia, "Nos gusta invitar gente. Los fines de semana nos llenamos de amigos. Hacer comidas, poner la mesa bonita; este espacio es ideal para eso. Lo hemos ido arreglando juntos, el treillage del techo de la terraza, por ejemplo, lo pintamos y martillamos los dos" cuentan.

Una lámpara de pecera fue una sorpresa de él para ella. "Un día llegué y estaba colgada. La eligió él solo en Franklin pensando en este rincón. Causa sensación y es de todo mi gusto".
Sin alfombras para no recargar, pero repleto de cuadros, grabados, fotos y accesorios; los dueños de casa son aficionados al arte desde siempre, y se nota. Los libros de decoración, de diseño, de vaqueros, de casas y grafitis se ven por todas partes. El verde de las plantas se respira en cada rincón y las miniaturas de colores tapizan cada repisa. Y así suma y sigue, el todo lo componen los detalles, y los detalles son indispensables para este personal y gran todo.

Inspiración

Un entorno lleno de diseños y color define a esta casa, en la que sus dueños eligieron y fabricaron cada detalle.

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