Práctico: Código celebración
Lo declaramos: se abrió la temporada de fiestas. Brunch, almuerzos, cócteles, tapas, previas, afters o como quieran ponerle. Aquí entregamos algunas claves para hacer de la ocasión algo inolvidable para todos, incluyendo, obviamente, el anfitrión.
Fotos: Alejandra González y Jaime Palma
Asistente producción: Francisca Zamorano
Santo y seña.
Jugar con los invitados. Lo secreto o clandestino, todos sabemos lo que genera. Y qué mejor que la invitación lo utilice para generar expectativas desde el principio. Inventar un mail para la ocasión con algunas adivinanzas… o mejor, un concurso. O simplemente un santo y seña para entrar. ¿Pasaron la prueba? Es hora de dar la bienvenida.
¿Tema? ¡SÍ! Nada más cautivante que ponerle un apellido a la ocasión. Puede ser un código de vestuario, por color o época. Las primeras olimpiadas modernas, fiestas campestres, la Belle Époque, etc. Pero no solo se trata de disfrazarse, se puede también recrear el ambiente. Literalmente, hay que hacer una pequeña escenografía, sacando los platos antiguos, las copas, quizás la platería de la abuela o lo que siempre se dice que usará para una ocasión especial. Pues sí, esta lo es. Hasta podría revivir algún brebaje que estaba empolvado y atribuirse el revival. Los ochenta, tan de moda, matarían. Quién no recuerda los juegos de loza café… A usar la memoria. Seguramente en su casa, las de sus papás o abuelos encontrarán algo ad hoc para la mesa. Además de escarmenarse la chasquilla y echarse toda la laca encima; recuerde esos placeres ochentenos como las cáscaras de naranja con jalea. Por decir un ejemplo, nada más.
Customizar. La personalización no solo es tendencia en las ferias de diseño, también es un must a la hora de celebrar. No sólo las invitaciones tienen que estar con nombre y apellido, esto se puede hacer con los puestos de mesa. Una servilleta bordada con el nombre del comensal (transferfactory.cl). O tal vez algo más elaborado como buscar fotos de cuando eran guaguas o de sus primeros años escolares. Mejor aún, sin que se den cuenta sáqueles una foto de espaldas, para luego ponerlas sobre cada puesto de mesa. Y para ir más allá, se pueden imprimir las servilletas con la foto del invitado en cuestión. Un pequeño gran souvenir (papel Adetec transferible claro y/o oscuro carta, Librería Nacional).
La barra. Un infaltable y debe ser como la ocasión lo amerite. La ponchera puede ser 'la solución', no solo para no esclavizarse sirviendo, sino también para darle color a la barra. Se le puede agregar una cuota de dramatismo, iluminándola con una lámpara de sobremesa de foco dirigible, o tal vez, a contraluz con varias velas detrás. Pero esta no es la única manera de proclamar el autoservicio como norma de la casa. Otra forma con la que seguro los invitados se volverán barman es que la barra esté a su total disposición y con todos los implementos necesarios. Desde la sombrilla, con la aceituna, y por qué no, hasta la receta incluida, con foto y todo, por si avanzada la ocasión ya necesita un pequeño recordatorio.
Nunca igual. No es problema si su vajilla es sólo para seis personas y sus invitados son más. La opción más creativa será sacar todos los platos, incluso aquellos que han ido quedando solos y rezagados después de una que otra celebración. La premisa es mezclar tipos, materiales, diseños, colores… Que las rayas no van con las flores o con los platos rococó de la abuela, que la platería no pega con los acrílicos o que la greda no se amiga con el Baccarat… Las estructuras aquí no van. Es hora de inventar una composición propia y proponer. Es más, apostamos a que esta regla se puede aplicar a cualquier cosa, incluyendo la cuchillería y los vasos, que nunca son suficientes. Esta no-regla también va para las sillas. No tienen por qué ser todas iguales, no es necesario que tengan el mismo tapiz, ni que todas tengan respaldo. Si son bancas, sillas Luis XVI, de campo, sitiales, una Panton, de exterior, en obra, o absolutamente futurista. La gracia aquí es la mezcla.
Limpiar. Antes, después y durante. Algo que ningún anfitrión quiere pero que es una consecuencia inevitable. Mención aparte merece el baño. Siempre es bueno revisarlo y asegurase de tener un par de rollos de papel higiénico extra, jabón, un aromatizante y si las toallas son blancas, tener un par de repuesto para cambiarlas en el transcurso de la noche (silimpio.cl).
¡A CHEQUEAR! -Invitados -Tipo de evento -Menú -Barra -Decoración -Vajilla -Copas -Tema -Guardarropía -Música -Dónde sentarse -Layout -Limpieza (pre y pos).
BLOODY MARY
-2 partes de vodka -2 partes de jugo de tomate -½ parte de salsa inglesa -½ parte de jugo de limón -2 gotas de salsa picante -1 pizca de pimienta negra recién molida -1 trozo de apio Siempre con el vaso mezclador, mezcle todos los ingredientes, y sirva luego en un vaso alto refrigerado lleno de hielo y con un apio.
CAJA DE MADERA
Taller Sofía; plato de porcelana y platos de plaqué, Antigüedades Jacqueline Herrera.
Personalice cada puesto de la mesa con un tono lúdico, por ejemplo, este mini mantequillero, que en vez de colocar la mantequilla se reemplaza por el pan. ¿El detalle? Eneldo y champiñones secos para decorar. Servilletas, Colomba Living y Verónica Blackburn; y cintas y herrajes media luna, Cordonería Antaria.
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