Los huertos urbanos en espacios públicos son una realidad  en varias ciudades del mundo como Nueva York,

Barcelona, Tokio, Londres y San Francisco, y en esta última por ley se permite la agricultura urbana en todas las áreas de la ciudad y la venta de sus productos. El municipio de Santiago no está ajeno a esta tendencia y es por ello que están impulsando con fuerza este proyecto que pareciera no tener restricciones, porque todo espacio público y privado sirve para concretarla.

En sitios eriazos, platabandas de tierra, patios y jardines públicos y privados, colegios, terrazas, balcones y azoteas de edificios, parques y plazas son los lugares perfectos para instalarlos. En ellos se cultivan hortalizas, verduras, legumbres y plantas medicinales, combinando funciones productivas asociadas al consumo familiar con finalidades sociales y ambientales.

Uno de los primeros huertos desarrollados es en la Peatonal Bellas Artes, implementándose jardineras en un pasaje de acceso de cuatro edificios en la calle Santo Domingo, y también el huerto escolar en la Escuela República de México, donde se utiliza esta plataforma como un recurso pedagógico que incorpora la temática ambiental de forma transversal.

A partir de estos exitosos casos se han sumado agrupaciones para realizar huertos en las azoteas de edificios privados y se están desarrollando proyectos para implementar estas prácticas conformando ecobarrios, que contemplan paisajismo sustentable, huertos, reciclaje, puntos limpios, eficiencia energética y disminución de basura, procesando los residuos orgánicos para producir humus, incorporando el reciclaje en todas estas actividades.