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Se corta el pescuezo por sus ideas, no va donde calienta el sol. No ocupa un seudónimo para firmar sus obras, es valiente. Diego Becas investiga profundamente para dar con el pensamiento gráfico propio del cartelismo, ejercicio que abarca mucho más que la belleza. Podremos ver su trabajo pujante y discursivo a partir de hoy en la galería Bautista en Vitacura.

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Diego Becas, 33 años, diseñador. Hace 8 años que se dedica al honesto oficio del cartelismo. Con sus manos crea imágenes valientes referentes al teatro o la ópera o a algún fin social o político. El cartelismo es un medio de comunicación que se conjuga a través del arte, sin embargo en Chile es una rama de las artes plásticas casi nula. “Tiene una característica pública importante, los carteles se pegan en la calle, no están en museos; que después lleguen a museos es otro tema, pero su función es justamente que determinadas problemáticas o planteamientos que trata el teatro o la ópera, por ejemplo, lleguen a la gente cuando van caminando por la calle, eso es algo que otras disciplinas artísticas no tienen”, precisa, con fuerza, Diego.

¿Cómo iniciaste tu carrera? Yo pinto en acuarela desde los 11 años, pinto casi todos los días. Entré a estudiar diseño para hacer portadas de libros, ese era mi sueño como diseñador. Entre medio conocí el cartelismo como materia y sentía que era un soporte muy completo para comunicar. Me titulé y entré a trabajar a diseño tradicional en agencias, y me pasó lo que le pasa a mucha gente que no le encuentra mucho sentido solo a vender cosas. Entonces llegó un punto donde renuncié para hacer algo donde pudiera comunicar algo más. Recordé el cartelismo, y fue ahí cuando me dedique a hacer carteles.

¿Y cómo definiste tu línea temática?

Por gustos de mi infancia escucho ópera, leo filosofía, voy al teatro, y dije Ok, quiero hacer carteles en Europa. En Chile era un despropósito porque no hay un nicho, porque la gente no entiende qué es lo que es un cartel, entonces era un camino muy largo de evangelizar acá. Pero obviamente, como estaba en cero en ese minuto, hice 10 carteles en 5 días, que son los que voy a exponer el 21 de mayo, por eso de cierta forma esta exposición es un mirar con qué partí. Eran carteles para ópera y teatro, ni siquiera eran para temas sociales -eso lo hice después con los años-. Y fue un buen comienzo, porque esos 10 carteles los mandé a Europa y se me empezaron a abrir puertas. Fue un proceso de constancia, de deudas -yo me autofinancio mi trabajo para que sea autónomo, no pido plata al Estado, por lo tanto puedo decir lo que yo quiera en él-. Así que esta muestra para mí se ha vuelto, sin querer, significativa.

Sin embargo evolucionaste, mutaste.…

Cuando uno hace arte, creo, no te puedes estancar ni en técnica ni en discurso, tu discurso tiene que evolucionar con tu técnica, y eso hice con el cartelismo. Partí con carteles de ópera y teatro pintados con acuarela y tinta, pero ahora hago cartelismo político y social en cartón recortado, todo a mano, desde el dibujo hasta las tipografías.

¿Qué puertas se te abrieron en el extranjero? Clientes no tuve, pero tuve muy buenos comentarios de lugares muy prestigiosos. En Chile no te responden los mails y allá te los responden en 20 minutos. No solo para decirte ‘recibí tus trabajos’, sino que para decirte un comentario como ‘tu trabajo es bueno, sigue así’, te dan un feedback. Tuve además participaciones en bienales de carteles, conocí un mundo supervivo alrededor del mundo. Como la Triennal of the Political Poster en Italia, la 13 Bienal Internacional del Cartel en México, la Bienal del Cartel en Bolivia, que es una de las mejores 4 bienales del mundo; bienales de Rusia -la bienal más grande que se hace en Europa es la que se hace en Moscú-. Además de tener en ellas la oportunidad de exponer mis trabajos, hay una serie de otras actividades, como charlas, coloquios, etc., que también enriquecen.

¿Qué es lo importante del cartelismo, a tu juicio? Con el cartelismo no eres alguien que dibuja bien nada más. En esta rama hay que dar un mensaje, el discurso que motiva hacer tu trabajo. Tu obra y tu vida tienen que estar vinculadas a la sociedad y al arte contemporáneo. Es una labor en la que te dejas de ver el ombligo. Hay muchos creadores chilenos que tienen mucho talento pero son autorreferentes, y eso al mundo no le sirve, te tienes que salir de ti para crear. Porque dibujar mi gato, mi departamento o mis cosas no le sirve a nadie en el mundo. Se cae muy fácil en eso. Por eso es que yo he tratado en toda mi obra hablar de cosas que no tengan que ver conmigo, de personajes que tengan problemas en lugares que nunca voy a conocer…. Es empatía, el mundo necesita empatía. Y los que trabajamos en diseño o plástica no podemos desperdiciar el talento comunicacional que puede mover espíritus y mentes hablando de nosotros. Más allá de hacer cosas bonitas debemos ser entes sociales. Pensadores gráficos y literarios, porque al final pensando se resuelven los conflictos, no solo dibujando.

¿De qué tratará tu exposición? Serán los 10 primeros carteles de mi carrera, en la galería Bautista, en el restaurante Bautista Gourmet en Nueva Costanera. Nunca he vendido estos carteles y nunca los he expuesto juntos, es la primera vez que los voy a ver reunidos. Siento que no me equivoqué de la decisión que tomé. Es decir, no estuvo tan mal dar un giro. Estos carteles los hice en una mesa de una cocina, con cero recursos, fue una manera de comunicar humanidad. Con negro, rojo, blanco y azul, todos tienen la misma gama cromática. Decir mucho con el mínimo de recursos, eso es. d

CARTELES DE ÓPERA Y TEATRO, DE DIEGO BECAS VILLEGAS

d Galería Bautista: Nueva Costanera 3950.

Vitacura (Restaurante Bautista Gourmet)

c desde el Sábado 21 de mayo, 20.30 hrs.

w carteldeautor.cl

m diegobecas@yahoo.es

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