Tendencia: Diseño...¡Aquí y ahora!
Es la hora de comenzar a pensar en diseño, pero en serio. No como forma y más allá del fondo. Hay que pensar en él como plataforma de desarrollo país, como herramienta que nos hará competir en las grandes lides del mundo. La próxima Bienal de Diseño de Chile es elprimer paso?el resto está por verse.


Observe por un momento su entorno. Qué ve. Quizás desde su cama ‘box spring’ vea la televisión, sienta los suaves pliegues de las sábanas. O desde el sofá del living divise lamesa de centro de madera, la repisa de los libros, la alfombra, mientras los cálidos rayos de la mañana se cuelan entre las cortinas. Vuelva a mirar y ahora pregúntese por qué todo eso le gusta, por qué forma parte de su entorno, o simplemente por qué está dentro de su campo de acción. La respuesta a esa interrogante está en la palabra DISEÑO.
Y es que más allá de la definición semántica, que básicamente entrega una serie de sinónimos en torno a algomás parecido a una disciplina artística, idea no del todo errónea, limita sus posibilidades al dejar fuera aquel proceso de investigación y creatividad sistemático que planteó la forma, textura, funcionalidad, etc., gracias a lo que para un grupo de personas tal o cual objeto, proceso, experiencia, son deseados por sobre otros. El diseño entonces entrega valor. Uno que bien entendido crea competencias inimaginables –sobre todo hoy, en el mundo globalizado– para el desarrollo de un país.
Ejemplos no muy lejanos son los casos de Argentina y Brasil, que han creado una industria con identidad propia dentro del escenario mundial. “El valor es algo que con cierta frecuencia la gente utiliza como sinónimo de precio… cuál es el valor de esta chaqueta es lo mismo que cuál es el precio de esta chaqueta, y no lo son. En algún minuto tú tienes los costos totales de algo, y tiene sentido hacer cosas cuando tú eres capaz de colocarle a aquello que hiciste un precio mayor que la suma de tus costos. Si no es así estás frente a un fenómeno anómalo. El precio por lo tanto es un número, pero por encima del precio hay un valor que alguien está dispuesto a reconocer… paramí vale… para mi lógica dentro de la cualme voy a sentir bien usándolo o teniéndolo. El valor tiene una dimensión de interpretación personalmayor”, explica Alfonso Gómez, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Ad portas del inicio de la 4ªBienalde Diseño de Chile, el próximo 26 de noviembre y tras catorce años de espera, el debate de la relevancia de esta disciplina dentro deuna política país toma forma. Y no es queno la tuviese, sólo que en Chile el debate de las ingerencias del diseño en la agenda está lejos de lo que sucede en países desarrollados, como Finlandia, Italia o Alemania. El componente de valor que entrega el diseño hoy, entonces, se advierte como factor de desarrollo, como plataforma de innovación y componente primordial a la hora de definir las estrategias de competitividad que seguirá Chile en los mercados globales. Para lo que Alfonso Gómez espera que en los próximos diez años el diseño se convierta en una consideración de primer orden, algo con lo que Alex Blanch, diseñador gráfico e industrial, cofundador de Blink Design y Raíz Diseño y profesor asociado PUC, esmenos optimista. “La mirada innovadora pasa por ver lo nuevo, pero también por observar nuevas relaciones entre lo existente.
El diseñador sabe observar a la gente, sus necesidades y debe ser capaz de vislumbrar oportunidades en las carencias que tiene nuestra vida. A veces propone directamente soluciones. En otras actúa de prescriptor de procesos que llevana esas soluciones. Es decir, define el encargo del proyecto a desarrollar. Por desgracia, en la formulación de la mayoría de las demandas de diseño no está presente ningún diseñador. Y, en muchos casos, los encargos que éstos reciben no están todo lo bien formulados que deberían, lo que conlleva un problema importante: unmal encargo conduce a una mala solución. En casi todos los países de Latinoaméricano se encuentran diseñadores en puestos de decisión estratégicos”.
Ejemplos de marcas como Ikea, Zara, Absolut, que han basado su estrategia apostando por el diseño y son exitosos, dan cuenta de la relevancia de este ítem. “En distintas economías el diseño ha tenido un peso muy diferente. Y son economías que se distinguieron por tomarse muy en serio la distinción de valor que crea el diseño; pero en otras, la cultura no lo ha hecho así de fuerte. Sin embargo, yo creo que en los últimos años hemos podido observar que hay un reconocimiento de que las empresas exitosas son aquellas que innovan y que la innovación no está solamente ligada a grandes inversiones enprocesosomaquinarias, sino que tiene que ver con la capacidad de tocar el alma de tu mercado objetivo.
Creo que en un mundo globalizado, lo que está pasando es que hay un reconocimiento de que esto tiene que ser incorporado por la puerta ancha de la realidad empresarial y no por la ventana. Si nuestra empresa quiere de verdad innovar, crear valor y jugar entre las grandes ligas, creo que, primero, el diseño tiene que pasar a jugar un rol central", ratifica Alfonso Gómez. Pero entonces la pregunta acerca de si están nuestros diseñadores preparados para afrontar este nuevo desafío salta al tapete, a loqueBlanchrespondeque "sin duda, pero para ello no solamente se debe enseñar a diseñar, sino también a pensar en clave estratégica,hecho no siempre presente en las escuelas de diseño. Para ello no basta con una buena matriz de contenidos, también hacen falta las personas capaces de transmitir una actitud y una mirada que se adquiere en la cancha. La pulsión de las escuelas por dotarse de profesionales de la academia, primando títulos sobre experiencia, no las ayuda a encaminarse en la dirección correcta".
El ecosistema
Ya existe la pulsión. El diseño tiene y debe estar enel corazón de la estrategia competitiva de las empresas. No obstante,para que ello se lleve a cabo deben existir una serie de condiciones. Cualquier esfuerzo individual se quedará en sólo eso. Alfonso Gómez advierte que el fenómenono está dado: "Digo que están las condiciones para lograrlo, pero para eso nuestros líderes en el sector público, privado y educacional tienen que ser capaces de concertarse y alinearse coordinados de manera que se dé simultáneamente el surgimiento de esta nueva conciencia y habilidades en nuestra realidad. ¿Qué necesitamos? Empresarios que entiendan el rol del diseño y le den una cabida auténtica.
Diseñadores que en vez de ir a hablar sólo con un discurso poético, que si bien es clave, tienen que ser capaces de ser elpuente conla otra realidad,para que no los miren con cara de locos y entregarles ese fondito que sobró para fomentar la cultura. Instituciones que creen estos profesionales con estas habilidades".
¿Cuáles son las áreas en Chile donde ve que el diseño surge comodiferenciador de desarrollo?
Alex Blanch: Chile sufre del mismo mal que la mayoría de sus vecinos regionales: la falta de buenos encargos. Si quien encarga pretende hacer lo que hacen otros, la respuesta al encargo nunca será innovadora. La primera gran oportunidad consiste en introducir la mirada del diseño en el nivel de decisión estratégica. Creo que Chile puede crecer mucho más en el campo de los servicios (turísticos, financieros, de producción de eventos, etc.). Puede hacer crecer estos sectores y contribuir a la construcción de la marca país.
Alfonso Gómez: Yo creo que esto no va a ser sencillo. Hay que trabajarlo, pero cuando hablamos de diseño hablamos de un fenómeno absolutamente universal que va de la mano con ser humano. Por ser humano tenemos sensibilidades frente al diseño. Los chilenos somos mateos y trabajólicos y tenemos la percepción de que podemos llegar a ser un país del primer mundo. Cuando empecemos a centrarnos en el cómohacerlo, el tema del diseño va a salir.
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