MasDeco

Tendencia: La vida en verde

Les presentamos cuatro estilos de vida eco-friendly. Urbano, de campo, off-grid y moderno. Son personas como cualquiera. Pero lo que nos ocupa es que ponen su diario vivir al servicio de proteger el planeta. Ellos demuestran que son las decisiones diarias las que marcan la diferencia.

1084393

Carolina Baeza:

Eco mamá

Las flores y el mar se quedaron en el inconsciente de Carolina Baeza, de profesión diseñadora de ambientes y oficio artista. Desde su infancia hasta hoy tiene una especial conexión con la naturaleza. Siempre escapó de la ciudad y de los departamentos. Dice que le dan una sensación increíble de ahogo. Le gusta la libertad. Actualmente vive en una parcela en Colina junto a su marido, Andrés Marcenaro, y sus dos hijos, Martin y Javier –de 8 y 5 años–, donde conjuga su clara visión de mundo. Allí construyó una particular casa que combina la estética contemporánea, la eficiencia energética, luminosidad y el reciclaje. Cada dos semanas apenas bota media bolsa de basura chica.

En la casa casi no hay nada nuevo. Los muebles y la ropa se heredan, o se compran de segunda mano. Poco a poco se ha ido armando la parcela, donde hay un sector especialmente habilitado para la huerta, con árboles frutales y hortalizas, otro para la compostera, el reciclaje, etc. La alimentación es otro tema. Es vegetariana desde hace 20 años . “Esta civilización tiene que expandir la conciencia y salir del individualismo, beneficio personal y entrar en la cooperación comunitaria, por el beneficio colectivo y planetario”, dice. En la misma línea se dedica a sus talleres para niños -con o sin discapacidad-, donde mezcla arte, ecología e integración. Es su granito de arena.

Web: talerdearteluzdelalma.blogspot.com

Gustavo Lerner:

Un off grid

Gustavo Lerner es un bonaerense que llegó al país hace 10 años siguiendo a una polola chilena. Puso una exitosa pizzería y mantuvo ese mismo estilo de vida urbano que siempre tuvo. Sin embargo fue una crisis existencial producto del estrés y de su acelerado ritmo lo que lo llevó sin darse cuenta a terapias alternativas y de ahí a un curso de permacultura en su ciudad natal. “En ese minuto no sabía muy bien para qué lo estaba haciendo. Sólo me dejé llevar”, cuenta. Luego lo llamaron de ecoaldeas en Perú y Argentina, muchas de ellas totalmente alejadas por varios días a caballo desde la última parada transitable en vehículo, sólo para dar clases.

Fueron los conocimientos en el diseño de hábitat humanos sostenibles, así como el tomar conciencia de la contaminación y la desigualdad que lo empujaron a cerrar su negocio y buscar un sitio rural. Estaba defraudado del sistema que lo permitía. Decidió finalmente fundar una ecoaldea llamada Eluwn –significa en mapudungún "darse mutuamente"– en la zona rural de Loica, en la comuna de San Pedro de Melipilla, a 10 km del lago Rapel. "La clave era estar cerca a una gran ciudad, ya que las diferentes escalas de participación iban a permitir concientizar y educar con un grado de responsabilidad y beneficio", sostiene.
Web: eluwn.cl

Eluwn posee cursos y talleres en diseño de comunidades sustentables, permacultura, huerto orgánico, auto y bioconstrucción. Además trabaja con las escuelas rurales.

Carola Cádiz y Francisco Miranda:

Granjeros orgánicos

Cuando Carola Cádiz y Francisco Miranda –topógrafo y cineasta– vivían en Santiago apenas se veían. Recién se habían casado y sus horarios de trabajo no les permitían hacer familia. Francisco decidió hacerse cargo del campo de su familia en Talagante y seguir con el énfasis orgánico que su mamá –Katarina Rottmann– instauró en los años 80. Primero se fue él, y al poco tiempo Carola. “Optamos por calidad de vida”, enfatizan. Al principio admiten que tenían una posición más radical. Sin embargo, mantienen su postura. La casa la pintan con cal, arcilla, aceite de linaza y tierras de color; enceran con cera de abeja; limpian los muebles con aceite, vinagre y jabón natural de quínoa; incluso consiguen los envases de la “cajita feliz” para cocinar hamburguesas de lenteja para sus hijos –en vez de consumir comida chatarra–. Además tienen baños secos, autoconstrucciones de quincha con botellas y techos vivos de la misma parcela, una piscina ecológica que en vez de usar cloro la mantienen limpia con plantas acuáticas y un horno solar.

En el campo también cuentan con múltiples cultivos, gallinas –incluida la mapuche, la de los huevos azules– o tienen ovejas para la lana y el guano. “Aquí todo tiene sentido, es una cadena que se retroalimenta. No hay ningún eslabón suelto. Aunque parezca desprolijo, así debe ser. Tanto el aparente desorden como la maleza evitan las plagas, heladas y ayudan a crear plantas fuertes y saludables”, dicen.

Web:

Papas, menta, ajos, perejiles, hortigas, salvia, pimentón, choclos, calabazas y arvejas ya tiene plantado en la vereda, tierra que se trabaja en minga.

Javiera Quesney: Eco-Urbana

La dueña de la tienda Dolly Davis, Javiera Quesney, es diseñadora autodidacta, experta en el uso de materiales reciclados y creadora de una huerta urbana ubicada en plena calle Loreto, justo al frente de su local. Se transporta todos los días desde su casa cerca de la Plaza Egaña en bicicleta, y si las distancias son aun mayores, opta por el Transantiago o compartir un auto. Reutiliza el agua del lavamanos, y puede, porque se preocupa de usar agentes de limpieza biodegradables o naturales. Práctica el trueque, la cooperación y tiene un marcado sentido comunitario. Antes de llegar a Santiago a los 14 años vivió en Caicaén, una localidad de Calbuco, y luego en la isla Quihua con la Comunidad Nueva Esperanza, donde se practica el autoabastecimiento, cultivo de la tierra y la autoconstrucción. Además tenían baños secos y no había electricidad. "No voy y tiro basura, ni voy y consumo. Trato de no comprar productos que no respetan el medio ambiente. Sin duda hay cosas a las que hay que renunciar, aunque muchas de ellas te gusten. Hay que ser consecuente. Acá me di cuenta de todo lo que botaban en Patronato y que al reutilizarlo aportaba a que no se terminara en un vertedero o basural", así declara su compromiso con la madre tierra. Doll y Davis y Huer ta Ur bana , en Loreto 55, Recoleta, y Facebook.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

¡Oferta especial vacaciones de invierno! ❄️

Plan digital $1.990/mes por 4 meses SUSCRÍBETE