[Test drive] Haval H2: en busca de la especialización
<p>Hace justo un año, Haval comenzó a correr con colores propios, al desprenderse de Great Wall Motors, para convertirse en una marca por sí sola, especialista en SUV. Entonces presentó sus dos primeros exponentes: el H6 Sport y H2. En MT Motores probamos este último, en versión 4×2 Deluxe AT, un crossover compacto que busca […]</p>

Hace justo un año, Haval comenzó a correr con colores propios, al desprenderse de Great Wall Motors, para convertirse en una marca por sí sola, especialista en SUV. Entonces presentó sus dos primeros exponentes: el H6 Sport y H2.
En MT Motores probamos este último, en versión 4×2 Deluxe AT, un crossover compacto que busca competir con modelos como el Chevrolet Tracker, Hyundai Creta y Ford Ecosport.

En términos visuales, es una apuesta atractiva, que llama la atención por un frontal con una gran parrilla cromada, unos focos LED en forma de joya y un gran protector inferior. Mientras que en la zaga se destaca por una doble salida de escape y un spoiler superior con tercera luz de freno, que enciende en rojo la palabra Haval, al igual que se puede leer por los costados del auto. Para mi gusto, un tanto exagerado.

El interior del Haval H2 es sobrio y se nota que está bien construido, con polímeros blandos, terminaciones cromadas y de plástico brillante, además de una tapicería de ecocuero. Sobresale una pantalla táctil de siete pulgadas, que cuenta con radio CD y MP3, navegador satelital, bluetooth, puerto USB y conexión para dispositivos móviles. Quizás el display digital podría saturar con tanta información en un principio. Aunque como todo, es cosa de costumbre.
El cuadro de instrumentos, por su parte, dispone al centro un display digital de 3,5", con las funciones del computador a bordo muy bien indicadas.



Ahora bien, el H2 brinda una excelente habitabilidad a una familia pequeña. El puesto de conducción es bastante elevado, lo que permite disponer de una buena visibilidad, aunque en ocasiones haga sentir que se va pegado al techo. Podría, eso sí, gozar de una mayor sujeción, al igual que el resto de los asientos, que carecen de una mejor ergonomía.
En el ítem equipamiento se muestra bastante robusto, al disponer de climatizador bizona, frenos ABS con EBD, control crucero al volante, sistema keyless con botón de encendido, control de estabilidad, seis airbags, cámara de retroceso, luces automáticas con luz diurna, monitor de presión de neumáticos y asientos delanteros eléctricos, entre otros.


Bajo el capó, el SUV de entrada de Haval cuenta con un motor de cuatro cilindros, 1.5 litros, turboalimentado, que eroga 141 Hp de potencia y 210 Nm de par máximo, y está asociado a una nueva caja automática de seis velocidades.
Dinámicamente, este bloque responde bien desde la zona media del tacómetro. Bajo las 1.500 rpm carece de agilidad, con una salida lenta y un turbolag que se siente bastante. Pero una vez encendido el turbo, sobre las 2.000 vueltas, anda muy bien…, tiene un buen empuje, un gran confort de marcha y una excelente capacidad de recuperación.
Esta combinación caja-motor no acompaña mucho en cuanto a rendimiento. Nos rindió 11,6 km/l en ciclo mixto (ciudad-autopista).
La suspensión tiene una puesta a punto bastante blanda, pensada para el confort de los pasajeros, pero que resta confianza si se entra rápido en la carretera o se entra fuerte en una curva. A lo que se suma escaso tacto de la dirección, lo que hace que se sienta poco el camino.

A la hora de conducirlo suavemente, eso sí, el H2 resulta muy agradable.
Por lo visto en el H2, Haval busca ser un referente como fabricante de Sport Utility Vehicles. Ya sea por look, equipamiento o performance, no se queda atrás.

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