
Con una demorada fumata negra parte el cónclave más impredecible de la historia reciente
Los cardenales entraron a la Capilla Sixtina pasadas las 16.30 y luego del juramento, las puertas se cerraron cerca de una hora después, tras el tradicional ¡Extra Omnes! La fumata apareció recién cerca de las 21.00. En la mañana, en la misa Pro eligiendo Pontífice, el cardenal Giovanni Battista Re llamó a elegir un Papa para “este momento tan difícil y complejo de la historia”.

Cerca de las 21.00 de este miércoles en Roma, con el trasfondo de la luz del atardecer que iba oscureciendo la cúpula de la Basílica de San Pedro y más de una hora y media después de lo previsto por la Sala de Prensa, apareció la primera fumata del cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco. El encierro había comenzado algunas horas antes.
Cerca de las 16.00 de la tarde todos los miembros del Colegio Cardenalicio presentes en el Vaticano asistieron a la ceremonia en la Capilla Paulina que antecede el ingreso de los cardenales electores al cónclave. De ahí, pasadas las 16.30, se inició la procesión de los purpurados hacia la Capilla Sixtina pronunciando la letanía de los santos, para luego de una oración pronunciada por el cardenal Pietro Parolin, quien preside el cónclave en su calidad de cardenal más antiguo, por la ausencia del decano Giovanni Battista Re, todos juraron sobre el evangelio.
“Prometo, me obligo y juro observar secreto absoluto con todo aquel que no forme parte del colegio de cardenales electores”, fueron diciendo uno a uno los purpurados en latín, concluyendo con: “Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano”.
El cardenal Fernando Chomali hizo su juramento cerca de las 17.30 y poco después todo el resto de las personas presentes en el lugar se retiraron de la Capilla Sixtina ante el anuncio de ¡Extra Omnes! del maestro de ceremonias pontificio que dio inicio oficial al cónclave. Antes de comenzar la única votación que se realizó este miércoles, los cardenales realizaron una meditación dirigida por el fraile Rainiero Cantalamessa, ex predicador de la Casa Pontificia y el último no cardenal en estar en la Sixtina.

Era previsible que en la primera votación no se llegara a un consenso. Más allá de las divisiones internas de la Iglesia Católica a las que se ha hecho referencia hoy, en ninguno de los conclaves del último siglo, que han sido relativamente cortos y no han durado más de tres días, se ha elegido Papa en el escrutinio inicial.
Ese primer voto, sin embargo, es importante, según coinciden los vaticanistas, para medir las fuerzas al interior del cuerpo de cardenales y saber cuáles son las cartas que están sobre la mesa. Según las predicciones previas, el cardenal Parolin entraba como el favorito y ya tendría entre 40 y 50 votos, según el diario italiano la Repubblica, pero aún lejos de los 89, equivalente a dos tercios de los presentes que se requiere para ser Papa.
La demora en la aparición de la fumata fue creando inquietud en algunos periodistas. Ningún Papa desde Julio II en 1503 ha sido elegido en la primera votación. Y eso parecía aún más improbable ahora, con una Iglesia dividida y sin favoritos claros. El humo negro confirmó así lo previsto. Habrá que esperar para tener nuevo Papa. Fuentes conocedoras de la Curia y del colegio de cardenales, sin embargo, aseguraron a La Tercera que el retraso se debió también a que los cardenales querían hablar y no votar de inmediato. “Hay debate”, aseguran.
Misa Pro eligiendo Romano Pontífice
La última ceremonia pública antes del encierro se realizó a las 10 de la mañana en la Basílica de San Pedro. En el altar principal y con casi 200 cardenales presentes, menores y mayores de 80 años, el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, presidió la tradicional misa Pro eligiendo Romano Pontífice, que se realiza en la antesala del inicio de todos los cónclaves.
Bajo el monumental baldaquino de bronce de Lorenzo Bernini, el purpurado llamó a elegir a un Papa adecuado para este “momento de la historia difícil y complejo”. “Estamos aquí para invocar el auxilio del Espíritu Santo, para implorar su luz y su fuerza, a fin de que sea elegido el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan”, dijo en una homilía donde no cito a Francisco.

Para el purpurado italiano, quien fue renovado como decano por el propio Papa argentino a comienzos de año, en un hecho que muchos vieron como una señal de que el fallecido pontífice estaba consciente de la cercanía de un cónclave, era la última ocasión de intervenir en la futura elección. Con 91 años, Re no puede participar en el cónclave. Sucedió lo mismo en la elección anterior, cuando el entonces decano Angelo Sodano tampoco pudo ingresar, por tener 86 años y el cónclave lo presidió el propio Re, en esa época el cardenal elector más antiguo. En esta oportunidad será el cardenal Pietro Parolin quien encabece la reunión.
En su homilía Re también se refirió a otro tema que ha estado en el centro de la discusión estos días y fue abordado en las recientes congregaciones generales: las tensiones al interior de la propia Iglesia Católica. “Entre las tareas de todo sucesor de Pedro está la de acrecentar la comunión: comunión de todos los cristianos con Cristo; comunión de los obispos con el Papa; comunión entre los obispos”, apuntó. Por eso dijo, “es fuerte la llamada a mantener la unidad de la Iglesia (…) una unidad que no significa uniformidad, sino una firme y profunda comunión en la diversidad, siempre que se mantenga en plena fidelidad al Evangelio”.

Al concluir la prédica, el purpurado de larga trayectoria en la Curia romana, hizo un llamado directo a los cardenales para que elijan el “Papa que mejor sepa despertar las conciencias de todos y las fuerzas morales y espirituales en la sociedad actual, caracterizada por un gran progreso tecnológico, pero que tiende a olvidarse de Dios”. Recordó además el Tríptico Romano, un pequeño texto de Juan Pablo II donde el Papa polaco expresa el deseo de que los cardenales, “en las horas de la gran decisión mediante el voto, la majestuosa imagen de Miguel Ángel que representa a Jesús Juez recordase a cada uno la grandeza de la responsabilidad” que tienen por delante.
Después de la misa, los cardenales electores se dirigieron a las residencias de Santa Marta y Santa Marta Vecchia donde se alojarán durante el tiempo que dure el cónclave. Allí almorzaron y reposaron, antes de que cerca de las 15.30 se dirigieron a la Capilla Paulina y de ahí en procesión hacia la Capilla Sixtina.
En el segundo día se prevé, según la oficina de prensa de la Santa Sede, que los cardenales se trasladen desde Santa Marta a la Sixtina a las 8.00 de la mañana, donde se realizaría la primera votación cerca de las 9.30. Sólo en el caso de que sea elegido el Papa entonces la fumata saldría en torno a las 10.30, si no se haría así una segunda votación y la fumata aparecería a las 12.30. Lo mismo sucedería en la tarde, a las 17.30 y 19.30.
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