Pyongyang rechaza llamado de Seúl a declarar fin de la guerra de Corea

Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, en una declaración ante la Asamblea Genera de la ONU donde manifestó la necesidad de terminar con la guerra en la península de su país. Foto: Eduardo Munoz/AP

En una declaración ante la Asamblea General de la ONU, el presidente surcoreano, Moon Jae-In, reiteró el llamado a su par del norte para terminar oficialmente con la guerra de la península. Lo que, a su juicio, podía ayudar a una desnuclearización y a alcanzar una paz duradera en el territorio, fue calificado por el canciller de Corea del Norte como una posible “cortina de humo para encubrir políticas hostiles de Estados Unidos”.


Corea del Norte rechazó este viernes la propuesta de Corea del Sur de declarar el fin de la Guerra de Corea — librada entre 1950 y 1953 — como una manera de restaurar la paz, y aseguró que hacerlo podría servir como “cortina de humo para encubrir políticas hostiles de Estados Unidos” hacia Pyongyang.

En un discurso pronunciado esta semana ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente surcoreano Moon Jae-in reiteró su llamado a declarar el fin de la guerra, asegurando que podría ayudar a la desnuclearización y a alcanzar una paz duradera en la Península de Corea.

El viceministro del Exterior de Corea del Norte, Ri Thae Song, dijo que el llamado de Moon es prematuro siempre que Estados Unidos no haga cambios en sus políticas. “Debe entenderse con claridad que la declaración del fin de la guerra no ayuda en lo absoluto a estabilizar la situación en la Península de Corea en este momento, y en su lugar podría utilizarse como una cortina de humo para encubrir las políticas hostiles de Estados Unidos”, subrayó Ri.

El vicecanciller señaló que las armas y tropas estadounidenses en Corea del Sur y sus alrededores, y los ejercicios militares frecuentes de Estados Unidos en la región “indican que las políticas hostiles de Estados Unidos (hacia Corea del Norte) son cada día más agresivas”. Pyongyang también ha descrito desde hace tiempo las sanciones económicas impuestas por Washington como evidencia de la hostilidad estadounidense hacia su país.

La Guerra de Corea concluyó con un armisticio y no con un acuerdo de paz, por lo que, técnicamente, la península permanece en un estado de guerra. Corea del Norte ha querido firmar un tratado de paz con Estados Unidos para ponerle fin a la guerra de manera formal y en pos de una subsecuente mejoría en las relaciones, la disminución en las sanciones y la reducción o el retiro de los 28.500 soldados estadounidenses desplegados en Corea del Sur.

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